19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La actriz portuguesa Margarida Corceiro subió una imagen erótica de un hombre en la cama y todo el mundo asumió que era el astro rojiblanco

Polémica con João Félix: Su novia publica la foto de unos testículos pero niega que sean de él

Margarida Corceiro, en el parque de El Retiro junto a João Félix.
Margarida Corceiro, en el parque de El Retiro junto a João Félix.
Margarida Corceiro, pareja del futbolista del Atlético de Madrid João Félix, subió, según defiende, por error, una foto a su cuenta de Instagram en la que se veían los testículos de un chico que parecía ser el propio delantero colchonero. La modelo y actriz ha desmentido que se tratara de su novio, alegando que la foto “es una de las 50.000 cosas” que recibe en Instagram y WhatsApp” y que “no es nadie que conozca”.

João Félix es una de las grandes esperanzas del fútbol mundial. Cuando llegó a Madrid para jugar en el “Atleti”, las voces que lo comparaban con otro crack luso, Cristiano Ronaldo no tardaron en hacerse oír. Los paralelismos con el exfutbolista del Real Madrid trascienden lo profesional, y el interés que despiertan sus goles y éxitos cosechados es, como también sucede en el caso de “el bicho”, directamente proporcional al que genera su vida privada. En este sentido, el joven João debe gestionar un factor que no afectaba a su “maestro” en este arte durante los primeros años de su trayectoria: las redes sociales.

Ciertamente, estos mecanismos que ofrece nuestro tiempo pueden ser, para personajes públicos de la fama del jugador colchonero, un arma de doble filo. En el caso de Félix, basta con echar un vistazo a su perfil de Instagram para darse cuenta de que ni él, ni su pareja, la bella Margarida Corceiro, esconden los entresijos de su vida privada, ni mucho menos su romance, a unos seguidores que suspiran por conocer cada detalle de su relación. Este amor idílico, que tanto él como ella proclaman a los cuatro vientos a través de las redes sociales, ha experimentado en las últimas horas un capítulo cuanto menos grotesco, un episodio que ha roto esa sintonía bucólica que parecían profesarse el uno al otro.

A pocas horas de que el equipo de su chico se juegue la temporada contra el RB Leipzig, Corceiro subió a su cuenta de Instagram una publicación en la que podía verse a un chico tumbado boca abajo en una cama. En dicha fotografía, puede observarse que, del calzoncillo del chicho surge una protuberancia que aparece de forma muy nítida y que se corresponde con sus testículos. La pareja de Félix borró rápidamente la imagen, que dijo haber publicado por error, aunque la celeridad con la que sus seguidores realizaron capturas de la misma superó con creces la de su veloz borrado. Evidentemente, la mofa en redes sociales no se ha hecho esperar y el aluvión de mensajes de todo tipo llegó tan pronto como la imagen se difundió.

La imagen subida por Corceiro a las redes sociales  ha sido el epicentro de la polémica.

En cualquier caso, Corceiro colgó posteriormente en Instagram un mensaje en el que afirmaba que el joven de la fotografía no sería el delantero del Atlético: “No saquemos conclusiones precipitadas. Es una de las 50.000 cosas que recibo en Instagram y WhatsApp, no es nadie que conozca”, se apresuró a desmentir la influencer.  La pareja vuelve a sufrir los efectos implacables de las redes sociales, que recientemente a punto estuvieron de poner punto final a su relación al trascender las conversaciones que, presuntamente, el futbolista atlético habría mantenido con una médico española cuando ya había iniciado su noviazgo con Corceiro.

La joven modelo portuguesa, una de las más conocidas y precoces del país luso con tan solo 17 años de edad, ya ha trabajado para marcas de la talla de Funky Project y Bershka. Incluso ha hecho sus pinitos en el mundo de la actuación dentro de la serie Prisionera y en redes sociales es muy activa. En Instagram cuenta con más de 700.000 seguidores y su relación con uno de los deportistas más populares de Europa no ha hecho sino aumentar su ya de por sí notable fama. Ahora, queda ver cómo se sobrepone la bisoña pareja a este nuevo obstáculo en un momento profesional tan delicado para João, que es uno de los 93 miembros de la expedición que el Atlético de Madrid ha preparado para viajar a Lisboa, un grupo en el que ya se han detectado dos positivos por Covid-19.

Los escándalos sexuales, el pan de cada día de los deportistas

El delantero del equipo colchonero no es el único deportista que se ha visto envuelto en un escándalo de este tipo en redes sociales. Recientemente, Adalberto Peñaranda, jugador de fútbol del Watford subió varias historias a su cuenta de Instagram en las que se le veía en medio de una fiesta sexual en la que se veían claramente mujeres semidesnudas, algo que podría costarle su empleo ante la polémica generada en Inglaterra. El jugador de rugby Kotoni Staggs también ha estado relacionado en los últimos tiempos con un problema similar, aunque el Juez ha resuelto que la persona que sale en la publicación de la discordia es la culpable del escándalo.

Carmen Electra, junto a Dennis Rodman.

Sin duda, de todos los deportes, el más sonado en lo que concierne a problemas con el sexo es el baloncesto. El momento más impactante en esta línea es la declaración de “Magic” Johnson, santo y seña de la NBA de los años 80 y 90, reconociendo que había contraído el VIH, algo que conmocionó al mundo entero, más teniendo en cuenta la fama de promiscuo que arrastraba tras de sí. Dennis Rodman es, quizás, el mayor exponente de ello, su peculiar estilo de vida y sus aventuras con Madonna o Carmen Electra están más que integradas en el imaginario norteamericano.

“El gusano”, como se le conoce en el mundillo, se ha jactado en más de una ocasión de sus múltiples fracturas de pene. Otro clásico del submundo de la NBA, Lamar Odom, exjugador de Los Ángeles Lakers, llegó a declarar que se había acostado con “más de 2.000 mujeres” reconociendo que estaba “obsesionado con el sexo” desde que tenía memoria. En cualquier caso, muchos de ellos no debían hacer frente a las consecuencias de las redes sociales, una suerte que la generación de Félix no va a disfrutar.

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