28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

ES EL líder español CON MENOS PUDOR A LA HORA DE MOSTRAR SU CUERPO EN LAS REDES SOCIALES HACIENDO SUYOS LOS CLICHÉS DEL homoerotismo

La nueva imagen fornida de Santiago Abascal, el líder de VOX convertido en un 'involuntario' icono LGTB

Santiago Abascal en la playa.
Santiago Abascal en la playa.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha superado a Albert Rivera en eso de mostrar su cuerpo hasta el límite en las redes sociales. Para muchos es un ejemplo de narcisismo, pero hilando más fino podemos entrever su capacidad para convertirse en un icono LGTBI, posiblemente, sin darse cuenta, al hacer suyos los clichés más evidentes del erotismo homosexual. ¿Cómo se pude aunar esto con ser la cabeza de la ultraderecha? En 'Elcierredigital.com' lo analizamos.

De cara a las próximas elecciones, Santiago Abascal es sin duda el político que mejor sabe sacar partido a las redes sociales. Como si de un influencer se tratara, hace de su físico una carta de presentación. El líder de la ultraderecha española es un hombre atractivo y lo sabe. Claro que, puede que los elementos iconográficos y eróticos que utiliza no se estén dirigiendo al público que él cree. 

Pantalones dos tallas menos de lo que correspondería, camisetas empapadas en sudor que se pegan a un torso trabajado a fondo en el gimnasio, vello facial y corporal… Todos estos tópicos junto con la hipermasculinidad rozando lo paródico, han forjado durante décadas el decálogo del erotismo gay. De no irle todo lo bien que espera el próximo 28 de abril, Santiago Abascal podría encontrar trabajo fácilmente. Pocos políticos, sin contar con Albert Rivera, han explotado tanto su físico en las redes.

Que Santiago Abascal se gusta a sí mismo es una evidencia. No es nada raro entre los políticos. También Albert Rivera y Pedro Sánchez son guapos y tienen conciencia de serlo. Sin embargo, en el caso de Abascal hay algo que enlaza con la versión más atávica que tenemos de la masculinidad y, por ende, del sexo.

Podría estar señalando el símbolo de la camiseta o bien, su torso marcado y los pezones erectos. / Instagram

Casado con una influencer, Lidia Bedman, Abascal sabe cómo sacar partido a su cuerpo en redes como si fuera un Justin Bieber maduro pasado por la Falange. Cualquiera que no supiera de su identidad, lo confundiría con Ben Cohen o con cualquier velludo y musculado protagonista de cine porno gay. Desde hace décadas la estética hipermasculinizada ha quedado cautiva de la comunidad homosexual en su ámbito más lúdico. Ninguna producción heteresexual se atrevería a tanto ya que, irónicamente, en ese contexto queda ridículo.

Los cómics de Tom of Finland o los Boys in the sand de Pat Rocco, que inauguraron el cine porno comercial para homosexuales en 1971, bebieron del concepto tradicional de masculinidad para llevarla a su terreno. En un periodo en el que a las mujeres no se les permitió crear su propio concepto, este hueco lo llenaron los homosexuales a su estilo.

Santiago Abascal y su mujer, la influencer Lidia Bedman

Santiago Abascal se erige así, sin saberlo, en icono gay. Su narcisismo es ridículo dirigido a un público hetero, pero cumple perfecto teniendo como objetivo al público gay. Algo parecido ocurrió hace años con el desfile de las Fuerzas Armadas. A través de una cuenta de twitter llegaron a Estados Unidos las imágenes del desfile de los legionarios y su imagen de masculinidad exagerada hizo que los americanos pensasen que se trataba de pornografía gay española. La Legión española protestó, pero luego reculó y ahora cuenta con inesperados fans al otro lado del charco.

Luciendo piernas con más alegría que Bárbara Rey en los 70./ Instagram

No deja de ser gracioso imaginarse a Abascal creyendo que lo que está haciendo es convertirse en el objeto de deseo de las mujeres. Recuerda a cuando Charlton Heston rodó Ben-Hur y todo el mundo le ocultó la historia gay encriptada en el guion. La escena más emotiva del film, cuando Ben-Hur (Heston) se reencuentra con Mesala (Stephen Boyd), él la resuelve con aire épico como si estuviera siendo Moisés en el Pregón de la Montaña, cuando en realidad estaba rodando el mayor homenaje al ‘mariconeo’ perpetrado por el Hollywood clásico.

También puede ser que sea una manifestación de su subconsciente cumpliendo con la teoría psicoanalítica del otro. O dicho en román paladino: los opuestos se atraen. El otro en psicoanálisis es siempre el opuesto. El reverso de nosotros mismos. El hombre con necesidad de mostrar su masculinidad exacerbada pude estar más cerca del transformista que rememora a Juanita Reina en Chueca  de lo que parece.

Santiago Abascal practicando deporte.

La política (anti) LGTB de Vox

Todo esto resulta aún más chocante si tenemos en cuenta las políticas LGTB de Vox. En la página web el partido de ultraderecha tiene muy clara sus posturas con respecto a la comunidad gay. Así, con respecto a la celebración del Orgullo LGTB: “La celebración del “orgullo gay” se ha convertido, en los últimos años, en una imposición institucional, un problema de convivencia y en la causa de la vulneración de los más elementales derechos de las poblaciones donde se lleva cabo. En el caso de los ciudadanos madrileños la situación se vive con verdadera angustia por los excesos, en todos los aspectos, que se comenten”, afirman.

La cruz es lo de menos. Abascal rindiendo tributo al universo motero con vaqueros ceñidos como un Marlon Brando/ Instagram

En su programa llevan la idea de aprobar una Ley de Protección Familiar para "protección de la familia natural" y presumen de que intentarán eliminar la Ley de Matrimonio Igualitario alegando que las uniones de homosexuales "desnaturalizan la institución constitucional del matrimonio". También niegan que las agresiones homófobas sean delitos de odio. La irrupción de Vox en el panorama político español podría ponérselo muy difícil al colectivo LGTB por mucho que su líder pueda ser un potencial erótico, involuntario, claro.   

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