24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La cantante ha pasado las pruebas médicas, se ha sometido a retoques estéticos y se ha depilado para estar perfecta para el programa

La verdad de Isabel Pantoja en Supervivientes: esconde su nefropatía diabética que le hizo pasar 20 días en el hospital mientras cumplía condena

Isabel Pantoja en bañador.
Isabel Pantoja en bañador.
El fichaje de Isabel Pantoja por parte de Mediaset para participar en Supervivientes es sin duda uno de los temas del momento. La cantante ha pasado el examen médico para participar pero tendrá que compaginar el concurso con la enfermedad que le obligó a salir de prisión rumbo de un hospital en el verano de 2015. No sería la primera concursante con problemas que requieren medicación que participa con éxito y se ha preparado estéticamente para lucir en bañador.

Isabel Pantoja ha pasado los controles médicos para poder participar en Supervivientes. Todo está listo, pues, para que la cantante participe en el reality siendo su participación una de las más esperadas de la historia del concurso.

De lo que nadie está hablando es de la enfermedad que la artista padece, al menos desde 2015. En el verano de ese año la tonadillera se encontraba cumpliendo su pena por el Caso Malaya en la prisión de Alcalá de Guadaira (Sevilla) cuando el Juez de Vigilancia Penitenciaria ordenó su traslado al hospital privado Infanta Luisa de la ciudad hispalense. Era el 4 de agosto cuando la folclórica ingresó en el hospital, faltaban horas para que expirase el permiso penitenciario que había empezado a disfrutar días antes y pasó 20 días en el hospital. 

Una nefropatía diabética fue el motivo del ingreso de Isabel Pantoja. La cantante presentaba “una patología renal, la nefropatía diabética, secundaria a su patología de base, la diabetes, y presenta variaciones con irregularidades tanto en los valores de glucemia como de creatina” informó entonces el hospital.

El ingreso generó mucha polémica por el supuesto trato de favor que se estaba dispensando a la artista. Instituciones Penitenciarias fue tajante desmintiendo cualquier favoritismo para con la viuda de Paquirri. Sin embargo, Isabel Pantoja sí que volvió a la prisión sevillana con unas condiciones especiales. Su defensa exigió que tuviera una dieta blanda adecuada a la dolencia que padecía. Desde entonces, la folclórica también toma la medicación correspondiente a su enfermedad.

Isabel Pantoja acompañada de su hermano Agustín. 

La nefropatía diabética es prácticamente irreversible, y es el nombre que se da a las alteraciones en el riñón que se producen en personas con diabetes cuando su control de la glucosa en sangre y otros factores asociados no ha sido adecuado. Esa patología forma parte de las complicaciones crónicas de las diabetes mellitus y es responsable de cerca del 30% de los enfermos en diálisis periódica, así como la primera causa de trasplante renal en los países occidentales.

Esta enfermedad podría ser el mayor escollo de Isabel en el concurso televisivo. Sin embargo, no es lo suficientemente importante como para que se aborte su participación, algo que ha ocurrido con otros personajes como Ylenia Padilla, que ha sido tentada en varias ocasiones por el programa pero que la enfermedad de Crohn que padece le ha hecho declinar las ofertas. Bien es cierto que el equipo del programa cuida especialmente a las personas que tienen problemas de salud que si bien no les impide participar requieren una medicación especial. Fue el caso de Raquel Mosquera en la última edición, que llegó incluso a la final donde quedó en segundo lugar tras Sofía Suescun (GH16).

La fortaleza mental de la peluquera le hizo superar la desventaja con la que contaba a pesar de que la medicación provocaba cambios en su organismo. De esa fortaleza también hace gala Isabel Pantoja. Durante sus dos años en prisión casi no tuvo relación con otras presas y demostró que era capaz de enfrentarse a situaciones de gran tensión emocional en soledad. La gente que la conoce afirman que es una mujer “solitaria y que se crece en la adversidad superando siempre los problemas que la han rodeado”.

Aficionada a la pesca

Otro de los puntos a favor de Isabel Pantoja para participar en el reality de Supervivientes es su afición a la pesca. A pesar de ser uno de los personajes más populares de nuestro país este hobby de la folclórica ha pasado hasta ahora desapercibido. Esta afición la compartió con el que fuera su pareja, el ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz. Les encantaba pescar en alta mar en Fuengirola en la época en la que su romance estaba en lo más alto. La pesca lejos de la costa suponía para ellos uno de los pocos momentos en los que podían estar libres de la persecución de la prensa.

No era la primera vez que Isabel practicaba la pesca. También en los años de su amistad entrañable con María del Monte, las dos artistas gustaban de pescar en Cádiz y allí se encontraban, nunca mejor dicho, como pez en el agua. Para Isabel esta etapa fue una de las más dulces de su vida e incluso, raro en ella, no ponía impedimentos en ser retratada por los medios de comunicación.

Isabel Pantoja y María del Monte en bañador junto a Chabelita. 

Según ha declarado la folclórica el contacto con la vida natural es una de sus aficiones. Quienes la conocen bien saben que está tranquila y que, a pesar de sus problemas de salud, no le tiene miedo al hambre y a la dieta baja en hidratos que tendrá que llevar a la fuerza en la isla. Cuenta, además, con el apoyo incondicional de su hermano Agustín que, en ausencia de la artista, se encargará de cuidar a la madre de ambos, doña Ana Pantoja, cuya salud no atraviesa el mejor momento.

La imagen en bañador

Sin duda uno de los temas que más comentarios están generando con respecto a la participación de la artista en el conocido reality de supervivencia es la indumentaria que usará Isabel Pantoja durante su estancia. Todo el mundo descarta el uso de bikini, ya que la artista siempre ha preferido el traje de baño al de dos piezas.

El bañador de una pieza la ha acompañado en algunos momentos claves de su vida. Así se la fotografió en 1995 junto a María del Monte en la playa. Estas imágenes fueron el descubrimiento público de la amistad que unía a las dos cantantes y, además, provocó, a su vez, la ruptura de la relación entre Pantoja y la locutora Encarna Sánchez.

También en su reaparición mediática en el verano de 2017, tras su salida de prisión. Se trataba de unas fotos de Isabel junto a su familia en un yate en aguas de Ibiza en las que lucía un traje de baño azul. Mucho se comentó sobre estas imágenes. Se habló del supuesto precio y de si la cantante fue consciente o no de que le estaban tomando las instantáneas. Mucho se comentó sobre el parecido de esta imagen con la del último verano de Diana de Gales. El estilo del traje de baño y la postura eran muy parecidas y ambas ocuparon la portada de ¡Hola!. Recientemente Kiko Rivera contó que a su madre, la difunta Lady Di, le unía algo menos terrenal que acaparar portadas. Según el DJ, la ex mujer de Carlos de Inglaterra se presentó en formato ectoplasma para despedirse de esta vida y, de paso, de la tonadillera antes de tomar rumbo a la eternidad la misma noche que falleció en un accidente de tráfico junto a su pareja Dodi en París.

De todas formas, la viuda de Paquirri ya se ha preocupado de estar en óptimas condiciones estéticas para su paso por Honduras. Según ha podido saber elcierredigital.com, la tonadillera se retocó el sábado junto a su hija Chabelita, que recientemente se sometió a una operación estética. La folclórica también pasó por chapa y pintura, pero sin quirófano. Se sometió a pequeñas inyecciones de vitaminas en la cara, así como una depilación exhaustiva. El vello siempre ha sido una de las preocupaciones de Isabel Pantoja, así como fuente de chistes de mal gusto.

Isabel Pantoja en su reaparición pública en bañador. 

Isabel siempre ha sido muy tradicional en ese sentido y a sus parejas siempre les gustó su forma natural de ser. Según Mayte Zaldívar una de las cosas que le gustaba a su ex marido Julián Muñoz de la actriz y cantante era que no se había sumado a la moda de la depilación íntima. De forma más elegante pero igualmente contundente Raúl del Pozo contaba en su libro A Bambi no le gustan los miércoles (2005) que cuando Isabel actuaba en un tablao en Sevilla unos compañeros hicieron un agujero en la pared de su camerino para ver cómo se cambiaba y comprobar que “su mata de vello púbico llegaba al ombligo”.

Con o sin bañador de una pieza, Isabel parece estar lista para comenzar la aventura que saldará sus deudas con hacienda. 

 

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