29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

En estos días la Audiencia Provincial de Valencia pondrá ya fecha para que tres de sus magistrados respondan al recurso presentado por el artista

Julio Iglesias, abuelo antes que padre: Javier Santos tiene a su primera niña a la espera de que la Justicia confirme que es hijo del cantante

Julio Iglesias a finales de los 80
Julio Iglesias a finales de los 80
Julio Iglesias suma un quinto nieto. Ni los hijos de su matrimonio con Miranda ni Julio José han sido padres. El afortunado es Javier Santos que, a falta de sentencia firme, es hijo del cantante y de la bailarina portuguesa María Edite Santos. El valenciano y su abogado, Fernando Osuna, están a al espera de que saber la fecha en la que los tres magistrados de la Audiencia Provincial de Valencia resuelvan ante el recurso presentado por al artista al ser declarado padre de Santos.

Julio Iglesias a sus 76 años se ha convertido en abuelo por quinta vez. Eso sí, abuelo circunstancial, ya que está a la espera de que su supuesta paternidad de Javier Santos se confirme. Por el momento, el valenciano, que acaba de ser padre de una niña llamada Angélica, fue declarado hijo del cantante por justicia, aunque el artista presentó un recurso ante la Audiencia Provincial de Sevilla. Javier Santos y su abogada, Fernando Osuna, están a la espera de que se comunique la fecha en la que los tres magistrados de la APV acepten o no la petición de los abogados de Julio Iglesias.

Tienen claro que, si los jueces resuelven de nuevo a favor de Javier Santos, el cantante presentará un recurso de casación al Tribunal Supremo donde la jurisprudencia existente les beneficia. 

Javier Santos y Fernando Osuna. 

Ahora Javier ha sido padre por primera vez y, puede que por unos días, Iglesias haya sido abuelo antes que padre. Su pequeña nació el 19 de enero en Cerdeña (Italia) fruto de la relación de Santos con la joven Chiara Allegrini. Angélica es, por el momento, la quinta nieta del artista español más internacional que se suma a los dos mellizos de Enrique, Lucy y Nicholas, nacidos de su matrimonio con la tenista Anna Kurnikova y a los hijos de su primogénita Chábeli con el empresario Christian Altaba, Alejandro y Sofía. Sin embargo, todo indica que Angélica no herede lo mismo que sus primos ya que el cantante ha querido proteger su abultado patrimonio.

Un patrimonio a salvo

Hoy la fortuna de Julio Iglesias se valora en unos 1.000 millones de euros, una cantidad que quiere dejar muy bien atada. El cantante, que es propietario de una isla entera en Las Bahamas, ha decidido que este paraíso fiscal sea la base de sus negocios. Julio Iglesias cumple de sobra los requisitos para ser residente en estas islas caribeñas ya que sus inversiones superan con creces el medio millón de dólares en bienes raíces (inmuebles) que exige la Hacienda de Bahamas.

Con este movimiento, elige un lugar tranquilo y seguro en el que realizar todas sus transacciones y gestionar sus múltiples negocios. Una manera de proteger su patrimonio, ante la posibilidad de que Javier Santos sea declaro hijo suyo por la Justicia.

Julio Iglesias y Miranda María Rijnsburger. 

En España, sus activos se aglutinan en dos empresas –Androsemo SL y Bellevue Costa Sol SA–, que son administradas por su esposa, Miranda Johanna María Rijnsburger. La segunda, con domicilio social en el barrio de Salamanca, en Madrid, fue creada la Nochebuena de 1999 con el objeto social de "Construcción de edificios residenciales".

Esta empresa no presenta cuentas desde el año 2015, en el que valoró sus activos en 4.623.283 euros. Por su parte, Androsemo SL, constituida en 1992 y domiciliada en Marbella, tiene activos declarados por un valor de 7.822.940 euros y no presenta cuentas desde el año 2012. Precisamente, esta sociedad es la titular de las 56 hectáreas que ocupa la finca marbellí del cantante, Cuatro Lunas.

A su vez, el artista posee, también, cerca de diez hectáreas de terreno colindante a esta casa malagueña con el fin de preservar su intimidad. Desde 2007, Miranda administra, oficialmente, todo el patrimonio del cantante en España. Un año importante, porque fue cuando Julio Iglesias abandonó su aventura en el sector inmobiliario en la Comunidad Valenciana. Siete años antes, en noviembre de 2000, entraba con fuerza como inversor inmobiliario en España. Junto a tres socios, el constructor Andrés Ballester y los empresarios Fernando Polanco y José Lladró, constituyó la sociedad Urcosa SL, que promovía en Altea (Alicante) la urbanización Villa Gadea, un proyecto con 260 chalés y un hotel de lujo de cinco estrellas.

El capital inicial fue de 500 millones, de los cuales Julio aportó un 20 por ciento, es decir 100 millones de euros. Justificó entonces su decisión de invertir, en el que denominó su "primer negocio en Valencia", por la seriedad de sus socios y perspectivas de rentabilidad, en un momento en el que el cantante era embajador de las iniciativas de la Generalitat Valenciana de la mano de Eduardo Zaplana. De hecho, llegó a afirmar: "Prometí al presidente Zaplana que invertiría, y así lo hecho".

Inversiones en América

Pero la aventura en la Comunidad Valenciana no acabó tan bien como esperaba y terminó en los tribunales de Justicia. Durante la investigación, reconoció ante un juez dominicano que cobró 5,95 millones de euros a raíz de dos contratos firmados en diciembre de 1997 con el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex). Una cifra que suponía 3,7 millones de euros más de lo que el entonces presidente de la Generalitat Valenciana aseguró haber pagado al cantante por promocionar su Comunidad.

Casa de Julio Iglesias en Marbella. 

Todo este escándalo hizo que, el 27 de abril de 2007, Julio Iglesias cesara como consejero de las empresas Coll de Rates SA, Altea Futuro SA y Desarrollos Futuros del Algar SL –hoy en liquidación– y unos días más tarde, el 3 de mayo de 2007, lo haría de la empresa Hotel Villa Gadea Altea SL. Curiosamente, solo unos meses después, Miranda tomaba ya registralmente las riendas de los negocios e inversiones de su marido en España.

Pero el gran patrimonio de Iglesias está al otro lado de Atlántico, en EE.UU. y la República Domicana, principalmente. De la mano de su amigo Óscar de la Renta, invirtió para convertir Punta Cana en un gran destino turístico. Iglesias se convirtió en una de las caras más visibles del grupo Punta Cana, la empresa que urbanizó este destino turístico creando apartamentos, hoteles e infraestructuras, como el aeropuerto de esta ciudad caribeña, el primero en su categoría completamente privado, y donde aparece como principal inversor.

A diez minutos de éste, construyó su mansión, valorada en más de 20 millones de dólares. Ahora, ha decidido desprenderse de parte de sus inversiones en esta isla para desplazar sus importantes plusvalías hacia Las Bahamas, un paraíso fiscal donde está a resguardo y desde donde realiza todas sus transacciones internacionales, incluidas las que tienen como destino España.

Indian Creek, en Miami (EEUU).

Lo que también se conoce fue la puesta en venta en 2017, según filtró una inmobiliaria, de las 3,24 hectáreas que posee en Indian Creek, la famosa isla de los VIP en Miami. El terreno se habría dividido en cuatro lotes con vistas a Byscaine Bay, cuyo valor total alcanzaría los 150 millones de dólares.

Ahora, Julio Iglesias, no quiere sorpresas y después de amasar una gran fortuna, su prioridad económica es protegerla ante los posibilidad de que Javier Santos sea declarado oficialmente su hijo legítimo.

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