18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Muchos ven en el próximo monarca alauita un futuro en el que se taparán los escándalos vinculados a la figura de su padre Mohamed VI

El príncipe Mulay Hassan, los secretos del heredero de Marruecos que será la cara visible de las monarquías árabes

Mulay Hassan
Mulay Hassan
Desde que cumplió dieciocho años la prensa siempre le tiene un ojo echado. A partir de ese momento Mulay Hassan pasó de ser un adolescente apocado que aparecía en los actos oficiales junto a su padre a generar un gran revuelo mediático dentro y fuera de su país. Su posible ascenso al trono ha creado muchas expectativas en algunos ya que puede convertirse pronto en la cara visible de las monarquías árabes.

Mulay Hassan cumplió la mayoría de edad el pasado 8 de mayo y ese día su vida cambió. Desde ese momento es un personaje público al que la prensa sigue en todo lo que hace, creándose un gran revuelo mediático dentro y fuera de su país. No son pocos los que ven en Mulay Hassan un futuro con el que evitar algunos escándalos vinculados a la figura de su padre.

En Marruecos el heredero al trono se ha consolidado como un referente para los jóvenes que ven en él un ejemplo a seguir, hasta el punto de que algunos piden en las peluquerías que les corten el pelo como él lleva, como si se tratase de un famoso futbolista.

Fuera de su país muchas son las expectativas que se tienen del aspirante al trono marroquí, ya que Mulay es el futuro de la corona de un país en el que en los últimos años las cosas en política, por primera vez en mucho tiempo, empiezan a moverse.  En un hipotético futuro él tendría que guardar relación con Leonor, la heredera al reinado de España, que es tres años más joven que él.

El pasado verano, el Palacio Real de Rabat confirmó que el Príncipe heredero había aprobado el bachillerato correspondiente a la rama de Ciencias Económicas y Sociales y que se preparaba para su formación universitaria en la Facultad de Gobernanza, Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Politécnica Mohamed VI de la capital marroquí. 

El joven saludando a los Reyes de España. 

Aunque el joven sigue en el país norteafricano y protegido por el manto de silencio que habitualmente cubre a la corona alauita, su padre no descarta que en el futuro pase temporadas de formación en Europa tal y como hizo él, que estudió en Niza y que siempre que podía, se escapaba a Madrid y Sevilla donde disfrutaba de la vida española y la de la amistad puntual de algún torero de renombre. 

Del joven heredero se destaca su presencia discreta en actos oficiales junto al monarca, así como su asistencia, siempre que es posible, a las reuniones de su padre con líderes extranjeros: Emanuel Macron, Holland o los Reyes de España. 

La influencia de su madre

Si en algo coinciden todos los que escriben sobre la figura del heredero es la influencia que sobre él tiene su madre, Lalla Salma. Tal vez por ese motivo se produjo toda la polémica que rodeó la separación de la pareja real en Marruecos. En julio de 2019 la revista francesa Gala, la publicación del corazón más importante del país vecino, aseguró que se encontraba de viaje en Grecia solo con el príncipe heredero Mulay Hassan porque el Rey le habría prohibido salir del país con los dos hijos al mismo tiempo para evitarle la tentación de huir con ellos. 

En un comunicado, la Casa Real alauita confirmó la separación del monarca y la Princesa. Algo de lo que ya había informado la revista española ¡Hola!  en marzo de 2018, cuando afirmó que el matrimonio se había divorciado. Había una evidencia: La princesa Salma no asistía a ningún acto oficial desde el 12 de diciembre de 2017, cuando presidió, en el museo Mohamed VI de Rabat, una exposición sobre el pintor Mohamed Amine Demnati.

Con su padre Mohamed VI en un acto oficial. 

Claro que poco se sabe de los términos del divorcio real. Las monarquías árabes son las más impenetrables del mundo y en ellas, reflejo de su cultura, las mujeres no cuentan mucho: no tienen derecho al trono, ni siquiera como regentes o en sustitución ante la ausencia de varón, y el término de reinas o princesas consortes es relativamente nuevo.

Lalla Salma supuso toda una revolución. Al contrario que su padre Hassan II, Mohamed VI renunció a la poligamia y a que su esposa se cubriese con un velo. Salma coincidió cronológicamente con otras consortes árabes como Rania de Jordania que se miraban cara a cara con las europeas, lucían trajes de alta costura e incluso representaban a sus Casas Reales en eventos internacionales. Todo esto hacía pensar que algo había cambiado y que no había diferencia entre ellas o sus homólogas de Suecia o Reino Unido.

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