16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El hurto de cables de recarga de automóviles híbridos se ha puesto de moda en Holanda y Estados Unidos y ya ha llegado a España

El robo de cobre en mangueras de los cargadores de coches eléctricos alerta al sector

El Cierre Digital en Coche eléctrico cargándose.
Coche eléctrico cargándose.
El robo del cobre de las mangueras de carga de los coches eléctricos ha hecho que algunos usuarios presagien “el fin del coche eléctrico”. El criminólogo Eduardo Navasquillo lo desmiente para El Cierre Digital, afirmando que existen otros problemas derivados de este tipo de vehículos. El hurto de cables de recarga de automóviles híbridos se ha puesto de moda en Holanda y Estados Unidos y ya ha llegado a España.

El mercado del automóvil vive momentos difíciles. Ya no solo por los retrasos en la entrega de coches en los concesionarios, sino por el constante debate entre qué coche es mejor escoger. Los vehículos de diésel y gasolina generan cada vez más rechazo por su factor contaminante y el alto precio de los hidrocarburos y los eléctricos presentan aún diversos problemas que hacen que solo una minoría opte por su compra.

Son aún muchos los detractores de los coches eléctricos que encuentran, cada día, nuevas pegas que les llevan a augurar el fin de estos. Algunas voces afirman que el hecho de que “los chatarreros hayan descubierto que las mangueras de carga de los coches eléctricos son de cobre” —material precioso que cotiza en la bolsa de metales de Londres y que se vende a precios elevados— podría suponer “el fin del coche eléctrico en España”.

Sin embargo, el criminólogo —y encargado del área de inteligencia empresarial y compliance de una empresa española de hidrocarburos— Eduardo Navasquillo afirma a elcierredigital.com que “el coche eléctrico tiene otros problemas que, a futuro, dependiendo cómo evolucione la tecnología, puede deparar en que desaparezca o se combine con otros sistemas de energía, como son todos los desarrollos híbridos o el hidrógeno. Por causa del robo de cobre no existe un riesgo real de desaparición del coche eléctrico”.

Este problema sobre el que algunos usuarios muestran su “preocupación” –por numerosos robos producidos en Holanda y Estados Unidos y que ya se han extendido por España– según continúa el criminólogo tendría fácil solución. “Existen multitud de sistemas electrónicos y digitales de seguridad que permitirían minimizar el riego del robo”, explica.

Cargadores eléctricos ultrarrápidos.

Además de los sistemas, Navasquillo sostiene que “las empresas eléctricas están trabajando en estudios dirigidos a conocer dónde deben ubicarse”, ya que, tal y como afirma, “también es importante su ubicación, no solo por el número de vehículos que pueden cargar, sino también por las condiciones de seguridad, ya que son instalaciones caras y la protección es esencial para ellos”. “La mayoría de los cargadores están en zonas donde existe presencia de personal, como son las gasolineras”, añade.

Los otros problemas de los coches eléctricos

Aunque tal y como desmiente el criminólogo el robo del cobre de las mangueras de los cargadores de los coches eléctricos no supone un problema para su extinción, sí que hay otros problemas que podrían hacer que desaparezca o se combine con otros métodos. El primero de ellos, alerta, es “el precio del vehículo. Actualmente son caros ya que el precio de la batería es elevado y se venden pocos”.

El resto de problemas a los que se enfrentan están relacionados directamente con las baterías. “Hay pocas instalaciones para realizar la carga; la autonomía nunca es la que especifica el fabricante, sino menor; los tiempos de carga y la vida útil de la batería, que cuando hay que cambiarla es muy cara. Además, las compañías de seguro suelen cobrar una prima superior por los coches eléctricos”, comenta Eduardo Navasquillo.

Otro de los motivos que hace que los vehículos eléctricos (ya sean coches o motos) tengan detractores tiene que ver con la falta de ruido, y es que son prácticamente silenciosos. Un problema para los conductores, apegados al sonido de la combustión del motor de los coches movidos por hidrocarburos, pero también para los peatones, que podrían no percibir el peligro de un posible atropello.

Coche eléctrico y un peatón.

Por este último motivo, la Unión Europea creó una norma para obligar a todos los coches eléctricos, híbridos e híbridos enchufables a contar con un sistema de aviso acústico (SAAV, en inglés AVAS) para alertar a los peatones y usuarios vulnerables. La norma entró en vigor en julio de 2021.

La posibilidad de los híbridos

En este aspecto la norma también incluye a los vehículos híbridos e híbridos enchufables, otro tipo de sistema que parece la opción preferida de muchos usuarios a la hora de adquirir un nuevo vehículo. Para Eduardo Navasquillo, el futuro podría estar en “sistemas combinados con el eléctrico, pero no únicos”.

El criminólogo advierte que se “seguirán utilizando hidrocarburos como energía” debido a las reservas aún existentes. “Actualmente quedan reservas de hidrocarburos para 100 años al precio actual. Si el precio sube también lo hará el tiempo para disponer de las reservas, puesto que habrá menos consumo”, explica.

Navasquillo matiza que estas cifras “serían si se extrae con métodos tradicionales”. Sin embargo, hay otros métodos alternativos, como “por ejemplo, inyectar una molécula que lo que hace es soltar el petróleo adherido a la roca. Así podríamos tener un tres por ciento más de producto”.

Esta predicción, unida a las reticencias y problemas que surgen del coche eléctrico, podría hacer que el sistema de vehículos de cara al futuro pudiese ser un híbrido de lo conocido y de lo que, hasta ahora, considerábamos “el futuro”.

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