Las Fallas valencianas rompen con su tradición con figuras reivindicativas del colectivo LGTBI+

Arrancan las Fallas en 2022 con unas jornadas más especiales que nunca. Por fin, tras dos años paralizadas por la pandemia del Covid-19, se celebra en la ciudad de Valencia respetando el calendario habitual. Han comenzado este martes, 15 de marzo, y finalizarán el sábado 19, cuando se producirá la Cremà de todas las fallas de Valencia.

Este año llaman la atención las que representan diversas formas de relaciones sexo-afectivas. La sociedad progresa, evoluciona, y con ella sus valores.   

Rompiendo con la tradición

La celebración de las Fallas comenzó como una festividad honorífica a San José, el patrón de los carpinteros. El gremio de los carpinteros iniciaba esta tradición quemando instrumentaria de madera, materiales representativos de la carpintería, creando todo un ritual de hogueras de fuego, con el objetivo de celebrar el fin del invierno, dando paso al equinoccio de la primavera. De estos orígenes proceden las fallas actuales.

Las fallas (del latín “facula”, que significa antorcha), han sido declaradas por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta celebración, que se lleva a cabo desde hace más de cien años, marcada por el fuego y la carpintería, son un rasgo significativo del país, y de la Comunidad Valenciana. 

La historia que le precede, por desgracia, ha hecho que las fallas valencianas se viesen reprimidas en sus diferentes representaciones. Después de la Guerra Civil, se censuraron numerosos temas relativos a las representaciones de la liberación sexual, o ciertos valores morales, debido al régimen nacional y contexto socio-político en el que estaba sumido el país.

La diversidad sexual, protagonista en las Fallas 2022

Rompiendo con el pasado convervador que le precede, las fallas este año adoptan un tono completamente diferente. Ahora, tienen cabida todo tipo de diversidades, en especial las de identidad sexual. Se pueden ver conceptualizadas a mujeres lesbianas en dinámicas sexo-afectivas, personas transgénero, nuevas masculinidades, y toda la diversidad de género que tiene cabida en la liberación del contexto actual en el que vivimos. La sociedad avanza, la tradición se queda obsoleta, y se da lugar a la visibilización de lo que ha permanecido reprimido muchas décadas.

Beso entre dos falleras.

Reivindicando las minorías y todo tipo de diversidades, por fin se da luz a las historias de mujeres lesbianas, que han estado invisibilizadas históricamente. Este impulso reivindicativo viene de la mano de asociaciones falleras como Fallas Borrull-Socors, con su iniciativa “Fallas y Diversidad de Género”.

Se pretende reconocer, sin miedo, la libertad que deberían tener el colectivo LGTBI+ en esta fiestas, dando lugar a referentes de las diferentes identidades  sexuales y de género, de formas de amar, de relacionarse, y de unidad comunitaria, para que, de esta forma, se les pueda apoyar en su lucha, que tengan la visibilidad que se merecen en la sociedad, y puedan seguir combatiendo, en un sistema que todavía no reconoce -del todo- sus derechos. 

Se trata, por tanto, de un motivo de celebración, ya que el miedo a mostrar quiénes son queda en un segundo plano en estas fiestas, donde los colectivos más silenciados, pueden proclamar con orgullo su verdadera identidad.