25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La puesta en marcha de estas localizaciones fue la gran propuesta de la exalcaldesa, aunque el actual consistorio prosigue su construcción

Los vecinos de Madrid se revelan contra los parkings disuasorios de Carmena en sus barrios

Manifestación contra la construcción de parkings disuasorios.
Manifestación contra la construcción de parkings disuasorios.
Uno de los grandes planes de la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, fue la construcción de una serie de aparcamientos en las inmediaciones de la M-30 y de la M-40 para favorecer que los ciudadanos madrileños acudieran al centro de la ciudad utilizando el transporte público. Años más tarde, con Martínez-Almeida a la cabeza del Ayuntamiento de Madrid, estos planes siguen en marcha, pero los vecinos de las zonas seleccionadas para su construcción intentan detenerlos.

Los vecinos de la capital de España se encuentran en pie de guerra contra los planes del Ayuntamiento de Madrid de construir parkings disuasorios en sus calles. En concreto, estos proyectos afectan directamente a las zonas de Aravaca, Mar de Cristal, Valdebebas, Fuente de la Mora y Palomas, Ibiza, Tres Olivos y Aviación Española.

La puesta en marcha de estas localizaciones fue la gran propuesta de la exalcaldesa Manuela Carmena, que buscaba mejorar la calidad del aire mediante la construcción de aparcamientos cercanos a las estaciones de transporte público en las inmediaciones de la M-30 y la M-40. De esta manera, los conductores estacionarían allí sus vehículos de manera gratuita y acudirían al centro de Madrid utilizando el Metro o el autobús.

En un principio, Carmena se comprometió a construir un total de 12 aparcamientos con 10.000 plazas repartidos en las zonas de Fuencarral, Hortaleza, Barajas, Vallecas, Villaverde y Latina, pero solo se llevó a cabo la edificación de uno de ellos, el parking situado en el Wanda Metropolitano.

Aparcamiento disuasorio en el Wanda Metropolitano.

Tras la llegada al poder de José Luis Martínez-Almeida y debido a que los terrenos de las zonas no eran propiedad del Ayuntamiento de Madrid, se buscaron seis nuevas ubicaciones que han levantado la indignación de sus vecinos. En el caso de Aravaca, sus habitantes llevan varios meses manifestándose contra la construcción del aparcamiento ya que consideran que actualmente no hay ningún problema para estacionar en esta ubicación, de hecho, aseguran que en el aparcamiento que ya está construido quedan plazas libres a diario.

Otro de los problemas que alegan es que la calidad del aire empeora en los barrios en los que se construyen ya que la afluencia de tráfico es mucho mayor. Además, los usuarios de transporte público no deben pagar por estacionar ahí sus vehículos mientras que los vecinos de la zona sí deben hacerlo.

Por otra parte, los habitantes de estas localizaciones afirman que, si los planes de construcción de los parkings siguen adelante, se producirán grandes aglomeraciones de vehículos en los accesos que impedirán la correcta circulación ya que, en algunos lugares como Tres Olivos ya se producen atascos sin existir estos aparcamientos.

Manifestación contra los parkings disuasorios.

Desde la oposición también critican la construcción de estos macroparkings. El concejal del PSOE responsable de Medio Ambiente, Ignacio Benito, ha afirmado en El Mundo que se van a destruir zonas verdes y a gastar millones de euros públicos de manera innecesaria. En el caso de Tres Olivos, tendrán que talar alrededor de 70 árboles para llevar a cabo las obras, una situación que contradice el principal objetivo de estos aparcamientos de mejorar la calidad del aire, puesto que los árboles juegan un papel fundamental en su limpieza y purificación.

Por otra parte, el PSOE también ha querido señalar la prohibición de instalar mesas para recoger firmas contra el garaje de Tres Olivos por parte del concejal presidente del Distrito Fuencarral-El Pardo, Javier Ramírez, cuando sin embargo, sí se permitieron instalar para protestar contra los indultos a los políticos catalanes.

Como alternativa a estas construcciones, los vecinos de las zonas afectadas han propuesto la edificación de centros culturales o bibliotecas, la ampliación de los carriles bici o el refuerzo del transporte público. Consideran que estas serían formas más rentables de utilizar el dinero público y de solucionar algunos de los problemas que existen en estos territorios.

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