18 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

El monarca británico se reunió el pasado 28 de noviembre con el primer ministro de Grecia para conocer el plan de la reforma del Palacio de Tatoi

El refugio griego de la reina Sofía en su niñez, reformado con ayuda de Carlos III

El Palacio de Tatoi.
El Palacio de Tatoi.
El pasado 28 de noviembre el rey Carlos III se reunió con el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis en el Castillo Windsor para conocer como será el plan de reforma del Palacio de Tatoi. El soberano británico se ha propuesto contribuir en la remodelación de la que fuera la residencia de la familia real griega hasta su exilio en 1967. El monarca cuenta con raíces griegas, pues su padre Felipe de Edimburgo nació como príncipe de los helenos y, de hecho, es tío segundo de doña Sofía.

El rey Carlos III de Inglaterra se ha propuesto contribuir en la remodelación de una de las joyas arquitectónicas que pertenecieron a la monarquía griega. Se trata del Palacio de Tatoi, la que fuera residencia de la familia de doña Sofía. El monarca británico ha llegado a un acuerdo con el primer ministro de los helenos, Kyriakos Mitsotakis, para implicarse en las obras de restauración.

El líder griego se reunió con el primer hijo de la reina Isabel II el pasado 28 de noviembre en el Castillo de Windsor para tratar el plan de reforma del que fuera el refugio de la reina emérita durante su infancia. Se estima que el coste de la rehabilitación de Tatoi rondará los 14 millones de euros.

Un homenaje a Felipe de Edimburgo

La determinación que ha tomado el soberano británico de colaborar en la restauración de Tatoi será un homenaje a su padre Felipe de Edimburgo. Entre las casas reales de Inglaterra y Grecia existen lazos familiares pues el duque de Edimburgo era primo del rey Pablo I de Grecia, padre de doña Sofía. Al igual que la madre de Felipe VI, nació en la villa Mon Repos ubicada en la isla de Corfú. Sus padres eran el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y la princesa Alicia de Battenberg.

La conversación que a Felipe de Edimburgo le urgió tener con su hijo Carlos  en el hospital

El duque de Edimburgo junto al rey Carlos III.

Tras su nacimiento, Felipe de Edimburgo se vio obligado a huir de su tierra natal escondido en una caja de naranjas a causa de que Grecia se encontraba en pleno conflicto con Turquía. El joven príncipe se convirtió en un refugiado de guerra y pasó el exilio junto a su familia en Paris, a quienes retiraron la nacionalidad helena. Su madre fue diagnosticada de esquizofrenia e ingresada en un psiquiátrico. 

El joven Felipe regresaría a Grecia al cumplir la mayoría de edad para visitar a su madre, aunque solo pudo estar un mes con ella, ya que posteriormente regresó a Londres donde pasó gran parte de su infancia. Fue antes de contraer matrimonio con su prometida, la joven princesa Isabel cuando tuvo que renunciar a su título de príncipe de Grecia y por ello sus raíces helenas son menos conocidas. Es ahora cuando su primogénito se ha propuesto honrar la herencia griega de su padre.

Tatoi, el refugio de la familia real griega

Es uno de los emblemas arquitectónicos de la historia de Grecia y ahora se encuentra en la ruina absoluta. Fue construido entre 1826 y 1829. A lo largo de la historia ha hecho frente a dos incendios devastadores. Uno de ellos bajo el gobierno de Constantino I de Grecia y el otro durante la II Guerra Mundial. Fue el monarca Jorge I de Grecia quien fijó Tatoi como lugar de retiro estival. En 1943 se convirtió de manera oficial en la residencia de la familia real griega tras haber abandonado el país.

La Reina Sofía, más cerca de 'recuperar' Tatoi, el gran tesoro de su  infancia

La familia real griega en los exteriores del palacio de Tatoi.

Allí los reyes Pablo y Federica de Grecia residieron junto a sus hijos, los príncipes Constantino, Irene y Sofía. La reina emérita guarda muy buenos recuerdos de su juventud en el recinto palaciego, donde jugaba con sus hermanos o aprendió a montar a caballo. Tras el Golpe de los Coroneles en abril de 1967, la realeza helena tuvo que marcharse de nuevo al exilio y no pudieron regresar hasta la década de los noventa. Hasta entonces era el Gobierno quien ejercía como propietario de Tatoi. 

En 1998 don Juan Carlos y doña Sofía realizaron un viaje oficial a Grecia y la emérita tuvo la oportunidad de regresar al que fue su hogar. “Volver a Tatoi fue un golpe a todos mis recuerdos. Como si me hubieran acuchillado un sueño”, declaró doña Sofía. A día de hoy no hay fecha oficial para el comienzo de la rehabilitación del palacio griego por el que desfilaron personalidades como Jackie Kennedy y en el que están enterrados los antiguos reyes de los helenos. 

COMPARTIR: