Tienen su origen en el siglo IV y se han convertido en un símbolo del verano en los núcleos rurales donde confluyen la mezcla de generaciones
Las verbenas populares en pueblos: Recuerdos del pasodoble, farolillos y churros con chocolate al amanecer

Como cada verano, miles de españoles regresan a sus orígenes en los núcleos rurales que un día dejaron atrás. Lo hacen para escapar del estrés de las ciudades, para reencontrarse con la familia o para disfrutar de lo que se conoce como las fiestas de verano o más conocidas como verbenas de pueblo, las cuáles se celebran hasta en la localidad más recóndita de la geografía nacional.
Para muchos, asistir a las verbenas de pueblo cada verano es sinónimo de reencuentros con amigos, bailar pasodobles o el conocido como 'agarrao', dejarse la voz con canciones tradicionales como ‘El Venao’, el repertorio de David Bisbal o ‘Paquito el chocolatero’ ( y si uno no se la sabe, se la inventa), pedir una cerveza sin la necesidad de entregar un riñón en la barra del bar o degustar unos churros con chocolate al amanecer en la plaza.
"Son reencuentros y recuerdos. Las fiestas del pueblo es despedir la etapa más maravillosa de nuestra juventud. Es ese pasodoble tempranero, esa canción pop que petaba la radio, las risas con tus compañeros de vida del verano y la última esperanza de vivir un amor veraniego fugaz", declara a elcierredigital.com Álvaro, quien cada verano no duda en viajar hasta el municipio manchego de Caleruela, pueblo por vía paterna y lugar donde nació su abuela.
Los orígenes de la verbena de pueblo
La verbena de pueblo es un evento muy significativo del patrimonio cultural español la cual refleja la tradición así como identidad de cada municipio nacional. Se trata de una festividad en la que se da una unión comunitaria así como la convivencia entre vecinos y población que reside en la ciudad y la cual suele acudir hasta los pueblos cada periodo estival. En los pueblos, las fiestas de verano se conciben como una parte importante de la vida social y las cuales combinan música, baile, gastronomía así como tradiciones locales creando un ambiente festivo.
La procedencia etimológica de estas fiestas es cuanto menos curiosa. El término procede del latín verbēna y este era el nombre que se le daba a una planta herbácea, la cual fue muy utilizada desde la antigüedad gracias a sus virtudes curativas. Con esta planta se preparaban numerosos remedios y ungüentos con la finalidad de curar diversas dolencias y también, era utilizada en numerosos rituales y ofrendas a las divinidades.

Imagen de la celebración de una verbena.
En pleno siglo IV, el Imperio Romano se encontraba en plena decadencia y la Iglesia Católica tomó el control de la mayor parte de las fiestas de carácter pagano y las reconvirtió en fiestas de carácter religioso, entre ellas la celebración del 'solsticio de verano' que pasó a llamarse como 'Fiesta de San Juan' celebrada el 23 de junio. A partir del siglo XIX, el uso de la planta verbēna comenzó a usarse en la celebración de estas fiestas populares de carácter religioso, las cuáles pasaron a denominarse verbenas y comenzaban entrada la noche hasta despuntar el alba.
"La verbena es sinónimo de reencuentro"
"No concibo el verano sin asistir a las fiestas del pueblo, llevo yendo que soy pequeño. Para mi significa reencontrarte con tus amigos de siempre, tomar copas hasta la madrugada recordando viejos tiempos. Son muy especiales", revela a elcierredigital.com Rubén, quien cada verano se desplaza hasta Caleruela, su pueblo por vía materna.
Este municipio toledano se encuentra situado en una llanura en la comarca de la Campana de Oropesa y linda con las poblaciones de Herreruela de Oropesa, Torrico, Valdeverdeja y la Calzada de Oropesa. Cada verano, este municipio acoge a muchos que un día dejaron atrás sus orígenes junto a sus familias para emigrar a la capital y no dudan en acudir a las fiestas celebradas el último fin de semana de agosto.

Fotograma de la serie 'Cuéntame como pasó'.
En el caso de Caleruela, el origen de la verbena estival se sitúa en la década de los setenta cuando un grupo de jóvenes del municipio tomaron la determinación de fijar unos días de fiestas en agosto aprovechando que, durante esas fechas, los paisanos ausentes que habían emigrado hasta Madrid volvían al pueblo para pasar sus vacaciones, por lo que se llamaron las 'Fiestas del emigrante'.
Muchos de aquellos jóvenes crecieron, formaron una familia y guardan recuerdos inolvidables de los veranos manchegos. Este es el caso de Celia, quien recuerda para elcierredigital.com como eran las fiestas de entonces en el municipio de Caleruela. "Cuando se propusieron las fiestas de verano, todos nos implicamos en ellas. Lo que más me emociona es recordar aquel año en el que el ayuntamiento dijo que no había fiestas porque no había dinero, y fue en ese momento cuando mi generación nos volcamos en montar una barra y trabajar por turnos para que las fiestas se pudieran celebrar. En nuestro caso, tuvimos a Pikoto, nuestro gran aliado. A partir de ese año, no han faltado nunca y para mi significan el esfuerzo que hicimos para que a día de hoy todas las generaciones hayan podido disfrutar de esto tan bonito que nos reúne todos los años".

Fotograma de la película 'Primos'.
"La noche era muy larga y terminábamos yendo a por churros a un pueblo aledaño. Las fiestas, las cuáles vivíamos con mucha ilusión, han cambiado mucho, aunque a día de hoy las seguimos disfrutando muchísimo. Cuando comenzaron a celebrarse, recuerdo los juegos de la cucaña, del chocolate, el tiro al plato, los partidos de fútbol...pasábamos unos ratos muy divertidos y ahora son las peñas quienes han tomado el testigo", recalca a elcierredigital.com Juanjo quien, como cada verano, viaja hasta este municipio manchego, lugar donde nacieron sus padres.
Una de las peñas más conocidas y de mayor trayectoria en el municipio de Caleruela son 'Los Morrales', quienes cada año aprovechan la semana de las fiestas del pueblo así como la verbena para juntarse y rememorar viejos tiempos. "Para mí las fiestas del pueblo es mantener el espíritu de tu infancia y tus mejores años de pubertad vivos", afirma Aitor, uno de los integrantes de esta pandilla a elcierredigital.com.
En la actualidad, las 'Fiestas del emigrante' se denominan 'Fiesta del verano', la cual es un enclave de reunión de amigos y familia en la conocida 'Plaza del Pilón'. Las nuevas generaciones de esta localidad han tomado el relevo a aquellos que un día se movilizaron para instaurar las fiestas del verano. "Es la fecha más especial del año, recuerdo que cuando éramos pequeñas se celebraba un concurso de disfraces. Hubo un año que mis amigas y yo nos disfrazamos de 'Grease' y nuestro afán era ganar el primer puesto. Por aquel entonces, se hacían muchas cosas y todo ello era muy especial", declara a elcierredigital.com Beatriz quien cada verano y desde que era pequeña pasa la última semana de agosto en esta localidad manchega.
"Para mi, las verbenas del pueblo lo son todo, tanto como que tengo tatuadas las coordenadas de la plaza donde estas se realizan. Desde que he sido pequeña he disfrutado tanto con mis padres como con mis amigos de las fiestas, de maneras totalmente diferentes, pero siempre con la misma ilusión. Soy esa persona, que se vuelve el domingo después de las fiestas llorando, recordando todo lo que ha pasado en un fin de semana de reuniones, de pasarlo bien, de disfrutar, pero también de unión.

Fotograma de la película 'Virgen de Agosto'.
Además puntualiza que aunque "cada vez es mas difícil coincidir como lo hacíamos antes ya que nos vamos haciendo más mayores, hay algo que nunca va a faltar, y va a ser la reunión en esas fiestas. Las fiestas, no sólo son eso, significan mucho más cada año, y me sigue pasando desde que soy pequeña, contar los días que quedan para esa semana tan maravillosa" afirma a elcierredigital.com Alicia, una de las jóvenes asidua a asistir a su pueblo durante la semana de las fiestas de verano.
"Las fiestas del pueblo son un lugar de reencuentro con familia o amigos a los que nos ves de manera habitual. La verbena es el epicentro de tu vida y es ahí donde se juntan recuerdos de otros años, se juntan expectativas de los próximos años..es un sitio donde se juntan presente, pasado y futuro", revela a elcierredigital.com Raquel, una de las jóvenes que, como cada año, asiste a las fiestas de verano de la localidad toledana de Caleruela.
Las verbenas de pueblo se han consagrado, a lo largo de los años, como una institución del verano y en las que confluye una mezcla de generaciones, quienes a pesar de bailar y cantar lo de siempre, coinciden en que las fiestas de pueblo siempre serán sinónimo de reencuentro y alegría.