Actualmente están en prueba los primeros vuelos comerciales a la Luna por parte de la empresa Virgin Galactic, del magnate británico Richard Branson
De las profundidades del Titanic al vacío del espacio: Los nuevos viajes turísticos a partir del medio millón de euros

Hace 54 años el hombre, por primera vez en su historia, posaba sus pies en la superficie de la Luna. Llegaron hasta allí en el Saturno V, que fue la nave más potente y grande de las que se han construido y probado con éxito. En su interior viajaba la tripulación, compuesta por Neil Armstrong, comandante del Apolo 11; Michael Collins, piloto del módulo de comando Columbia; y Edwin Buzz Aldrin, piloto del módulo lunar Eagle.
Tras casi sesenta horas de viaje, los astronautas, con Neil Armstrong a la cabeza, salieron de la nave. Al pisar la Luna, tomaron fotografías del paisaje y recogieron muestras del suelo lunar; además de dejar escrita para la historia la conocida frase de "un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad"
Cerca de 400.000 personas participaron en el programa Apolo durante 14 años para que pudiera hacerse realidad. Y tuvieron que invertirse 106.000 millones de euros por parte de un país dispuesto a usar todos sus recursos con tal de cumplir su objetivo

Fotografía del primer viaje a la Luna. Twitter
Ahora, más de medio siglo después, se empiezan a probar los primeros vuelos espaciales comerciales de la mano de la empresa Virgin Galactic, de la mano del magnate multimillonario Richard Branson. De hecho, el pasado 29 de junio se realizó el primer viaje comercial después de las últimas pruebas de mayo para comprobar que la nave que se iba a lanzar era segura. Este primer viaje, el del 'Galactic 01', tuvo como objetivo la investigación científica, ya que contó con la participación de tres miembros de las Fuerzas Aéreas y del Consejo Nacional de Investigación italiano.
Virgin Galactic utilizó su cuenta de Twitter para desvelar los nombres de los que iban a ser los integrantes de su primera misión e invitó a los usuarios a conocerlos. Los dos pilotos seleccionados fueron Michael Musucci, exoficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y Nicola Pecile, antiguo piloto de la Fuerza Aérea italiana. El coronel Walter Villadei utilizó un traje inteligente biométrico con el que midió sus respuestas fisiológicas durante el viaje. Angelo Landolfi también estuvo a bordo y fue el responsable de evaluar el rendimiento cognitivo y el comportamiento corporal en un entorno de microgravedad.

Vistas desde el vuelo comercial Virgin Galactic. Twitter
"Si alguna vez has soñado con explorar más allá, te damos la bienvenida a la nueva era del espacio. Un espacio para los curiosos", anuncian desde la página web de la corporación. Y es precisamente ese motivo comercial el que moverá el siguiente viaje, que llevará a cabo el 'Galactic 02. La base encargada de albergar los lanzamientos de estos viajes espaciales se encuentra en Nuevo México, y es conocida como Spaceport America.
Y es que la búsqueda de aventuras extremas y la exploración de nuevas fronteras se ha convertido en tendencia entre los millonarios más excéntricos. Para ello, la empresa Virgin ofrece un billete de ida y vuelta al espacio por la asombrosa cifra de 450.000 euros, lo que limita esta novedosa experiencia a los bolsillos más rebosantes.
Incidente del "Titan"
En este punto hay que recordar que hace unas semanas se produjo un trágico accidente que acababa con la vida de las cinco personas que viajaban en el 'Titan', un submarino comercial que ofrecía otra experiencia singular, cubriendo el trayecto hasta los restos del Titanic.
Según las investigaciones, el sumergible implosionó poco después de iniciar el descenso. El incidente generó mucha polémica y una gran conmoción en redes sociales y ha puesto de manifiesto los riesgos asociados con estas empresas privadas –como advirtió el

El submarino "Titan" que implosionó en las profundidades del Atlántico. Twitter
Actualmente los restos del Titanic yacen en el fondo del Atlántico, a una profundidad de aproximadamente 3.800 metros, donde la presión del agua es 400 veces mayor que en la superficie marina. Se estima que el submarino colapsó rápidamente bajo su propio peso debido a la inmensa presión del agua. La implosión habría ocurrido en fracciones de segundo, causando la muerte instantánea de los ocupantes de Titan.
En el submarino viajaban el empresario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo de 19 años Suleman; el explorador británico Hamish Harding; el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de la firma OceanGate, Stockton Rush.