23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La Sala de lo Civil del Alto Tribunal sentará jurisprudencia en este polémico caso, donde están en juego 14.000 millones de euros en créditos

Escándalo de las tarjetas 'revolving': El Supremo decidirá si los intereses aplicados son usura

La banca española y sus altos directivos están pendientes de la resolución que el Tribunal Supremo emita este miércoles sobre el posible carácter usurero de los tipos de interés aplicados a los préstamos ligados a tarjetas, especialmente a las denominadas 'revolving'. Con esta sentencia está en juego la rentabilidad de unos 14.000 millones de euros en créditos.

Las tarjetas 'revolving' son tarjetas de crédito en las que se dispone de un límite de crédito determinado que puede devolverse a plazos, a través de cuotas periódicas, pero su peculiaridad reside en que la deuda derivada del crédito se renueva mensualmente. El riesgo es que su elevado coste termine por convertir la deuda en perpetua, como alertó hace unos meses a los consumidores el Banco de España. 

Como ya pasó con las cláusulas hipotecarias, el Alto Tribunal sentará jurisprudencia con este polémico caso. Así, los magistrados de la Sala de lo Civil analizan una sentencia referida a una tarjeta comercializada por WiZink Bank con una TAE inicial del 26,82%.

Fue la Audiencia Provincial de Santander, el órgano judicial que estimó en parte un recurso de apelación interpuesto por la entidad contra un fallo del Juzgado de Primera Instancia, que declaró la nulidad del contrato entre las partes por existir un interés remuneratorio usurario. Ahora el Supremo deberá pronunciarse sobre si existe usura en este tipo de tarjetas.

Los reclamantes en esta causa invocan la Ley de Usura de 1908, que determina como nulo cualquier contrato de préstamo, extensible a un crédito, en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y desproporcionado, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de una situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales.

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Fachada del TrIbunal Supremo

 

El fallo del Supremo se centrará en los intereses de los préstamos con tarjeta. En concreto, aborda un crédito de WiZink al 27%, si bien su dictamen afectará a todas las entidades financieras y al conjunto del crédito ligado a estos plásticos. 

 

Este banco, que gestiona unos 3.400 millones de créditos de tarjetas, es el principal afectado, puesto que es su gran línea de negocio. Sus problemas arrancaron en 2015, cuando el propio Supremo obligó en una sentencia a anular una línea de crédito al 24,6%, por ser “más del doble del interés medio de los créditos”. Esto ha dado poder a los clientes, que están ganando mayoritariamente los juicios en primera instancia. Más del 90% de las resoluciones son a su favor, también en segunda instancia.

Ahora, WiZink ha tomado la iniciativa y presentó un recurso ante el alto tribunal, que acordó dar tratamiento preferente a este recurso. La entidad financiera quiere resolver de una vez y para siempre esta cuestión, que afecta directamente a su modelo de negocio y que ha implicado que desde 2018 y hasta junio del año pasado haya recibido más de 2.500 reclamaciones. En ese periodo ha provisionado unos 25 millones de euros.

La decisión puede afectar a todos los bancos

La línea de negocio afecta a todos los bancos españoles, incluidos las dos grandes entidades. Así, el volumen de crédito en tarjetas de Santander era a cierre del año pasado de 23.876 millones y el de BBVA, de 14.892, aunque las cantidades no son solo en España, sino de todos los países en los que operan, de ahí que la cifra recopilada por el Banco de España sea inferior.

Expertos del sector financiero señalan que las tarjetas de crédito con pago aplazado son un mercado en sí mismo, diferenciado de otros por su flexibilidad, y sus intereses responden al riesgo del producto. Es un mercado regulado con más de 40 años de presencia en España y en la UE, donde este producto está totalmente reconocido. 

Además, las sentencias contrarias a los bancos en España han creado una situación excepcional e inédita en el marco de la UE que, en caso de que no se corrigiera, podría privar al consumidor español de un producto del que disponen todos los demás ciudadanos del resto de las economías occidentales.

El Ministerio de Economía quiere evitar la "deuda perpetua" 

El Ministerio de Economía lanzó a consulta una orden ministerial en octubre que ahora está en proceso de aprobación para limitar los créditos de las tarjetas revolving. Así, acotó el endeudamiento que puede asumir el cliente, de manera que su deuda financiera total –todos los créditos firmados en cualquier forma ya sea una hipoteca, un crédito para comprar el coche y el propio préstamo revolving– no puede superar el 40% de sus ingresos netos anuales.

Economía considera que la cuantía anual que deberá amortizarse en los créditos revolving ha de ser el 25% del límite del crédito disponible. Además la banca estará obligada a analizar la solvencia del cliente para saber si le puede o no conceder un producto de este tipo.

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