25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Las asociaciones de consumidores reciben cada vez más denuncias por estafas en webs fraudulentas, pero la policía no hace nada al respecto

El timo de la reventa de entradas de Viagogo: te cobran el triple, no puedes denunciar y reza para acceder al evento

Viagogo, un timo a nivel planetario.
Viagogo, un timo a nivel planetario.
La reventa de entradas en Internet se ha convertido en un negocio lucrativo donde el riesgo a ser estafado es cada vez superior. Las webs de estos negocios cuentan con una presunta alegalidad originada por la divergencia entre las legislaciones de los países en los que actúan y la de aquellos en las que tienen su sede. Todo un quebradero para consumidores que se sienten estafados, pero que ven difícil reclamar sus derechos, mientras la policía ni el Estado hacen nada por solucionarlo.

El mundo de las reventas de entradas siempre ha escondido un lucrativo negocio y, también, un nicho de actuación para pícaros que buscan engañar a la gente. Es fácil encontrar páginas dedicadas a la venta de entradas para espectáculos, tanto culturales, deportivos como de ocio. De igual manera, también abundan las páginas de reventa de entradas. Igual que ocurre en la reventa callejera, en la online el comprador puede ser víctima de estafa. Con la salvedad, importante, de que aquí es difícil dar con el estafador.

Cada vez más las asociaciones de consumidores reciben más quejas por este tipo de engaños. Sin embargo, hasta ahora, poco se puede hacer, ya que el comprador que se siente estafado debería interponer una denuncia a la empresa que sostiene esta página web y que no tiene su sede en nuestro país. Eso lo complica todo, ya que tendrían que acudir al país donde oficialmente esta registrada la empresa con el coste que eso supone y que pocos se pueden permitir. Un negocio, por ahora, redondo ya que el coste del proceso hace que los engañados decidan no seguir adelante.

Un ejemplo claro de éstas páginas es Viagogo, una de las más denunciadas en España por esta práctica alegal. Esta web está bien posicionada en Google haciendo que el comprador suponga que es otra página más de distribución de entradas. Una vez buscado el evento que nos interesa, la página te pregunta por el número de entradas deseadas y es entonces cuando muestra el precio, pudiendo dar lugar a malinterpretaciones pues el comprador puede suponer que el precio mostrado corresponde al total de entradas.

Durante todo el proceso de compra utiliza técnicas de marketing agresivo con ventanas emergentes que se van desplazando al mismo tiempo que el usuario, llamando su atención en cada momento con amenazas de que las entradas se están agotando y utilizando temporizadores que muestran cómo se acaba el tiempo para finalizar la compra y ‘advirtiendo’ con marcarlas como disponibles para otros usuarios, llegando a anunciarte cuántas personas están interesadas en las entradas que, según ellos, ya se están adquiriendo. Utilizan mensajes del tipo: “Hay 2 personas más interesadas en estas entradas”.

Las entradas se venden con "ubicación o visibilidad", características que no siempre existen en los eventos donde se pretende acudir. El precio se muestra en letra pequeña, sin recalcar, pasando desapercibido en el lateral izquierdo de la pantalla, mientras que en el centro se sitúan los mensajes y ventanas emergentes que te apremian para que avances en el proceso de compra. Todo para confundir al posible comprador. Tan desapercibido pasa que, una vez compradas las entradas, sólo se recuerda haber visto el confuso precio al inicio de la opración.

Frase absolutamente confusa e ilegible en la parte superior de la pantalla en la interfaz de la página. 

No acaba todo aquí. Al misterioso precio de la entrada le añaden, una vez finalizado el proceso de compra, los costes de gestión, el IVA y un inexplicable coste por reserva. Estos costes adicionales no se advierten en ninguna de las numerosas ventanas emergentes o movibles durante el proceso de compra, sino que aparecen en el lateral izquierdo de la pantalla, en letra sin resaltar y sin indicar el coste de esos conceptos adicionales.

Así, se puede leer que no están incluidos “gastos de gestión, IVA y tasa de servicio”. Además, no se aclara qué IVA se va a cargar, ni qué tipo de gastos se esconden tras la “tasa de servicio”, ni qué cantidad suponen. Una vez finalizado el proceso de compra, por correo electrónico mandan el detalle de los gastos. El coste que el comprador suponía de todas las entradas solo corresponde a una y se duplica o triplica. Y en ocasiones asciende a cifras escandalosas.

Críticas de artistas y compradores

Las actividades de esta página no han pasado desapercibidas ni mucho menos. De hecho, es fácil encontrar foros de denuncia en la web criticando la existencia de esta página. Incluso, se hizo una solicitud numerosa en Change.org para obligarla a cerrar. Pero nada se eso se ha hecho. Ni siquiera la policía ha tomado cartas en el asunto, tanto que no admite denuncias contra ellos. Ni el propio gobierno, tanto del PSOE como en su día del PP, han hecho nada para legislar este supuesto atraco a los clientes.

Las entradas de Viagogo no son fiables.

También algunos artistas y promotores de conciertos, indirectamente afectados, han denunciado las maniobras de Viagogo. Según promotores de conciertos, la web Viagogo utiliza boots (robots en servidores web) que compran masivamente entradas a precios legales para inmediatamente pasar a revenderlas. Joaquín Sabina les denunció por vender entradas que todavía no habían salido a la venta y Alejandro Sanz por poner a la venta cientos de entradas duplicadas.

El popular artista Robe llegó a advertir a sus fans sobre esta página desde su perfil de Facebook. “Como sabéis hace unos días anunciamos los próximos conciertos de Robe en Barcelona y Madrid. Las entradas han salido a la venta hoy jueves día 31 de agosto a las 10 de la mañana, y su precio tanto en grada como en pista es de 28€ + gastos de gestión. Pudimos comprobar cómo, ayer mismo, Viagogo estaba vendiendo entradas para el concierto de Madrid a 74€, y lo que es más grave dando a elegir localidades en todo el recinto sin saber qué zonas íbamos a sacar a la venta” escribía en agosto de 2017.


Robe, miembro de Extremoduro.

A pesar de la evidencia del engaño y de la cantidad de quejas de compradores que se han sentido estafados, Viagogo es un enemigo difícil de combatir. Se acoge hasta a tres legislaciones distintas en función de sus diferentes sedes: británica, suiza y estadounidense. Juega con la indefinición de las normas para la venta entre particulares, con la dispersión de los afectados, así como con la codicia de muchos. Un negocio redondo donde los escrúpulos quedan atrás, mientras muchos compradores han perdido el dinero y la ilusión de disfrutar de un evento al que deseaban acudir.

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