25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La subida del Partido Liberal compensa parte de la pérdida de diputados de los grupos tradicionales de derecha e izquierda

Europa y los mercados financieros respiran tras contener a los populistas, ahora lejos de una minoría de bloqueo

Los euroescépticos no consiguen mayoría de bloqueo
Los euroescépticos no consiguen mayoría de bloqueo
Las fuerzas populistas, escépticas y eurófobas se quedan lejos de la minoría de bloqueo en un Parlamento Europeo en el que ganan peso los Liberales y Verdes y que junto a Socialistas y Populares estarán obligados a pactar para avanzar en los grandes retos a los que se enfrenta la Unión Europea en estos próximos cinco años.

Tras la dimisión de Theresa May y el triunfo del partido pro Brexit en el Reino Unido, y el auge de Le Pen y Salvini en Francia e Italia se esperaba lo peor pero no fue así. Los partidos antieuropeos se han quedado muy lejos de sus mejores augurios y sin capacidad de bloquear las iniciativas legislativas del Parlamento Europeo. A pesar de eso, los partidos tradicionales pierden posiciones, comenzando por el ganador, el Partido Popular Europeo (PPE).

El PPE es el que más escaños pierde, ya que pasa de 217 a 178 (-39). Por su parte, los socialistas europeos caen de 186 a 152 (-34), pese a los buenos resultados en España y en Portugal. Populares y socialistas aun así suman el 43% de los 751 asientos de la cámara. También retrocede el Partido de la Izquierda Europea (al que están adscritos Unidas Podemos o Syriza) de 52 a 38 escaños. Por su parte, la derecha radical populista -impulsada por la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y La Liga de Matteo Salvini, así como por el partido del Brexit de Nigel Farage- sube una veintena de asientos y controlará hasta el 23% de los escaños. Pero no logra su objetivo de alcanzar una minoría de bloqueo de un tercio que les permita paralizar el funcionamiento de la UE. Un resultado por debajo de las expectativas generadas: el escenario de una explosión populista en Europa no se ha producido.

En contraste con la caída de socialistas y populares y el estancamiento relativo de la ultraderecha, el Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas (ALDE) es la fuerza política que más sube: se dispara desde 68 a 105 escaños (+37). Junto a los verdes serán una pieza importante para afrontar los grandes retos a los que se enfrenta la Unión Europea.

Repercusión económica

Con estos resultados se espera que los mercados financieros reaccionen de forma positiva en un entorno económico complicado, marcado por la guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos con China y que puede salpicar a Europa y España. El diferencial de los bonos de los países periféricos (especialmente Italia) no debería ampliarse tras el frenazo de las expectativas de los partidos populistas. A pesar de la victoria por la mínima de Le Pen en Francia y el descenso de apoyos del partido de Ángela Merkel en Alemania, se apuesta por el impulso en los proyectos de integración que defiende el eje franco-alemán, especialmente a la hora de profundizar en una mayor integración fiscal y bancaria para tener un euro más estable.

Una de las conclusiones más claras de la crisis es que hay que lograr una mayor integración fiscal y bancaria para tener un euro más estable. El papel del Banco Central Europeo se ha reforzado en los últimos años, especialmente tras la llegada de Mario Draghi, y ha quedado claro que está dispuesto a tomar todo tipo de decisiones para conseguir la estabilidad de la zona euro. En la unión fiscal se ha creado el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) con una dotación de 500.000 millones de euros. Sin embargo, hay un claro consenso en que todo esto no es suficiente y que es necesario profundizar en la creación de la Unión Económica Monetaria (UEM).

Una mayor cohesión interior debe reflejarse en el exterior, donde es más necesario que nunca tener una voz única y fuerte. El mundo es cada vez más multipolar y se agudizan los choques de Estados Unidos frente Rusia, China y la propia Unión Europea, que tiene que demostrar en su respuesta unidad y cohesión. Su primer reto está en el Brexit. El 7 de junio se espera que se elija al nuevo Primer Ministro británico y con él habrá que buscar una salida, si se puede, antes del 2 de julio, cuando se constituye el Parlamento Europeo, para así la Unión Europea poder afrontar las reformas pendientes y los retos futuros en un horizonte económico muy incierto.

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