Tras los anuncios de su clausura, la planta de Villafranca donde se fabricaban la icónicas medias se declara en concurso para su posterior extinción
Adiós a la empresa castellonense Marie Claire: La centenaria marca de moda íntima que sobrevivió a la Guerra Civil

Con sede en Villafranca del Cid (Castellón), la empresa Marie Claire llevaba más de 100 años dedicada a la producción textil de las célebres medias valencianas. Pocos meses atrás anunció su intención de cerrar la planta y solicitar la declaración de concurso de acreedores de manera voluntaria para comenzar con la extinción de la compañía, según confirmó Europa Press.
Ya en junio se formalizó su cierre y, tras haber finalizado el periodo de consultas para el anunciado expediente de regulación de empleo (ERE), es previsible que en la segunda mitad de julio se presente el concurso de acreedores que acabe por extinguir la empresa. Fuentes sindicales han mencionado que algunos inversores interesados tienen apariencia de fondos buitre y que solo buscan la marca, como explica El Periódico Mediterráneo.
Por otra parte, los 190 trabajadores que estaban incluidos en el expediente de regulación de empleo firmaron su finiquito, cumpliendo el plazo legal de 15 días desde que les comunicaron la medida. Después contaron con otro periodo de 15 días de vacaciones correspondientes y quedaron totalmente desvinculados de la empresa. Aunque algunos lo hicieron en la modalidad no conforme, expresando su desacuerdo con las condiciones, se ha producido la despedida definitiva a la compañía.

Planta de Marie Claire en Villafranca del Cid.
Sin embargo, la empresa mantuvo a una decena de trabajadores en la planta de Villafranca del Cid para realizar los pocos pedidos que estaban pendientes por despachar. Y, además, a una plantilla muy reducida de 72 trabajadores en Castellón y 33 en el resto de España, que permanecerá en ERTE tres meses más con la posibilidad de prórroga de otros 3 meses.
Indemnizaciones
En los últimos años, la empresa ha vivido diversas dificultades financieras. En junio de 2022, formalizó un acuerdo con la Generalitat como medio financiación con un valor de 12 millones de euros en el marco del Fondo Valenciano de Resiliencia para empresas estratégicas afectadas por la crisis. Todo ello con el objetivo de solventar deudas acumuladas con trabajadores y proveedores y adaptar la empresa a las necesidades del marcado actual.
Los trabajadores que ya han abandonado su trabajo recibirán una indemnización de 23 días por cada año trabajado, con un límite de 13 mensualidades, según lo pactado a finales de junio en una reunión entre el equipo directivo y los representantes de los trabajadores, como se explica en Castellón Plaza.
Esto sucederá cuando el Fondo de Garantía Salarial actúe. Este es un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo, que se encarga de cubrir las indemnizaciones en el momento en el que una empresa en quiebra no pueda hacerlo. En el caso de Marie Claire, aportará la financiación para las indemnizaciones de 20 días y 12 mensualidades, mientras que la empresa deberá cubrir el resto. Como indica el medio valenciano, para ello deberán pasar varios meses.
Un icono en la historia
Son 116 los años que han pasado desde que Francisca Íñigo se abrió paso en un mundo empresarial predominantemente masculino. Fundadora de Marie Claire, esta mujer de clase media que tejía medias como entretenimiento mientras cuidaba del hogar, se convirtió en un símbolo español.
Su marido, Celestino Aznar, se dedicaba a comercializar con ganado equino y mientras viajaba por toda España, comenzó a vender las medias que fabricaba su mujer. En 1907 la venta se trasladó a una pequeña tienda en Villafranca y el éxito fue tal que, para poder cubrir la demanda, Francisca y su marido abrieron una fábrica a la que llamaron Lencería Eugenia Montijo. Esta contaba, en un principio, con 14 empleados, pero pronto el mundo de las medias despegó.

Anuncio Marie Claire.
La empresa también sufrió algunos contratiempos. Durante la Guerra Civil el negoció casi llegó a paralizarse y, más tarde, en época de crisis, también vendieron una parte del negocio a una compañía británica para sobrevivir, como explica Vanitatis. Sin embargo, ninguno de estos percances pudo con ellos, hasta el pasado junio.
Con el paso de las décadas, en los años 50, un nuevo accionista entró en la firma y, en 1960, despertó con el nombre que ahora conocemos: Marie Claire. La fábrica se trasladó a las afueras de Castellón para poder ampliar el catálogo de productos. Sin duda, los años 80 y 90 la empresa alcanzó un éxito sin precedentes. La marca fue pionera en publicitarse en la televisión y su espíritu moderno y atrevido la convirtió en casi un ídolo.
Multitud de ventas después, las medias de la pionera Francisca llegaron a colaborar con diseñadoras como Ágatha Ruiz de la Prada y pudieron ser vendidas en grandes plataformas como El Corte Inglés. En abril del 2021, la compañía fue adquirida por el grupo logístico Think Textil en una operación respaldada por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) mediante un plan de financiación para reflotar una empresa estratégica en la provincia de Castellón.
Marie Claire se mantuvo, durante mucho tiempo, como la fábrica de ropa interior más importante de Europa, sin embargo, la deslocalización y la producción en masa han acabado por desestabilizar al gigante español.
Ahora, los trabajadores, ciudadanos y políticos de la comarca reivindican el futuro de su tierra. Pocas semanas atrás tuvo lugar una manifestación en Villafranca en favor de la no clausura de la empresa. El Ayuntamiento del pueblo estima que alrededor de 2.000 personas acudieron para participar en el evento, convocado por CCOO y UGT, que protestaban por las 250 familias que se verán afectadas.
El manifiesto expresa la preocupación por el futuro de la comarca y propone un plan de trabajo y coordinación para fomentar el empleo del pueblo y de las localidades colindantes. Además, los alcaldes de Els Ports, l'Alt Maestrat, el Maestrazgo y Gúdar-Javalambre, y representantes de la Mancomunidad Comarcal Els Ports, también acudieron a la llamada de Silvia Colom, alcaldesa de Vilafranca.
Reinventándose en pandemia
La empresa ya tuvo que reinventarse durante la pandemia por la COVID-19, cuando dejó a un lado sus productos habituales y utilizó sus talleres para fabricar mascarillas y batas para sanitarios. Momento en el que el grupo Think Textil se hizo cargo de la compañía y recibió 21 millones de ayudas públicas para salir adelante. El objetivo de la compañía textil era fabricar 125.000 mascarillas y 15.000 batas semanales.