Según el abogado Alberto García Cebrián, "cada vez es mas notoria esta práctica que luego por experiencia es negativa en los divorcios"
Los tatuajes en las bodas: La tendencia nupcial que puede acabar en arrepentimiento

¿Contratarías a un tatuador privado para ofrecer tatuajes gratuitos en tu boda?. ¿Si como invitados de una boda te ofrecieran la oportunidad para tatuarte aprovecharías la ocasión?. Cada vez son más personas las que cuando se casan quieren hacerlo a lo grande y no escatimar en nada siendo la más original, un día inolvidable.
Precisamente la moda que ahora comienza en España de ofrecer un tatuador a todos los invitados para que a modo de “barra libre” puedan tatuarse aquello que consideren conveniente en la fiesta, pues ser precisamente algo inolvidable. En ocasiones para bien y en otras para mal con arrepentimiento de por vida.
Una moda 'peligrosa'
Dicen que de una boda sale otra boda y es que muchas celebraciones nupciales tienen un efecto idealizador en los demás en el que parece que, si quieres mucho a tu pareja, la mejor demostración sería contraer matrimonio en la boda más bonita y espectacular posible. El ambiente festivo, la exaltación de la felicidad y la barra libre pueden ser una combinación que acabe en todo tipo de ideas de tatuaje que en un contexto normal no se ocurrirían ni mucho menos materializarían.
Puede ser desde tatuarse lo mismo a dejarse sorprender o incluso dejarse llevar por el dicho de una manera fina, “no te atreves”. La monotonía hace que el ambiente festivo en España haga que en una fiesta muchas personas se transformen y hagan cosas que serían impensables en su día a día. Ello unido a la moda de tatuarse cada vez más, hace que algunos invitados a las bodas lejos de escandalizarse lo agradezcan y vean una oportunidad de ampliar su colección de tatuajes.

Imagen de un tatuador en un enlace.
Otra pregunta sería, si el 60% de los matrimonios acaba en divorcio, ¿Qué porcentaje de tatuajes fruto de la fiesta de matrimonio acabarán en arrepentimiento? Tal vez más que preocuparnos por la celebración material de la boda, deberíamos preocuparnos de casarnos mejor en el ámbito sentimental con mayor conciencia y contrayendo relaciones saludables desde la base.
Además, es de todos sabidos que cada vez es más frecuente la despedida de casados, o lo que es lo mismo, el divorcio, desdramatizando la separación y pudiendo ser un momento en el que esta moda también permita que siguiendo la misma tendencia se pueda aprovechar para continuar con más tatuajes.
La obsesión de contraer matrimonio
Existe una tendencia en la que cada vez son más las parejas que forman una familia sin contraer matrimonio. A su vez, de entre las parejas que deciden casarse, cada vez se extiende más la idea de que las bodas deben de ser únicas y la competición de cuál es mejor puede acabar en una obsesión que busque casarse como fin a toda costa y por todo lo alto, por encima de la reflexión necesaria antes de tomar la decisión de casarse con otra persona.

Tatuador durante una boda.
La exaltación de la celebración de una boda no puede tener un mayor protagonismo que la decisión en si misma de casarse y compartir un proyecto sentimental y familiar con otra persona. Las personas deben de tender a casarse con cabeza y sentido común dando más importancia a la decisión y proyecto común, que, a la manera de celebrarla, sin que deba de existir precipitación.
Cada vez llama la atención más los gastos de boda por todo lo alto que suponen en ocasiones un gasto desorbitado y que no se corresponde con el nivel de vida que después se va a tener que llevar durante el matrimonio, condicionado precisamente por gastar más de lo que se debería y limitando la capacidad de ahorro, lo que puede ser un motivo de tensión futura y debilitar la relación. Vivir por encima de las posibilidades condiciona muchas tensiones y rupturas.
Alto porcentaje de arrepentimiento
Como frase de reflexión para ilustrar el sentido común y coherencia en prioridades que debería de presidir la idea de casarse; destaco mi propia frase que dice: “El valor de contraer matrimonio no puede convertirse en inconciencia, debemos tener la conciencia necesaria como para casarnos con valores”.
Grabar en tu piel una cuestión o momento especial, puede ser una excelente idea, es algo muy personal. Pero con el paso del tiempo se podrá comprobar si se consolida la idea de contratar a un tatuador para tu boda y qué porcentaje de tatuajes acaban en acierto y cuales en arrepentimiento.