29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

La almeriense falleció el cinco de abril de 1996 víctima de un cáncer y protagonizó todas las portadas tras romper su relación con Isabel Pantoja

Veintiséis años sin Encarna Sánchez: La mujer más polémica y poderosa de la radio española

Encarna Sánchez.
Encarna Sánchez. / La periodista fue uno de los grandes fenómenos de la comunicación en España.
El 5 de abril de 1996 fallecía Encarna Sánchez, una de las mujeres más polémicas y poderosas de la radio en España. El director de 'Elcierredigital.com' prepara junto a Pedro Pérez, el que fuera productor de Encarna Sánchez, una nueva biografía con datos inéditos de la locutora almeriense y que publicará La Esfera de los Libros. Estrella de las ondas, su carácter combativo y sus relaciones con mujeres famosas, especialmente con Isabel Pantoja, la hicieron ser objetivo de la prensa.

El 5 de abril de 1996 la voz de la periodista Paloma Gómez-Borrero anunciaba desde los micrófonos de la COPE la muerte de una de las voces más características de esta emisora y de toda la radio española: Encarna Sánchez. Cuando casi se cumple un cuarto de siglo de su fallecimiento, la personalidad de la gran locutora sigue generando controversia. Los éxitos alcanzados en la profesión gracias a su peculiar estilo, los enemigos que dejó, los misterios en torno a su herencia y sus historias de amor supuestas y reales, hacen que siga siendo un personaje que despierta la curiosidad.

Encarnación Sánchez Jiménez vino al mundo en Carboneras (Almería) el 19 de septiembre de 1935, aunque durante años hizo creer a todo el mundo que su fecha de nacimiento fue cuatro años más tarde. Este es sólo el primero de los datos fantaseados en muchas de sus biografías. Su padre perteneció al bando perdedor de la Guerra Civil y eso marcó profundamente su infancia.

Encarna Sánchez en su juventud presentando a Rocio Dúrcal. 

A mediados de los años cincuenta se traslada a Madrid y comienza su trayectoria en Radio Juventud. Para poder obtener el carnet necesario para trabajar, estudió en un año intensivo los tres de curso habituales. De ahí pasó a realizar los cometidos habituales para las mujeres en la época: leer algún anuncio y ejercer de azafata en los concursos que llenaban las ondas en aquellos años. Ella, con un fuerte carácter que siempre la caracterizó, se rebeló contra ese destino y comenzó a encargarse de los programas donde se dedicaban discos.

En los años sesenta se hizo cargo de varios programas nocturnos como Esto es España, señores La noche vista por mí. En estos magazines, Encarna hablaba con los oyentes, entrevistaba a los músicos del momento y hacía reivindicaciones sociales, que si bien pueden parecer tímidas a la vista de hoy entonces constituían toda una revolución en el contexto de la dictadura franquista. El éxito fue rápido y consiguió un premio Ondas en 1968.

Sin embargo, tras estos años de éxito abandonó la radio. Aunque ganó el pleito con la emisora por despido improcedente, se dieron varias versiones. Entre ellas, que se acusaba a la locutora de ser poco clara en cuanto al dinero recaudado en un acto benéfico para una asociación de taxistas. Otras versiones aseguran que lo que hizo la periodista es intentar poner orden en el mundo del taxi y salió escaldada. Pero dinero nunca le faltó ni lo necesitó la periodista Encarna Sánchez, que ya era de por sí autosuficiente.

De América a ser un fenómeno social 

El resultado fue que la locutora de Carboneras fue vetada en la España de la época y decidió probar suerte en América. Antes de partir, el miedo al avión hizo que firmara un testamento donde legaba sus pocas posesiones, por entonces a su madre y, en su defecto, a Clara Suñer, íntima amiga de la locutora y que en aquella época era un rostro recurrente en los famosos Estudio 1 de la televisión.

Isabel Pantoja y Encarna Sánchez. 

En América, Encarna hizo radio, televisión y hasta teatro. Cuando volvió a España en 1977 su situación económica no fue la mejor y se asentó, después de unas semanas en Madrid, en Barcelona. En la Ciudad Condal comenzó a encargarse de un programa en Radio Miramar. El programa Encarna de noche, entre 1978 y 1984, se convirtió en un fenómeno de masas. La forma directa de la locutora, su lenguaje barroco y el punto visceral con el que trataba los problemas sociales de la gente eran su seña de identidad. De ahí pasaría a encargarse de las tardes de la cadena COPE, con el que dicen que fue el contrato más caro de la historia de la radio.

En Directamente Encarna trataba todo tipo de temas sociales y de investigación, como el famoso caso Rafael Vera, sobre los fondos reservados del Ministerio del Interior. Sus discursos cada vez se hicieron más directos, a veces duros y radicales. Pocos personajes, por entonces bajo el paraguas protector y benefactor del felipismo, se libraron de su afilada lengua: Ramoncín, Isabel Preysler, Victoria Abril, el Gran Wyoming… También a nivel político se convirtió en un referente y en su programa se dieron varias y sonadas exclusivas sobre asuntos de corrupción, como el anteriormente citado.

Su relación con Isabel Pantoja

Sin embargo, a partir de 1990 su vida comenzó a ser tema de conversación y asunto de portada en las revistas del corazón. Su relación con la tonadillera Isabel Pantoja, viuda del torero Francisco Rivera Paquirri, fue una de las más comentadas de la época, sobre todo a partir de que el dúo humorístico Martes y 13 trataran el asunto en su especial de Nochevieja en 1991.

La relación entre la tonadillera y la periodista estuvo llena de polémicas y corrientes de dinero que iban y venían. “Un día, Isabel llamó por teléfono a Encarna y le suplicó que la ayudara porque había un embargo sobre la finca Cantora y necesitaba 90 millones para que no se la quitaran. Encarna la tranquilizó y le dijo que le enviaría ese dinero a través de Carlos, su chófer, en una hora. Cuando Isabel vio que pasaba la hora y no llegaba el envío de su amiga, volvió a llamar y le dijo que era urgente y que si no le importaba enviaría ella a Tere Pollo, que "era como Dios" y estaba en todos los sitios. No tardó ni diez minutos en plantarse en la casa de Encarna para recoger el dinero. Seguro que estaba ya en la esquina esperando”, así lo aseguraba en su momento a Elcierredigital.com Julián Fernández Cruz, biógrafo de la locutora. 

Cuando su relación con la tonadillera acabó, otra conocida folklórica, María del Monte, se instaló en el ámbito afectivo de la folclórica y la locutora se sintió traicionada. Para entonces, la salud de Encarna Sánchez estaba en un punto delicado, después de años luchando contra un cáncer. El final de la periodista llegó justo cuando había terminado su casa en Marbella, La Gaviota, gracias a las facilidades del entonces alcalde de la localidad malagueña, Jesús Gil.

El 5 de abril de 1996 fallecía la periodista en su casa madrileña de La Moraleja, donde estuvo refugiada sus últimos días de vida. Desde entonces, comenzó a forjarse una leyenda en torno a todos los misterios de su vida y de su herencia que quedaron sin resolver, empezando por el final de su cuantioso patrimonio que ha generado no pocas polémicas.

Sin embargo, la generosidad de la periodista de Carboneras hizo que algunos cobrasen la herencia en vida. “Isabel se llevó mucho de Encarna, joyas, dinero… Nunca devolvió nada. Los 90 millones eran muchos millones y si encima te enteras de que ya ha aparecido María del Monte pues… no le debió sentar bien. Isabel dominó mucho a Encarna. Cuando ella llegó, salió de casa de Encarna todo aquel que a ella no le convenía. Dio mucho por ella y se sintió traicionada”, aseguraba Fernández Cruz en la citada entrevista.

Sorprendentemente, Encarna no hizo testamento y aquel que había redactado en los setenta hizo de Clara Suñer la única heredera. Todos los silencios se han cubierto mediante rumores y maledicencias sobre una periodista que alcanzó cuotas de poder increíbles para una mujer hasta entonces. La vida de un ser humano marcado por sus propias contradicciones y represiones. Una gran periodista y luchadora de temas sociales.

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