Intrahistoria de la familia de los García Obregón: Del patriarca constructor Antonio a la polémica 'Anita'

La vida de Ana Obregón no ha sido sencilla. No hay más que echar la vista atrás a todos los titulares que la celebrity ha protagonizado. En los últimos años debido a la muerte de sus familiares más queridos —su hijo y sus padres— y en los primeros años tras su salto a la fama con sus fallidas relaciones amorosas. El último titular que Ana Obregón ha protagonizado a ella la hace “muy feliz”, como bien confesó su familia, pero no ha estado exento de polémica.

Y es que la mediana del clan García Obregón protagonizó el pasado miércoles la portada de la revista '¡Hola!', en la que aparecía en una silla de ruedas con una recién nacida en brazos saliendo de la Clínica Memorial Regional Hospital de Miami. Se conocía entonces que Ana Obregón, de 68 años, había sido madre mediante un vientre de alquiler en Miami, donde esta práctica —al contrario que en España— es legal.

No obstante, pese a la facilidad que le haya podido reportar a la actriz, la fotografía despertó el debate en las redes sociales, en los medios de comunicación e incluso en las esferas políticas. La avanzada edad de Obregón, unida al delicado tema de la gestación subrogada en España, conseguían poner a gran parte de la opinión pública en su contra.

La familia de Ana Obregón, su apoyo en momentos difíciles

Su familia, no obstante, y como bien han hecho a lo largo de todos estos años, apoyaban a Ana, que solo comunicó la noticia a su círculo más cercano, entre los que se encontraban sus hermanas Celia y Amalia y el padre de su hijo Aless: Alessandro Lequio.

Alessandro Lequio y Ana Obregón.

Ana también fue apoyada por sus seres queridos cuando protagonizó otro escándalo destapado, precisamente, por el director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, en el año 2008. Por aquel entonces, Galiacho compartía en un reportaje para la revista Interviú el resultado de una investigación al guardaespaldas de Ana Obregón. Según publicaba el periodista, Obregón le habría pedido a su guardaespaldas darle “una lección” al presentador Jaime Cantizano, que tenía la intención de emitir unas imágenes en las que aparecía el hijo de la Obregón. Finalmente, no se llegaron a difundir, pero sí que lo hizo el contenido de la conversación de la actriz con su guardaespaldas.

Entonces se rumoreó que la actriz se refugió en casa de sus padres, evitando a la prensa y despertar más polémica, y que incluso tenía pensado viajar a Miami hasta que el asunto se olvidase. Miami es, precisamente, la ciudad donde ahora planea quedarse un tiempo con su nueva hija, según apuntan algunos medios.

El encargado de atar todos los negocios de Ana Obregón mientras reside en Miami, según ha podido conocer elcierredigital.com, ha sido el abogado César Albiñana. Este es cuñado de Mario Conde y mantuvo durante la década de los 90 un romance con Ana Obregón del que quedó una amistad.

El inicio del clan: el matrimonio de Antonio García y Ana Obregón

La fama de Ana Obregón, no obstante, viene precedida del éxito de su padre en los negocios. Aunque este se hizo popular gracias al salto al mundo del espectáculo de su hija, ya era un empresario del mundo de la construcción con cierto renombre.

Antonio García nació el 18 de febrero de 1926 y empezó a trabajar con tan sólo 12 años. El 7 de mayo de 1957 creó la empresa constructora Jotsa con la que haría una gran fortuna. En los años del desarrollismo económico, García Fernández se convirtió en uno de los empresarios más importantes del sector 'del ladrillo'.

Ana Obregón y Antonio García.

Ana María Obregón y Antonio García se casaron a principios de los cincuenta y tuvieron cinco hijos y once nietos. Los cinco descendientes del matrimonio (Celia, Juan Antonio, Javier, Ana y Amalia) acabaron formando parte del holding familiar, Juan Obregón Toledo SA, y por lo tanto de Jotsa.

A principios de los 90 el 50% de las acciones fueron adquiridas por la empresa alemana Philipp Holzmann que, paulatinamente, se fue haciendo con más poder en la empresa hasta que a finales de la década, en 1999, apareció en los medios de información económica que Jotsa había solicitado al Juzgado de Primera Instancia número 4 de Madrid la suspensión de pagos. Para entonces, los García Obregón no tenían el control de Jotsa y los empleados afirmaron mediante un comunicado que Antonio García había guardado una previsión de 150 millones de pesetas en caso de tener que producirse un ERE. La empresa alemana lo negó y acabarían en un gran enfrentamiento con los representantes de los trabajadores.

Finalmente, la empresa acabaría en manos de otra saga tan mediática como los García Obregón, los Ruiz-Mateos. Los hijos del empresario jerezano se hicieron con Jotsa en el momento de expansión de Nueva Rumasa dentro de la política de comprar empresas con problemas económicos para reflotarlas a incorporarlas a su nuevo holding.

Desde ese momento, Antonio García vivía retirado del mundo empresarial y tuvo siempre un perfil bajo a nivel mediático. De hecho, cuando su intimidad se vio violada al emitir un programa de televisión imágenes suyas sin ropa, la actriz acudió a los tribunales para garantizar la intimidad de su padre, que no estaba vinculado al mundo del espectáculo.

Los cinco hermanos García Obregón

El matrimonio García Obregón tuvo cinco hijos: dos niños y tres niñas. Los varones han sido, de los cinco hermanos, los menos mediáticos. Concretamente Juan Antonio, el mayor, es el más anónimo. Arquitecto de profesión, tiene un estudio llamado Ego Internacional y está casado con Marta Vázquez de Castro, con la que tiene tres hijos.

Ana Obregón y sus hermanos.

El segundo varón de la familia es Javier, más conocido mediáticamente que su hermano debido a su matrimonio con la presentadora Paloma Lago, con la que tuvo un hijo llamado Javier. En el año 2033 volvió a casarse con la decoradora María Tevenet. Javier, por su parte, tiene una licenciatura en Económicas y se dedica al sector inmobiliario.

Más mediáticas —debido, en parte, a su relaciones amorosas— son las dos hermanas de Ana: Celia y Amalia. Celia y Ana siempre fueron inseparables y sus romances mediáticos en la década de los 70 fueron de lo más comentados. Celia tuvo un romance con Francis Franco, nieto de Francisco Franco, con el que terminó rompiendo. Se casó más tarde con Ignacio Vega-Penichet, con quien tuvo una hija: Celia Vega Penichet. Esta es abogada y tiene no solo muy buena relación con su tía Ana, sino que fue uno de los grandes apoyos de Aless Lequio en su etapa más difícil.

Amalia, por su parte, llegó a trabajar como modelo y a acompañar a su hermana Ana en programas de televisión como Adivina quién viene a cenar esta noche, en Cuatro. Se casó con el bailarín del Ballet Zoom Giorgio Aresu. Aunque acabaron divorciándose, tuvieron dos hijas: Amalia y Carolina. Carolina es una de las mejores amazonas de España y desde el año 2018 dirige junto a su madre una empresa de estudios de mercado.

Ana Obregón, una vida difícil

Aunque sin duda, de todos ellos la más mediática es Ana. Nacida bajo el nombre de Ana Victoria García Obregón el 18 de marzo de 1955, destacó desde pequeña, cuando su familia la apodó ‘Antoñita la fantástica’ debido a la creatividad e imaginación que poseía. Aunque ya a temprana edad demostró pasión por las artes, al estudiar piano y ballet, Ana acabó estudiando Biología en la Universidad Complutense de Madrid tras sufrir una enfermedad con tan solo 13 años.

Sin embargo, tras una carrera y un máster, Ana Obregón se lanzó al mundo de la moda al marcharse a Londres y, posteriormente, al de la actuación. Debutó en el mundo del cine en el año 1979 en la película Cuba con un papel de extra con el que no apareció en los créditos. Un año más tarde, en la película Tres mujeres de hoy ya interpretó un papel protagónico.

Obregón consiguió llegar a Hollywood, donde apareció en dos episodios de la serie El equipo A, en 1985. Aun así, si por algo es recordada, es por su etapa televisiva, que comenzó en los 80 y tuvo como punto álgido la década de los 90, en la que apareció en la gala de los Goya, en concursos como El gran juego de la oca o Grand Prix. Además, fue en el año 1994, cuando Ana dio las primeras campanadas de TVE junto a Joaquín Prat.

Aunque, sin duda, su gran papel le llegó en 2002 de la mano de la serie ‘Ana y lo siete’, que ella misma creó e interpretó. La ficción, que seguía la vida de una stripper, fue un éxito a nivel nacional e internacional, cosechando buenas audiencias en los países latinoamericanos y provocando la adaptación portuguesa, chilena, mexicana e italiana.

También conocida es su vida amorosa y las grandes pérdidas que ha acarreado. La primera de ellas fue la del jugador de baloncesto Fernando Marín. Después de cuatro años de relación, un accidente de tráfico acabó con la vida del deportista, que tenía tan solo 27 años. Ana Obregón siempre dijo que era el amor de su vida.

Ana Obregón junto a su hijo, Aless Lequio, y Alessandro Lequio.

Tras esto, Ana Obregón conoció a Alessandro Lequio en 1987, mientras rodaba una película en Italia. Por aquel entonces, Lequio estaba casado con Antonia Dell’Ate, a la que fue infiel con la bióloga. Una acción que repitió de nuevo con Obregón y que llevó al fin de la pareja. No obstante, como furto de esta relación nació Aless Lequio García, al que Ana siempre consideró lo más importante de su vida. En 2018 todo parecía torcerse de nuevo para la actriz cuando a Aless le detectaron un cáncer, del que falleció dos años después, con 27 años.

En los últimos años, Ana Obregón perdió también a su madre y a su padre. Ella misma declaró, tras el fallecimiento de Aless que “era absolutamente imposible que recuperara la ilusión por vivir”. Parece que ahora, con la hija que ha tenido a través de gestación subrogada, las ha recuperado. Por mucho que la decisión de la actriz haya despertado tanta polémica.