20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

EL NOMBRE DEL EMBOTELLADO DE ORIGEN JEREZANO PROCEDENTE DE LA BODEGA OSBORNE LLEVA EL NOMBRE DE CARLOS III, EL REY QUE GOBERNÓ EN ESPAÑA HASTA 1788

La coronación de Carlos III como monarca de Reino Unido revaloriza la homónima marca española de brandy

Brandy Carlos III y Carlos III Rey de Inglaterra
Brandy Carlos III y Carlos III Rey de Inglaterra
Tras la muerte de la Reina Isabel II el pasado sábado 10 de septiembre, Carlos de Inglaterra se convirtió en el monarca de mayor edad en asumir el trono británico. Y su coronación como rey de Inglaterra ha revalorizado el brandy español Carlos III. La bebida comenzó a fabricarse en 1772 en la bodega que Tomás Osborne Mann fundó en el Puerto de Santa María y su nombre se debe a Carlos III de Borbón que, en el año de su creación, reinaba en España.

El brandy Carlos III se ha revalorizado tras la coronación de Carlos III como rey del Reino Unido ante la muerte de su madre, la reina Isabel II. Esta bebida alcohólica de 36 grados de origen jerezano se comenzó a fabricar en 1772 en la bodega que Tomás Osborne Mann fundó en el Puerto de Santa María (Cádiz).

El nombre de esta reserva se debe a Carlos III de Borbón, pues en el año de su creación el monarca español reinaba en España. Fue rey de España desde 1759 hasta 1788, también fue rey de Nápoles y Sicilia, además fue duque de Parma y Plasencia. Pasó a la historia como gran político y gestor, además fue el impulsor de establecer Madrid como capital del Estado.

Rey Carlos III de Inglaterra.

Carlos III

Esta reserva se elabora durante tres años, se envejece en botas de roble americano y se elabora mezclando holandas que toman de la bota las notas de madera, agregado a un conjunto de Vinos de Jerez que dotan al brandy del aroma y el color característico. Se trata de un brandy de color ambarino dorado, con viva transparencia. Brillante, luminoso. En nariz tiene una intensidad aromática muy equilibrada, con notas de buen destilado y enriquecido por finas notas de pastelería. 

Por su parte, Carlos III de Inglaterra ha pasado a estar en boca de todo el imaginario colectivo, tiene fama de oponerse al Gobierno, de expresar sus propias opiniones políticas y es el heredero que más tiempo ha pasado esperando el trono.

El ascenso de Carlos III a la corona de Inglaterra 

Tras la muerte de la Reina Isabel II el pasado sábado 10 de septiembre, Carlos de Inglaterra se convirtió en el monarca de mayor edad en asumir el trono británico. Hombre contradictorio, ecologista y despilfarrador, Carlos asciende al trono habiendo sido el Príncipe de Gales más duradero y el heredero de más edad y con más años de servicio en la historia británica.

Conocedor de la factura que le ha pasado su vida personal (la gente todavía no ha perdonado que engañara a Lady Di), Carlos de Inglaterra se ha dedicado a trabajar duramente para fortalecer su imagen, la de la corona británica y conseguir la aceptación de su propia madre, la reina. En el año 2008 llevó a cabo 560 compromisos oficiales y más de 600 en el 2011.

Antes de acceder al trono, las encuestas situaban su popularidad entre los británicos en un 42%, y casi uno de cada dos encuestados deseaban que Carlos abdicara inmediatamente a favor de su hijo, el príncipe Guillermo. Esta situación se ha revertido lentamente y el año pasado, casi el 60% de los ingleses eran favorables a su reinado, unos porcentajes que siguen estando muy alejados de la popularidad de la fallecida Isabel II.

Los biógrafos oficiales británicos coinciden en que desde niño, el joven Charles Philip Arthur George Windsor mostró claras diferencias con su estricta madre y su carismático padre. Su carácter complicado ha sido definido por numerosas personas como inseguro, sensible, quejica y pomposo, actitudes muy mal vistas dentro de la familia real. Se dice del actual monarca británico que está acostumbrado a ser el centro del mundo y que no soporta que nadie le robe el protagonismo.

Carlos fue el primer miembro de la familia real en recibir una educación similar a la de cualquier joven inglés de clase pudiente. Estudió en la escuela Hill House en Londres y en la Gordonstoun, en el noreste de Escocia, y hoy se sabe que en ambos centros sufrió un fuerte bullying que no pudo evitar ni siendo hijo de quien era. En una ocasión, Carlos le confesó a su biógrafo oficial Jonathan Dimbleby que “fueron como una sentencia de cárcel”.

Camila Parker-Bowles, el entonces príncipe Carlos e Isabel II.

Carlos es un hombre instruido. Es la primera persona de la familia real británica que ha conseguido una licenciatura, concretamente en Artes. Además del inglés, habla galés, alemán y francés y sabe tocar el piano, la trompeta y el cello. Facetas desconocidas de un monarca expuesto a los medios de comunicación y al estricto escrutinio de unos padres severos y controladores.

Además de formarse como marino en el Real Colegio Naval de Dartmouth y como piloto en la RAF, jugó al polo en un intento de conseguir la aceptación paterna. Adora cazar y pescar, la jardinería, la medicina alternativa, la meditación y la acuarela.

La relación de Carlos con la Reina Isabel II siempre fue difícil. Fuentes británicas señalan ese carácter quejica y dependiente de su hijo. Dentro de la relación amor-odio que mantuvo en sus primeros años de vida con su madre, Carlos ha sido una persona que ha dado sus opiniones en múltiples entrevistas, causando el disgusto de una soberana que murió sin haber concedido jamás una entrevista ni haber emitido una sola opinión.

Pese a sus gustos filantrópicos, Carlos es un hombre que adora vivir como un millonario y no puede (ni quiere) disimular la estela derrochadora de su abuela materna. Tan solo el personal del palacio de Saint James y el de Highgrove suman 90 personas, y es conocido por viajar precedido por un camión donde transporta cuadros, muebles e incluso su cama.

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