Exposición 'Identidades y contratos' de Sebastián Margulis en Madrid

“No se puede concebir una sociedad sin arte. Para mí, el arte es el catalizador de la sociedad, que aglutina todas esas reacciones químicas y las convierte en fuerza renovadora que cuestiona y replantea sus prejuicios”. Sebastián Margulis no podía ser más oportuno con esta opinión.

En un momento trágico como el presente, en el que el mundo vuelve a estar en vilo y en peligro por la voluntad de un déspota aferrado a un despacho con poderes nucleares, el artista argentino nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre el ser humano, la sociedad, sus compromisos, sus contratos, su hipocresía… Margulis nos presenta, a partir del 2 de marzo próximo en el Centro Cultural Lope de Vega, parte de su obra gráfica en la exposición “Identidades y Contratos”. Una representación de personajes ambiguos en escenarios que plantean situaciones y climas inmersos en una burla constante del juego de los contrarios, quietud frente a movimiento, amor frente a desamor, cordura versus locura, humano frente a animal…

“La exposición es realmente una mirada a las pautas de las identidades individuales y colectivas de las sociedades actuales y al amplio abanico de contratos existentes implícitos y explícitos. Mi intención es poner al descubierto las hipocresías e intereses que circundan los denominados contratos sociales. Los documentos, los contratos, los acuerdos, inundan nuestra vida. Cada vez más. Pensar en contratos es pensar en formas de garantía, de orden público, de transparencia y legalidad, todo atado", afirma el artista.

“Sin embargo, los contratos también nos traen la letra pequeña, el anticontrato”, destaca Sebastián Margulis. “Son más enredo, más cláusulas para la vida, desinformación intencionada y compartimentada que alimenta los múltiples aspectos diarios de nuestras vidas de rebaño… nos complican la existencia”, concluye el artista, cuya influencia se intuye y se confirma al apuntarnos los nombres de los maestros en quienes se inspiró, Egon Schiele, Francis Bacon, Max Beckmann, Picasso, Lucian Freud y la portuguesa Paula Rego.

En su obra, tan expresionista como impactante, trabaja con el ser humano como centro, donde intervienen a menudo varios personajes generando movimiento, tensión temática y compositiva. Sus cuadros surgen de dejar el inconsciente a su libre albedrío, de un estado mental buscado, despreocupado y distendido para reflejar la crudeza y el expresionismo penetrante de la realidad del ser humano y la sociedad que conforma, enladrillada por las normas y los acuerdos. Sin ideas previas. “Los temas y las imágenes van naciendo de una mancha caprichosa y casual, de un gesto desenfrenado y de una búsqueda constante”, subraya el artista.

Sebastián Margulis nació en Buenos Aires en 1964. Vivió en Estados Unidos y desde 2001 reside en Madrid. El pintor argentino comienza sus estudios en el Círculo de Bellas Artes y, poco después, en el taller del pintor Carlos Fels. Allí se vuelca en el dibujo y la pintura, encuadrado en lo que podríamos llamar expresionismo figurativo con técnicas mixtas, dando vida y experimentando con la suma de sus influencias y creando un estilo propio en el que el desgarro y la dureza de la expresión provocan y atrapan al observador mientras descifra, piensa, siente. Una obra muy oportuna y en la que muchos, quizá, interpreten la teatralidad de la realidad actual, tan repleta de contratos que atan y que impiden cualquier tipo de acción.