Estos creadores de contenido pueden llegar a ingresar más de 1.000 euros al día por la publicidad del conflicto contra Ucrania en sus perfiles
El negocio de los influencers de Putin: Los 'blogueros Z' que promueven la guerra

Tal y como ha revelado una reciente investigación de la BBC, los influencers que promueven la guerra de Rusia contra Ucrania en las redes sociales están percibiendo grandes ingresos generados por la publicidad en su cobertura del conflicto en internet.

Alexander Kots, influencer prorruso
La mayor parte de los contenidos publicados diariamente son vídeos de ataques con drones horripilantes y afirmaciones falsas sobre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Además, comparten publicidad comercial de todo tipo de cosas, desde criptomonedas hasta moda.
En Rusia se les conoce como los “Blogueros Z”, por su apoyo a la guerra frecuentemente simbolizada con esta letra, algunos de ellos están asignados al ejército ruso y publican imágenes del frente, desde donde instan a la juventud rusa a alistarse y unirse a los militares en el frente.
Desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero del 2022, los influencers proguerra han atraído a millones de seguidores en diversas redes sociales, especialmente en Telegram, la plataforma de red social que muchos rusos usan después de que el presidente Vladimir Putin vetara a Instagram, Facebook y Twitter.
El ‘boom’ de Telegram en Rusia
La prohibición de estas redes sociales propició un auge de Telegram en el mercado publicitario. Los influencers de la guerra se han aprovechado de esto, vendiendo espacios publicitarios a compañías que buscan llegar a una audiencia joven.

Putin recibe a Semyon Pegov, influencer prorruso que resultó herido al pisar una mina
El presidente Putin les ha otorgado a los influencers proguerra medallas y puestos públicos. Para saber más sobre cuánto cobran, miembros del equipo de investigación de Desinformación Global de la BBC se hicieron pasar por dueños de un hotel interesados en publicar anuncios en esos canales.
De camino, entraron en contacto con algunos de los más famosos influencers de este tipo. Uno de ellos fue Alexander Kots, un corresponsal veterano de un diario prorruso que se convirtió en un influencer de guerra, con más de 600.000 seguidores en su canal personal en Telegram.

Alexander Kots
Semyon Pegov, conocido como WarGonzo, fue otro. Es posiblemente el bloguero Z más conocido y mejor valorado entre su comunidad, con más de 1,3 millones de seguidores. Alexander Kots explicó que costaría entre 48.000 a 70.000 rublos (entre 457 y 667 euros) por cada publicación en su canal, dependiendo del tiempo que el comercial permaneciera en la transmisión. WarGonzo cotizó el equivalente a 1,765 dólares por publicación.

Semyon Pegov (derecha) junto a un soldado ruso
Los principales influencers de guerra publican por lo menos un comercial al día, así que los ingresos potenciales eclipsan el salario mensual promedio en Rusia de 66.000 rublos, unos 629 euros.
La investigación de BBC reveló que un agente publicitario que trabaja con los canales vinculados al grupo mercenario Wagner pidió el equivalente a 300 dólares por cada comercial en Grey Zone, un canal de Telegram que tiene acceso exclusivo al grupo Wagner y cuenta con más de 600.000 seguidores.

Captura del grupo de Telegram, Grey Zone, vinculado al grupo Wagner
Para colocar publicidad en el canal de Alexander Simonov, un corresponsal del sitio web Ria Fan, fundado por el fallecido jefe mercenario Yevgeny Prigozhin, el agente pidió 218 dólares por cada publicación. Otro reportero de Ria Fan, Alexander Yaremchuk, tiene menos seguidores, así que sus tarifas son inferiores a los 100 euros por publicación.
Aunque algunos de los blogueros Z tienen experiencia considerable en la cobertura de la guerra para los medios estatales, otros como Maryana Naumova no tienen capacitación profesional. Ella es una antigua halterófila de potencia que tomó un curso de reportería en una base mercenaria de Wagner y ahora presenta su propio programa en la TV nacional.
El negocio de la desinformación
El creciente mercado para el material de los blogueros Z se sostiene con una constante difusión de videos exclusivos. Las grabaciones atraen seguidores diversos, desde las audiencias internas pro guerra hasta analistas occidentales y ucranianos que intentan averiguar qué es lo realmente sucede en las trincheras rusas.
Una imagen montada supuestamente muestra a soldados ucranianos armados insultando y acosando a civiles dentro de un automóvil. Los principales blogueros compartieron esta imagen, aunque el análisis de diversos medios de comunicación ha señalado que es falsa. Y es que algunos contenidos compartidos en estos grupos tienen una naturaleza desinformativa y propagandística.

Captura del vídeo falso que fue difundido por canales de propaganda rusa
El pasado mes de marzo, destacados influencers incluyendo a Alexander Kots publicaron un video tomado con una cámara a bordo de un vehículo que supuestamente mostraba a dos soldados ucranianos deteniendo un automóvil con una mujer y un niño pequeño en su interior.
Los hombres armados que aparecen en el video llaman a la mujer “cerda” por hablar ruso y la amenazan. Los blogueros Z dijeron que el video era un ejemplo perfecto de cómo los ucranianos trataron a los civiles.
Sin embargo, el equipo de la BBC rastreó geográficamente este video a Makiivka, un pueblo cerca de Donetsk. Esa región de Ucrania ha estado ocupada por fuerzas representantes de Rusia desde 2014, por lo tanto es imposible que un soldado ucraniano uniformado hubiera podido operar en este territorio ocupado.
Además de eso, el uso de cámaras vehiculares es ilegal en Ucrania. La prohibición se impuso después de la invasión rusa a ese país para mantener en secreto el movimiento de sus tropas.
Es uno de muchos videos falsos difundidos por los blogueros Z para instar a la juventud rusa a que apoye la guerra, y hay evidencia de que están teniendo éxito. En uno de los videos, un hombre ruso movilizado dice que fue al centro de reclutamiento después de ver un video de Vladlen Tatarsky, uno de los blogueros más vociferantes. Tatarsky murió en un atentado el pasado mes de abril, durante una reunión con sus simpatizantes.