20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El propietario de Tesla y SpaceX adquirió la compañía por 44.000 millones de dólares con la intención de permitir más libertad de expresión en la red

Gran revuelo ante la compra de Twitter por Elon Musk: Desde la opinión de los tuiteros hasta la de la Unión Europea

Cuenta de Twitter de Elon Musk.
Cuenta de Twitter de Elon Musk.
Twitter ha sido comprada por Elon Musk por 44.000 millones de dólares. El empresario la ha adquirido con la intención de aumentar la libertad de expresión de la red social, lo que ha generado revuelo. Los tuiteros se toman la situación con humor y a la par con preocupación por los posibles cambios, mientras que Bruselas advierte al millonario que tendrá que seguir las normas europeas de plataformas digitales.

Elon Musk lleva semanas protagonizando las noticias de todas partes del mundo. Lejos de que el tema de conversación verse sobre alguna de las empresas que posee, como Tesla o SpaceX, la razón por la que el millonario está en boca de todos es su más reciente adquisición: la red social Twitter, que ha adquirido por 44.000 millones de dólares.

“La libertad de expresión es la base de una democracia funcional y Twitter es la plaza de la ciudad digital donde los temas vitales para el futuro de la humanidad se debaten”, publicaba el empresario en su cuenta de Twitter tras la compra, lo que explicaba la razón que le llevó a pagar un 38% más del valor que Twitter tenía cuando el millonario ya poseía el 9% de las acciones.

Nuevas medidas, la idea que Musk tiene sobre la libertad de expresión y la aceptación de las normas europeas son algunas de las conversaciones que está generando la compra de la red social por parte del empresario.

Las nuevas medidas

Antes de hacerse con la compañía, Musk ya había manifestado a través de su cuenta de Twitter algunos de los cambios que él consideraba relevantes para mejorar la red social. Uno de ellos es quizá uno de los más pedidos y rechazados a lo largo de la historia de Twitter: la edición de tuits.

La red social confirmó que ya tenía intención de introducir esta mejora, a la que Musk ha puesto limitaciones. No se podrá editar un tuit en cualquier momento, sino por un periodo de tiempo breve y tendrá, como aspecto negativo, que si el contenido se modifica, será como comenzar de cero: todos los retuits y 'likes' se eliminarán. Esta medida buscaría favorecer a que la corrección se efectúe cuando existan erratas o enlaces equívocos.

El empresario también pretende poner fin a la clásica limitación de caracteres (actualmente de 280) y eliminar los 'bots' de la plataforma autentificando las cuentas auténticas.

La libertad de expresión de Musk y sus problemas

Aunque sin duda, lo que más revuelo está causando es la idea del millonario de “libertad de expresión”. Para ello, apuesta por un código abierto que no censure y que, según los usuarios, podría dar pie a algunos de los aspectos contra los que la red social ha estado luchando durante años: desinformación, acoso, 'spam'…

La mayoría de tuiteros se toman la situación con humor, con mensajes copiados unos de otros en los que “no autorizan” al empresario a usar sus “imágenes, información, fotos, mensajes eliminados, archivos, etc”, al más puro estilo de cadenas de Whatsapp, asegurando protección con la redifusión del mensaje.

Otros tantos celebran la compra de la empresa por parte de Musk y, por último, algunos usuarios expresan su preocupación por los cambios. Uno de ellos, que también es objeto de memes, es la posible vuelta de Donald Trump a la red social, cuya cuenta fue suspendida el pasado año.

Aunque lo cierto es que Musk ya se vio envuelto en problemas debido a su idea de la libertad de expresión que impone a sus empleados en Tesla y SpaceX, a los que hace firmar en sus contratos cláusulas para no llevar a la compañía a juicio si hubiese una disputa laboral, según han informado varios medios. Esta postura se une a otras, como cuando se negó, en aras de la libertad de expresión, a cancelar a los medios prorrusos el acceso a Starlink, la compañía de internet por satélite que posee.

La Unión Europea también advierte a Musk

Recientemente, Zuckerberg amenazó con retirar las redes sociales de Meta de Europa debido a las normas impuestas por la Unión Europea en materia de protección de datos. Ahora, con la adquisición de Twitter por Musk, Bruselas ha advertido al empresario que deberá cumplir las normas que la institución tiene para las plataformas digitales: “Sean coches o redes sociales, cualquier compañía que opere en Europa debe cumplir con nuestras reglas sin importar su accionariado”, escribió el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.

Thierry Breton.

La norma a la que se refiere, sin embargo, es nueva y entrará en vigor a partir de 2024. Con ella, se obligará a las grandes plataformas a retirar contenidos ilegales, entre otras cosas.

Twitter y su intento por parar a Musk

La junta directiva de Twitter aprobó por unanimidad este mismo mes una estrategia para complicar la operación de compra de esta red social a Elon Musk. El plan consistía en permitir que los accionistas comprasen acciones adicionales con un descuento. Esto es conocido como ‘píldora venenosa’, y se puede realizar siempre y cuando un grupo o inversor particular adquiera más del 15% de las acciones de la empresa en una operación que no cuente con la aprobación de la junta.

El consejo de administración de Twitter aseguró en un comunicado que la 'píldora venenosa' reduciría “las posibilidades de que una entidad, persona o grupo consiga el control de Twitter a través de una acumulación de acciones en el mercado abierto, sin pagar a todos los accionistas un 'premium' apropiado o sin proporcionar al consejo el tiempo suficiente para tomar una decisión informado o llevar a cabo acciones en el mejor interés de los accionistas”.

Este plan fue aprobado tan solo un día después de que el hombre más rico del planeta presentase una oferta para hacerse con el 100% de Twitter, por la que desembolsaría 54,20 dólares por cada acción, lo que supondría un total de más de 41.000 millones de dólares.

El dueño de Tesla comenzó el asedio el mes pasado, cuando planteó en su perfil de esta red social la necesidad de crear una nueva plataforma. Poco después, se hizo público que había comprado el 9,2% de la compañía, lo que le convirtió en su mayor accionista. Las medidas que intentó usar Twitter para pararle no han surtido efecto, ya que ha conseguido hacerse con el control de la compañía. Algunos de sus planes de futuro son convertir la compañía en una empresa privada.

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