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Una casa de dos pisos con paredes de ladrillo y techo de tejas rojas, rodeada de vegetación y con un jardín en la parte delantera.
SUCESOS

Vuelve a escena la casa del crimen de Asunta: De okuparla a ser pasto de 'influencers'

La casa de Montouto, donde ocurrió el asesinato de Asunta Basterra, fue vendida en mayo por 200.000 euros.

Como ya informó elcierredigital.com el pasado mes de marzo, la ‘crónica negra’ española volvió a sumar un nuevo documental o serie, el del caso de Asunta Basterra, que llegó a Netflix de la mano de una serie que volvió a traer al foco mediático uno de los casos más impactantes de los últimos años en nuestro país.

Desde que se emitió el documental, cada vez más jóvenes usuarios de las redes se han sumado al fenómeno del ‘true crime’ y han seguido de cerca este caso. Tanto ha sido el interés despertado que los vecinos de Teo, donde vivieron los Basterra Porto, se quejan de la sobreexposición que está sufriendo la casa donde se produjo el asesinato de la niña, con personas colándose frecuentemente para ver en qué condiciones se encuentra la vivienda. 

Persona con linterna explorando un armario lleno de ropa en una habitación oscura.
El 'youtuber' 'Hause' en el interior de la casa de Montouto en el municipio de Teo | ElCierreDigital

Una de las exploraciones más destacadas de la casa la ofreció el usuario de TikTok 'Hause', que ha compartido en la red imágenes de las habitaciones, mostrando el deterioro de la vivienda tanto en su fachada y exteriores como en el interior. La exploración de la casa donde se produjo el crimen ha avivado un intenso debate sobre la privacidad de la vivienda, que ya se ha visto allanada en el pasado, y el respeto a la memoria de Asunta Basterra, que cumpliría 24 años el próximo 30 de septiembre.

Al parecer, la casa de Montouto, en el municipio de Teo, fue vendida a mediados del pasado mes de mayo, según informaron diversos medios de comunicación. A falta de un contrato o confirmación oficial, la vivienda se habría vendido por aproximadamente 150.000 euros, muy por debajo del precio inicial que Rosario Porto había estipulado en su momento.

El estado actual de la casa de Teo y su proceso de venta

Tras once años desde el asesinato de Asunta, finalmente la casa de Montouto habría encontrado comprador. La vivienda, que había sido puesta a la venta por un millón de euros antes del trágico suceso, habría sido adquirida por unos 150.000 euros, según informó en mayo la prensa gallega.

Al parecer, la firma de la venta habría tenido lugar poco después del estreno de la mencionada serie de Netflix basada en el caso de Asunta Basterra. La casa, propiedad de los padres adoptivos de la niña, es una amplia construcción de 400 metros cuadrados en una finca de 10.000 m2, equipada con jardín, piscina, cancha de tenis y un hórreo asturiano.

Una casa de piedra con ventanas blancas y un techo de tejas rojas, rodeada de vegetación y árboles, con humo saliendo de su interior.
Casa de Montouto en el municipio de Teo, donde Asunta Basterra fue asesinada | ElCierreDigital

A pesar de contar con cinco habitaciones, cinco baños y demás comodidades, el precio de venta se ha visto significativamente reducido debido a la mala reputación del lugar, además del deterioro ocasionado por las numerosas ocupaciones ilegales que ha sufrido.

La transacción estaría a punto de cerrarse con la heredera de Rosario, María Teresa Sampedro, quien mantuvo contacto con ella hasta el final y quedó a cargo de sus bienes tras su fallecimiento.

El crimen de Asunta Basterra

Asunta Basterra, cuyo nombre de nacimiento era Yong Fang, desapareció el 21 de septiembre de 2013. Sus padres, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, denunciaron su desaparición. Su cuerpo fue hallado horas después, el día 22 de septiembre, cerca del chalet en el que vivía su madre, en una pista forestal de Teo, a unos kilómetros de Santiago de Compostela.

Las autoridades rápidamente sospecharon de ellos porque, según lo que transcendió, en el momento en el que denunciaron la desaparición ya daban por hecho que la niña había muerto. Una serie de “incongruencias y ambigüedades” y “versiones contradictorias” que hicieron que, pese a que las autoridades no tuvieran pruebas sólidas, los identificaran como sospechosos.

El cuerpo de Asunta se hallaba junto a unos restos de cuerda que se encontraron también en la finca en la que Rosario vivía. Y los análisis toxicológicos posteriores revelaron la presencia de dosis elevadas de ansiolíticos en el cadáver de Asunta. Todo esto, unido a las grabaciones de las cámaras de seguridad —que corroboraron las declaraciones erróneas de Rosario—, hicieron que se pudiera recrear el crimen.

Una familia posando para una foto en un entorno interior con plantas y flores blancas en primer plano.
Alfonso Basterra, Asunta Basterra y Rosario Porto. | ElCierreDigital

Según la reconstrucción del asesinato, el día de la muerte de Asunta, ella y Rosario comieron junto a Basterra y la menor fue drogada con un ansiolítico que consumía la mujer y con el que, según la investigación, llevaban tiempo drogándola, causando un estado de somnolencia en la menor.

Posteriormente, Rosario se llevó a Asunta hasta la casa de Teo, donde la asfixió. El cuerpo apareció posteriormente a unos metros de la propiedad, aunque se desconoce cómo llegó allí. Las teorías más asentadas apuntan a que el matrimonio —que se había divorciado un año antes del asesinato— la trasladó en el maletero del coche de Rosario para depositarla ahí.  

Otro de los aspectos que se desconoce es el móvil del crimen. Se barajó un motivo económico —debido a una herencia que recaería en Asunta tras la muerte de sus abuelos maternos un año antes, con tan solo siete meses de diferencia el uno del otro— que se descartó. También se teorizó sobre que la pequeña "no encajase en los planes" de un matrimonio que se había separado. Sin embargo, pese a no conocerse del todo los motivos, los progenitores adoptivos de Asunta fueron condenados.

Dos personas sentadas, una mujer en primer plano con expresión seria y un hombre con barba y gafas en segundo plano.
Alfonso Basterra y Rosario Porto | ElCierreDigital

Fue a finales de octubre de 2015, cuando el jurado popular consideró a ambos culpables del crimen. Durante el juicio, Rosario Porto se declaró inocente en todo momento, aunque en 2016 el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) la declaró culpable de asfixiar a su hija “en ejecución del plan preconcebido” con Alfonso Basterra para acabar con la vida de la menor. Fueron condenados a 18 años de prisión.

Tras el juicio, Rosario Porto fue trasladada primero a la prisión de A Lama, luego a la de Teixeiro y finalmente a la de Brieva, donde se suicidó en noviembre de 2020. Había estado siete años en la cárcel y se había preparado para su decisión, dejando todo en orden en su celda. Anteriormente había intentado quitarse la vida en varias ocasiones.

Por su parte, Alfonso Basterra, condenado a 18 años, ha cumplido más de la mitad de su condena y podría solicitar permisos penitenciarios. Sin embargo, ha mantenido su inocencia y no ha conseguido ningún beneficio penitenciario. A pesar de ello, ha mantenido un perfil bajo en la cárcel, dedicándose a actividades como dar clases y organizar clubs de lectura. Aunque le fue rechazada la solicitud de tercer grado en 2024.

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