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Dos imágenes de una picadura de insecto en la piel, una reciente y otra con moretones alrededor.
SUCESOS

Temor en Pamplona ante la oleada de pinchazos a chicas en su día grande

Al menos cuatro personas han denunciado ser víctimas de pinchazos en Pamplona, donde se inyecta droga directamente.

Tras dos años sin San Fermín, muchos españoles y turistas aficionados a la fiesta española tenían ganas de volver a vivirla. Pamplona se transforma en un escenario festivo que, sin embargo, también se ha convertido en el lugar de expansión de la oleada de pinchazos a chicas. Un nuevo método de sumisión química que consiste en inyectar la droga directamente en el cuerpo de las afectadas. Ya hay al menos cuatro personas que han denunciado haber sido víctimas de esta nueva ola, y se espera que la cifra vaya en aumento.

Según ha podido conocer elcierredigital.com a través de fuentes del entorno, este 14 de julio es fiesta nacional en Francia —el país donde comenzó esta epidemia de pinchazos que se ha extendido a países como Países Bajos o Reino Unido—, por lo que se espera que “aumente el número de franceses en Pamplona que podrían poner en práctica este nuevo método de sumisión química”. Una situación que pone en alerta a la ciudad en su último día de San Fermín.

La oleada de pinchazos a jóvenes comenzó en Francia —concretamente, en la sala Bataclán, conocida por el atentado que tuvo lugar en 2015—, y tres meses después se contabilizaron alrededor de 300 personas que denunciaron haber sido víctimas de este ataque. Reino Unido fue otro de los países que alertó del problema, que llegó aproximadamente en  junio a España, tal y como informó en exclusiva elcierredigital.com.

Pinchazos a chicas en Madrid

Aunque algunas de las víctimas que denunciaron haber recibido uno de estos pinchazos fueron hombres, la mayoría de afectadas son mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 26 años.

Fue precisamente una joven de 26 años una de las primeras afectadas en España. El suceso tuvo lugar en un pequeño pub de la zona de Las Retamas, en Alcorcón y, como la mayoría de las víctimas, no estaba sola en el momento de recibir el pinchazo.

Estación de tren Las Retamas con fachada de ladrillo y marquesina roja
Estación de Las Retamas en Alcorcón. | El Cierre Digital

“Mi amiga y yo estábamos esperando la cola para ir al baño y un chico que estaba a mi lado, esperando la cola también, se acercó a mí haciendo que se tropezaba o que le empujaban y se chocó conmigo. En ese momento sentí un pinchazo  en la pierna, como si me clavaran un alfiler. Mi mente entonces no lo asoció, porque no era capaz de pensar que me estuvieran pinchando, por eso lo que noté fue el dolor del impacto”, explicó la afectada en exclusiva a elcierredigital.com.

Las consecuencias del pinchazo comenzaron de quince a veinte minutos después del incidente. “Empecé a notar que se me dormía la pierna y después fue subiendo la sensación hasta el brazo y el hombro. Me tocaba y no sentía nada, pero podía andar yo sola. En ningún momento perdí el conocimiento, ni la capacidad de hablar o tuve lapsus de memoria”.

Según comentaba la afectada, tardó en asociar que su malestar se debía a que aquello que había sentido era un pinchazo. Solo empezó a relacionarlo cuando comenzó “a sentir náuseas”.

Mismo suceso en otra parte de Alcorcón

Al darse cuenta de lo sucedido, la joven llamó a un familiar para que la llevase al hospital y le realizaran pruebas. Fue allí cuando los médicos preguntaron a la joven si perdió de vista la bebida o sintió en algún momento un pinchazo, alertándola de una reciente moda que se extendía por las discotecas europeas. Una “moda” peligrosa, ya que, como confirma la víctima, “al haber sido con una aguja cabía la posibilidad de que hubiese habido contagio de VIH y me mandaron un tratamiento preventivo post exposición al VIH”.

Tras acudir al hospital, la afectada fue a la mañana siguiente a la comisaría de policía más cercana a denunciar la situación y a darle una descripción del sujeto. La víctima confesó a elcierredigital.com que la policía le informó que no fue la única afectada aquella noche por la 'epidemia de pinchazos': “Me dijeron que había más denuncias, que les había pasado lo mismo en un concierto de Alcorcón que hubo ese mismo día: ‘Ha debido de estar en el concierto haciendo lo mismo y luego se ha ido al bar donde estabas tú”, comentaba la víctima a elcierredigital.com.

Las autoridades comenzaron a investigar los sucesos y la posible relación entre ambos, pero las pruebas emitidas por las afectadas del concierto y las de la víctima del pub no coincidían. Según la afectada con la que pudo hablar elcierredigital.com, el hombre que estaba en el concierto no era el mismo que la atacó a ella, por lo que podrían ser  más de uno. “Iban vestidos parecido, pero no eran la misma persona. Estoy segurísima”.

Cómo actuar si eres víctima de la 'epidemia de pinchazos'

Esta situación dejaba desamparada a la joven del pub, que no sabe aún si fue la única víctima de este agresor. “Estas cosas te hacen sentirte muy vulnerable porque por mucho que tú quieras cuidarte y quieras tomar todas las precauciones del mundo cuidando tu bebida o cualquier cosa, si lo quieren te lo van a hacer. Evitarlo es difícil, pero al contarlo espero que la gente sepa qué puede hacer, porque yo no sabía qué hacer”, explica.

“Si tenéis la más mínima duda, antes de que os empecéis a encontrar mal, avisad a alguien para que haya más testigos del agresor y llamad directamente a la policía. Si no podéis hacerlo así, acudid directamente al hospital, pedid un protocolo de sumisión química para que os hagan pruebas más exhaustivas y pedid que os pongan el tratamiento preventivo contra el VIH. Y, por favor, denunciad”, pedía la víctima a todas aquellas que puedan encontrarse en una situación similar a la suya. Añadía que también es importante “que la policía esté informada de que está habiendo agresiones de ese tipo” y que se les transmita cualquier tipo de información útil sobre cualquier agresor.

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Mujeres en San Fermín. | El Cierre Digital

El porqué de los pinchazos, todavía por descubrir

Tal y como informaba la afectada a elcierredigital.com, normalmente la sumisión químicatrae como objeto algún tipo de abuso sexual, pero en su caso —al igual que en los casos denunciados en Pamplona— no fue así. “Si tú quieres aprovecharte de la persona a la que le haces esto, te quedas merodeando. Y este chico se fue”, explicaba la afectada.

Esta información hace cuestionarse a las autoridades el motivo que podría llevar a los culpables a realizar estos pinchazos. En los casos denunciados en Pamplona ninguna de las víctimas sufrió abuso sexual y solo una denunció, según comenta El Mundo, el robo de su tarjeta de crédito. Esto hace pensar que una de las hipótesis sea el robo, pero también se baraja que lo hagan por “diversión”.

Otro de los misterios que aún no se ha podido descubrir es el relativo a cuál es la sustancia inyectada, aunque las sospechas apuntan a que sea éxtasis líquido, misma droga utilizada en otros caos de sumisión química debido a que es indetectable en la sangre a las pocas horas de ser administrada.

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