Rescatan en Carabanchel a tres hermanos secuestrados por sus padres
Niños de 2, 4 y 9 años fueron rescatados en Carabanchel tras ser secuestrados por sus padres.
La Policía Municipal de Madrid ha rescatado a tres hermanos menores tutelados que estuvieron secuestrados durante tres semanas por sus propios padres. Los niños tienen la edad de 2, 4 y 9 años. Los policías tuvieron que enfrentarse a un barricada de colchones que incendiaron en el acceso de la vivienda y los menores escondidos en un armario. El padre tenía un derecho de visitas de fin de semana y no retornó a los menores al centro como era su obligación. Los hijos estaban con sus padres quienes han sido detenidos por un presuntodelito de sustracción de menores.
Estos padres se enfrentan al delito de sustracción de menores tipificado en el artículo 225.1 bis del Código Penal que puede suponer la condena de dos a cuatro años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad por un tiempo de cuatro a diez años.
Los menores fueron recogidos por su padre del centro de tutela el último fin de semana de agosto y permanecieron hasta este martes en un domicilio de la calle Antonio Antoranz, en el distrito madrileño de Carabanchel, según han informado fuentes policiales.
El Centro de Residencia Infantil Isabel de Castilla ha tardado dos semanas en dar la voz de alarma, tras pasar los días 26 y 27 de agosto con su padre, su madre incluso tenía prohibido visitarles y el motivo de la retirada de custodia al parecer fue el consumo de drogas. Los servicios sociales avisaron de la desaparición el pasado día 14 de septiembre. Este retraso supone un ejercicio anómalo de las obligaciones de cuidado de la administración respecto los menores, pues han podido estar potencialmente en peligro y se ha actuado tarde. Podría haber ocurrido una desgracia, que afortunadamente no se ha producido.
Conjuntamente la Policía Nacional y Municipal se personaron este martes en el domicilio de los progenitores, donde se presumía que estaban secuestrados los niños. Según la información que ha trascendido, la madre, con actitud violenta, agredió a los agentes y prendió fuego a diversas partes del domicilio, dificultando el rescate. La pareja fue detenida por un presunto delito de sustracción de menores y la madre se enfrenta a otro presunto delito de atentado contra la autoridad que puede llevar aparejada una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de tres a seis meses.
Tutela de menores
Cuando el Estado ostenta la tutela por haberse retirado a los progenitores, recuperar la custodia de los niños se puede convertir en una auténtica odisea para los padres, que en el mejor de los casos si todo es muy favorable se demora dos o tres años. En los casos en los que alguno de los progenitores mantiene un derecho de visitas con los menores es por entender que está capacitado y será responsable para el cuidado de los niños debiendo de cumplir con los tiempos que en cada caso se vayan estableciendo y si existe una evolución positiva los periodos de visita de los padres se van ampliando y es el duro camino para que unos padres a los que se les ha privado de la custodia de sus hijos la recuperen.
La intención es proteger a los niños y que cuando sea posible se vuelva a permitir el ejercicio de la custodia de los progenitores en los casos y términos en los que sea beneficioso para los menores. Se trata de un sistema que trata de ser garantista y favorecer que los padres que acrediten estar en condiciones de atender a sus hijos lo puedan hacer, pues es lo deseable y mejor para los niños, nadie les cuidará mejor que sus padres diligentes.
En cambio, afortunadamente, los Servicios Sociales intervienen en los casos en los que los padres no están en condiciones de cuidar a sus hijos. Ante cualquier situación de desamparo se encienden todas las alarmas y desde el momento en el que se retira la custodia a unos padres, se examina la idoneidad de estos y cualquier incumplimiento supone un retroceso en las aspiraciones de unos padres de ver o incluso recuperar la custodia de sus hijos.
Que un padre pueda estar con sus hijos de manera limitada un fin de semana, pero en vez de devolverlos al centro se quede con ellos hasta que son rescatados por la Policía supone reducir exponencialmente las aspiraciones de recuperar la custodia de sus hijos y entrar innecesariamente en un proceso penal por sustracción de menores que puede acabar en prisión y con privación de patria potestad de hasta 10 años.
Es muy grave no seguir el proceso pautado. Pero el límite de hacer una barricada en la puerta de acceso a la vivienda con colchones incendiados y que los niños estén escondidos y atemorizados en un armario empotrado y tengan que ser rescatados por la Policía de manera traumática es algo muy grave que puede suponer un shock y daño infantil irreparable para los niños.
Un niño que ve cómo sus padres incendian colchones para impedir que la Policía les encuentre y después viven con temor el rescate estando escondidos para que los agentes no les encuentren, supone un aprendizaje de vida totalmente distorsionado. Pueden percibir la Policía como algo malo que les ha separado de sus padres que luchan por protegerlos. Pueden tener un impacto emocional de las situaciones disfuncionales que hayan podido vivir con sus padres y hayan motivado la retirada de custodia.
El artículo 172 del Código Civil permite a un funcionario declarar en desamparo a un menor sin que lo autorice un juez. Se calcula que hay más de 50.000 niños tutelados por la administración en España. Estos datos son muy preocupantes, pues con independencia de todo lo demás, para cualquier padre o madre que le retiren la custodia de sus hijos, es un gran dolor y drama, pero que haya tanto intervencionismo familiar revela que hay muchas familias disfuncionales que por un motivo u otro mantienen a sus hijos en una situación de desamparo y por tanto peligro potencial.
Es muy importante que cualquier ciudadano que pueda tener conocimiento de una situación de desamparo de un menor avise a las autoridades para que tomen las medidas de protección que en su caso procedan, pues los niños pueden ser muy vulnerables ante situaciones disfuncionales de sus progenitores.
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