Pavel Durov, el padre de Telegram: 'Cómplice' de graves delitos de sus usuarios

Pavel Durov, el creador de la aplicación de mensajería Telegram, era arrestado el pasado sábado. La detención fue en el mismo aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, tras llegar de Azerbaiyán.

Su detención se produce en el contexto de una investigación judicial que abarca múltiples cargos. Entre ellos, complicidad en la difusión de imágenes de abuso infantil, estafas y tráfico de drogas.

La Fiscalía francesa ha indicado que la investigación se inició el 8 de julio, tras una serie de pesquisas previas llevadas a cabo por la unidad de cibercriminalidad. La investigación corre a cargo de la Unidad de Gendarmería de Ciberseguridad y la Unidad de Policía Nacional Antifraude.

Durov, que posee nacionalidades francesa y emiratí, se encuentra bajo custodia policial y su detención podría extenderse hasta más de cuatro días, según las autoridades.

Telegram, la aplicación de mensajería lanzada por dos genios de las matemáticas

El propio Durov, de 39 años, contó que tanto él como su hermano mayor son prodigios de las matemáticas. 

Aunque nació en la Unión Soviética, cuando solo tenía cuatro años se mudó a Italia. Regresaron a Rusia tras el colapso de la Unión Soviética y con ellos se trajeron un ordenador. 

Según contó Durov, a principios de la década de los 90, eran de los pocos en Rusia que tenían el acceso a aprender a programar

Con su gran habilidad en la programación, creó Vkontakte, la red social conocida como el Facebook de Rusia.

Poco duró, pues el gobierno ruso le pidió datos sobre los usuarios ucranianos que estaban registrados. Se negó, dimitió como director general y abandonó Rusia tras vender sus acciones por una gran millonada. Vkontakte actualmente está bajo control del gobierno ruso.

Pavel y su hermano Nikolai, crearon Telegram en 2013 como alternativa a WhatsApp. Una aplicación de mensajería con un fuerte cifrado de extremo a extremo para evitar rastreos del gobierno.

Era tal la privacidad, que gran cantidad de usuarios se unieron. Los ataques de París de 2015 fueron planeados por esta red. Algunos gobiernos se mantuvieron contrarios a la negativa de la aplicación a descifrar sus mensajes.

La actuación de los países con Telegram

El Ministerio de Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos ha solicitado urgentemente a Francia que proporcione asistencia consular a Durov, quien también es ciudadano emiratí.

Por su parte, la embajada rusa en París ha comenzado a trabajar en el caso. Durov ha sido muy crítico del gobierno ruso y se distanció de su país natal tras lo ocurrido con Vkontakte.

Según la Fiscalía francesa, Telegram estaría ligado como cómplice a delitos de fraude, tráfico de drogas y comunicación entre bandas organizadas, entre otros. Además de la no colaboración con autoridades.

La Comisión Europea se ha desvinculado del arresto por ser “una investigación criminal que no tiene nada que ver con la Ley de Servicios Digitales”. Esta ley es la normativa europea que rige el control de grandes plataformas.

Según Thomas Regnier, portavoz de la Comisión, Telegram tiene 41 millones de usuarios mensuales. Cuatro millones menos de los que fija la regla para considerarse “gran plataforma”

La detención de Durov ha generado preocupación entre los gobiernos occidentales, que han expresado inquietudes sobre el uso de Telegram por parte de grupos criminales. Según BFMTV, se debe a una orden judicial lanzada por la falta de moderación de Telegram.

La respuesta de Telegram

Telegram ha emitido un comunicado defendiendo su cumplimiento con las leyes de la Unión Europea.  Rechaza las acusaciones de que la plataforma es responsable de los delitos cometidos por sus usuarios.

La empresa argumenta que su moderación se ajusta a los estándares de la industria y que Durov no tiene nada que ocultar.

La situación ha impactado negativamente en el valor de Toncoin, la criptomoneda asociada a Telegram. Sufrió una caída significativa  tras la noticia del arresto de Durov.

A medida que se desarrolla esta situación, la atención se centra en cómo afectará a la reputación de Telegram. Así como a la percepción pública de la seguridad en las plataformas de mensajería.