El párroco, Antonio Bordas Belmonte, murió de causas naturales y no asesinado
La policía catalana aseguró que el sacerdote se golpeó en la nuca tras desplomarse cuando perdió el conocimiento
En la tarde del día de Nochebuena (24 de diciembre), el párroco de la localidad tarraconense de L’Ametlla del Mar, Antonio Bordas Belmonte, murió de manera repentina a la edad de 69 años. Tras este hecho, el rumor de que había sido asesinado corrió como la pólvora tras su funeral.
Un testimonio de una persona asistente en el tanatorio fue el detonante para que otros medios digitales se hicieran eco de un ‘’misterioso asesinato’’. El rumor se basaba en que el cura tenía un golpe en la nuca cuando falleció.
Al paso tuvo que salir el cuerpo policial autonómico, Mossos d’Esquadra, para asegurar que la muerte del párroco fue por causas naturales y que el golpe en la nuca fue ocasionado tras desplomarse en el suelo después de perder el conocimiento.
Historia del párroco
Antonio Bordas Belmonte era el cura de la parroquia de L’Ametlla del Mar. Originario de Villafranca (Castellón) realizó sus estudios de teología en el Seminario de Tortosa (Tarragona) y estudió en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.
En 1973, Bordas, estuvo de adjunto en la parroquia y, cuando terminó sus primeros estudios teológicos, fue uno de los profesores de religión católica de la escuela del municipio.
En 2011 volvió a L’Ametlla del Mar y, desde entonces, había sido el sacerdote de la iglesia calera. Además, era escritor, pues llegó a publicar más de cincuenta títulos religiosos bajo su nombre. Entre ellos destaca el libro sobre la historia de la Parroquia de la Purificación de María de L’Ametlla del Mar, el cual sacó a la luz en 2015.
Fue muy querido por sus parroquianos, pues así se lo demostraron con mensajes de cariño en su último post en Facebook, horas antes de morir. El Ayuntamiento de la localidad también mostró sus condolencias en las redes sociales.
Más noticias: