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Una mano sosteniendo una pastilla sobre un vaso de cóctel adornado con una rodaja de naranja.
SUCESOS

Ocho jóvenes drogaron a dos mujeres en Madrid con éxtasis para abusar de ellas.

Los detenidos drogaron a dos mujeres en una discoteca de Chamartín, donde las cámaras captaron el momento.

Ocho jóvenes han resultado detenidos por echar éxtasis (MDMA) en las bebidas de dos mujeres jóvenes de 18 y 19 años en una discoteca en el distrito de Chamartín (Madrid) para abusar de ellas. Las cámaras del local grabaron los abusos en el exterior y la rápida actuación de los responsables del mismo cortó el ataque de los delincuentes y permitió que, esta vez sí, se detectaran los restos de la droga en los cuerpos de las víctimas. Las dos jóvenes tuvieron que pasar un día ingresadas en un Hospital.

La rápida reacción de los responsables de la discoteca evitó que los abusos llegaran más lejos, rescatando a las víctimas y facilitando las pruebas a los investigadores de la Jefatura de la Policía Nacional que han llevado a la detención de los presuntos culpables.

Los hechos se remontan a finales del mes de diciembre en una conocida discoteca del distrito madrileño de Chamartín. Esa noche, los detenidos entablaron conversación con las dos jóvenes de 18 y 19 años, y posteriormente se ofrecieron a invitarles a unas copas. En un instante en que las víctimas perdieron de vista las bebidas, según cree la Policía, los agresores aprovecharon para deslizar en las copas de las mujeres anfetaminas y éxtasis (MDMA) con la intención de anular la voluntad de las chicas para abusar de ellas o llegar aún más lejos en su acción delictiva.

En breve, las víctimas comenzaron a notar los primeros síntomas de malestar en el interior de la discoteca, mientras los agresores las rodeaban y esperaban el momento propicio para sacarlas de allí y abusar de ellas. A estos primeros síntomas de malestar, pronto sucedieron periodos cortos de amnesia, e incluso pérdidas breves del conocimiento. En el momento en el que ya estaban a merced de los agresores, uno de los varones las acompañó al exterior del local y cuando se creía a salvo de miradas indiscretas comenzó a realizarle tocamientos a la mujer en varias partes del cuerpo.

Afortunadamente para ella, la víctima se desvaneció en ese momento llamando la atención de los servicios de seguridad de la discoteca que decidieron actuar rápidamente a pesar de que el problema discurría fuera del local. Así, avisaron a los servicios de emergencia que se presentaron en la puerta del local y comenzaron a atender a las víctimas, momento en el que el grupo de presuntos agresores aprovechó para huir a la carrera.

Las cámaras de la discoteca grabaron los abusos sexuales

Fue una huida inútil la de los agresores, porque las cámaras de seguridad del local habían grabado toda la escena de los abusos y a sus protagonistas y, con acierto, el local guardó las imágenes para ponerlas a disposición policial si llegara el caso.

La investigación policial arrancó solo unas horas después, cuando el hospital alertó a la policía del estado de las víctimas. Tras una primera asistencia sanitaria, las dos mujeres tuvieron que ser trasladadas a un hospital madrileño para revertir la grave situación en la que se encontraban, con graves pérdidas de memoria y sus capacidades volitivas y cognitivas alteradas. Eran incapaces de decir “no”, y les costaba comprender que les estaba pasando.

La rapidez de la reacción del servicio de seguridad del local de copas y de los servicios de emergencias permitió, sólo se da en contadas ocasiones, que en el hospital detectaran la presencia de los estupefacientes en los organismos de las víctimas. Así, los análisis descubrieron que los agresores habían suministrado a las víctimas, en contra de su voluntad, altas cantidades de anfetamina y éxtasis (MDMA) para anular su voluntad.

Con la ayuda de las imágenes de las cámaras de seguridad y el testimonio de las víctimas, una vez que estas recibieron el alta en el hospital, los investigadores consiguieron identificar e ir deteniendo a todos los implicados de esta “nueva manada” hasta sumar ocho detenidos, algunos de ellos con antecedentes por robo y falsedad documental. La prueba principal, las drogas detectadas por el hospital en el organismo de las víctimas. Algo inusual, ya que la mayoría de las víctimas de la “sumisión química” cuando consiguen recuperarse y denunciar uno o dos días después, ya han desaparecido de su cuerpo los rastros de la droga. A todos estos indicios se suma un testigo que declaró ante la policía como observó a los agresores meter las drogas en las bebidas de las víctimas aprovechando un instante en que habían perdido de vista sus copas.

Aumento de delitos sexuales en Madrid por “sumisión química”

Recientemente la delegada del Gobierno en Madrid mostraba su preocupación ante la detección por parte de Policía y Guardia Civil de los delitos sexuales ejecutados por “sumisión química” sobre mujeres en Madrid. Las primeras sospechas surgieron durante el confinamiento. Ahora, la tendencia al alza continúa, especialmente en locales de ocio, y policías y guardias se esfuerzan en combatir este tipo de delitos con redadas y cierre de locales. Una circunstancia que igualmente se admite y preocupa desde la dirección de Policía Municipal de Madrid y lo confirma la propia Fiscalía madrileña, cuando alerta de que los casos de delitos sexuales a través de la llamada “sumisión química” en Madrid han subido hasta representar el 36% de las agresiones sexuales en la Comunidad de Madrid.

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