
Muere Catalina de Kent, la duquesa transgresora que 'unió' a Juan Carlos I con Sofía
La británica, tía de Isabel II y mujer del príncipe Jorge, ha fallecido a los 92 años en el Palacio de Balmoral
La Familia Real británica ha anunciado la muerte deCatalina, duquesa de Kent (Yorkshire, 1933) a los 92 años de edad.
Según ha trascendido, el fallecimiento de la mujer del príncipe Jorgeha tenido lugar en el Palacio de Balmoral, residencia estival oficial de la familia real británica.
Actualmente, se desconocen las causas de la muerte de la aristócrata. Sin embargo, desde hace años padecía varios problemas de salud.
La historia familiar de la duquesa de Kent
Catalina de Kent nació el 22 de febrero de 1933 en el condado de Yorkshire. Fue la única hija del barón William Arthington Worsley y su esposa, Joyce Morgan Brunner, miembro del clan que fundó la compañía farmacéutica británica Imperial Chemical Industries (ICI). Además, Catalina de Kent es descendiente del líder político Oliver Cromwell.
Estudió en colegios de York y Norfolk. Posteriormente, fue una de las alumnas de la prestigiosa universidad de Oxford. Tras finalizar sus estudios, al igual que hizo Lady Di, trabajó en un hogar de niños en York y en una escuela infantil en Londres.
Desde pequeña, Catalina de Kent sintió atracción por el mundo de la música. Aprendió a tocar el piano, órgano y violín. Aunque no ingresó en la Royal Academy of Music, no dejó de ampliar su formación musical.
Su matrimonio con el príncipe Eduardo: Una boda que marcó el futuro de los príncipes Juan Carlos I y Sofía
Catalina creció en un ambiente ligado a la aristocracia británica. Su familia también era muy cercana a la casa real británica. De hecho, la hija del barón Worsley llegó a emparentar con los Windsor.
El 8 de junio de 1961 contrajo matrimonio con el príncipe Jorge.
El príncipe británico, duque de Kent, era uno de los hermanos del rey Eduardo VIII, padre de la reina Isabel II. La boda se celebró en la catedral de York y fue entonces cuando adoptó el título de la duquesa de Kent.
Este enlace congregó a la realeza europea. Curiosamente, en este evento los asistentes fueron, sin saberlo, testigos del inicio de un romance que unió a dos familias reales.
El entonces príncipe Juan Carlos I y su padre, don Juan de Borbón estaban invitados a la boda de los duques de Kent. En este evento, también se encontraban los miembros de la Casa real griega.
'Juanito' no dudó en acercarse a la princesa Sofía de Grecia con la que ya había compartido una sesión de cine y mesa en la recepción previa a la boda.
En el enlace, ambos charlaron mucho y bailaron un fox trot. La química era evidente. Finalmente, el 12 de septiembre de 1961 Juan Carlos y Sofía anunciaron su compromiso matrimonial.
Lo hicieron en el hotel Beau Rivage de Lausana, residencia de la reina Victoria Eugenia en la ciudad suiza.
De la unión matrimonial de los duques de Kent nacieron tres hijos: George Windsor, Lady Helen Taylor y Lord Nicholas Windsor. En 1977, la pareja hizo frente a uno de los golpes más duros de su vida. La duquesa dio a luz a un pequeño que nació sin vida.
Su vínculo con la familia real británica
Tras sellar su historia de amor con el duque de Kent, Catalina se convirtió en tía de la reina Isabel II con la que forjó un estrecho vínculo. De hecho, Catalina de Kent se convirtió en una de las personas de confianza de la monarca.
La duquesa fue uno de los miembros más discretos de los Windsor. Estuvo presente en numerosos actos oficiales de los Windsor. Sin embargo, en 2002 decidió reducir sus compromisos públicos y deberes reales.
En la actualidad, los duques de Kent residían en el Palacio de Kensington. Esta residencia real también se alojan los duques de Gloucester y el príncipe Miguel de Kent.
Los últimos años de la 'duquesa cercana'
Catalina de Kent era conocida como una de las 'duquesas rebeldes'. En 1994 protagonizó un hecho histórico al convertirse al catolicismo. La duquesa fue la primera integrante de alto rango de la familia real en hacerlo desde 1701.
Catalina es recordada por su estilo cálido e informal. Participó activamente en el Torneo de Wimbledon como presentadora de trofeos y se involucró en proyectos educativos, llegando incluso a enseñar música en escuelas primarias de Hull.
En 2004 fundó la organización Future Talent, dedicada a apoyar a jóvenes músicos de escasos recursos.

En los últimos años redujo sus deberes reales, aunque continuó vinculada a diversas causas benéficas. Luchó contra problemas de salud como el síndrome de fatiga crónica y la enfermedad celíaca. Según trascendió, la duquesa padecía ambas patologías.
Hoy, el Reino Unido la recordaba no solo como duquesa y miembro de la Casa de Windsor, sino como una mujer que acercó la música, la fe y la humanidad a la realeza.
Más noticias: