Logo El Cierre Digital
Un grupo de policías está deteniendo a una persona en un lugar público.
SUCESOS

Monti, portero gallego de 23 años, vuelve a casa con cargos tras altercado en la NBA.

Su padre, entrenador del equipo y cocinero, guarda silencio esperando resolver el problema.

Adrián Montero Mato, de 23 años, vecino de Mugardos (La Coruña) fue detenido hace unos días cuando asistía a un partido de la NBA en Miami. Sus insultos a otros espectadores, la negativa a abandonar su asiento por indicación de la Policía y un aparente estado de embriaguez le costaron ser arrestado, imputándosele hasta cuatro delitos que podrían suponer una condena de diez años de cárcel.

Fight @ American Airlines Arena - Heat vs Bulls Jan 30, 2019

Sin embargo, ha sido puesto en libertad con cargos  por el altercado sucedido el pasado miércoles durante un partido entre Miami Heat y Chicago Bulls en el American Airlines Arena. El joven ha regresado a España, pero tiene fijada la primera audiencia ante la Corte del Condado de Miami para el próximo 1 de marzo, en la que tendrá que estar presente.

Ese día se procederá a la lectura de los cuatro cargos que se le imputan: agresión a un policía, resistencia con violencia hacia un oficial, conducta desordenada y desórdenes por intoxicación.

Así es Monti

Según fuentes cercanas, Adrián Montero Mato pertenece a una ‘’familia de bien’’ de Mugardos, en La Coruña, un municipio con cerca de 500 habitantes. Monti nació en El Ferrol  (La Coruña) el 14 de abril de 1995. fue de viaje con su novia a Florida para disfrutar de una vacaciones, y ya de paso se acercó a ver un partido de NBA. Desde la familia no quieren hacer declaraciones, ya que la justicia en España es diferente a la de Estados Unidos y quieren tener todo el cuidado posible. 

Este joven gallego de 23 años jugó como portero del equipo de fútbol gallego del Sociedad Deportiva y Cultural Galicia de Mugardos hasta la mitad de la temporada pasada, en un club en el que su padre, cocinero de profesión en un restaurante de la zona, es el entrenador de porteros. Dicho club también ha quitado el número del jugador de su staff para no poder contactar con él.  Con anterioridad, Monti había jugado de guardameta con otro equipo de la Autonómica gallega, el Cedeira Sociedad Deportiva.

Las fuentes consultadas por Elcierredigital.com aseguran que Adrián ya está de regreso en España desde Estados Unidos. De momento, desde la familia guardan silencio esperando que se arregle todo lo que sucedió con Monti en Miami y su contencioso con la Justicia estadounidense, que puede salirle cara.

Actitud agresiva del joven

El atestado de la Policía de Miami-Dade relata de forma pormenorizada lo sucedido en la cancha de los Heat, incidiendo en la  actitud agresiva que mostraba el joven, que no prestaba atención a los agentes que le pedían que se calmara.

Así, el atestado recoge que el oficial Cabrera observó que el joven estaba vociferando y braceando en actitud agresiva, por lo que se acercó y le exigió que se calmara y terminase. Debido a su aliento a alcohol y que arrastraba las palabras en su discurso a gritos en español, el oficial pidió refuerzos, mientras le advertía de que si no se calmaba podría ser arrestado.

Uno de los refuerzos fue el oficial Braddy para ayudar a su compañero y calmar a Monti, que se iba sulfurando cada vez más. En este punto, los oficiales intentaron agarrar a Monti, que a su vez les propinó un empujón, provocando un forcejeo que derivó en que los tres cayesen por las escaleras.

Según el atestado policial, en ese momento se presentaron más agentes y Adrián intentó darle un puñetazo al oficial Braddy, que logró evadir la agresión y procedió a su inmovilización.

Un hombre con uniforme naranja y auriculares con micrófono frente a un fondo con un escudo de sheriff.
El gallego Adrián Montero Mato tras ser detenido en Miami. | El Cierre Digital

El joven, que seguía dando patadas y gritando, fue detenido y más tarde llevado a la oficina de seguridad bajo custodia. El parte policial concluye indicando que Adrián tenía muchos golpes atribuidos a la caída, sobre todo en la espalda, pues los agentes no utilizaron ninguna otra fuerza contra él.

Montero estuvo casi 48 horas en el calabozo, fue esposado y sacado de la cancha de baloncesto por la fuerza antes de pasar a disposición judicial. Tras abonar la correspondiente fianza, el gallego abandonó las instalaciones policiales arremetiendo contra los micrófonos de la prensa que se encontró a la salida. Ahora, planeará en España cómo será su defensa ante un juicio que le puede llevar a la cárcel durante diez años en Estados Unidos.

➡️ Sucesos

Más noticias: