Límites legales de la serie sobre Gabriel Cruz El Pescaíto, niño asesinado en 2018
La madre del menor ha pedido que se retire el documental sobre el caso, pero es probable que se emita a pesar de ello
En los últimos días numerosos medios y usuarios de las redes se han hecho eco de la disputa entre una productora que tiene la intención de emitir una serie sobre el trágico asesinato del menor Gabriel Cruz “El Pescaíto” y la familia del joven, que se opone totalmente a la emisión de la mencionada serie documental.
La pregunta que ha surgido a muchos es si se puede hacer una serie sobre el asesinato de un niño en contra de la voluntad expresa de la familia. La respuesta es que sí, especialmente en este tipo de casos que cuentan con tanta proyección pública. Todo apunta a que la familia poco o nada podrá hacer para evitar que la serie vea la luz. En caso de que la productora no rebase las líneas rojas que fueran injuriosas o pudieran revelar detalles que vulneraran el derecho al honor de la familia.
En este sentido, la actuación de la productora es perfectamente legal pues son hechos que se consideran de dominio público, ya que para la sociedad son conocidos, públicos y notarios. En su momento generó una gran difusión, acaparó un enorme interés mediático en España y a nivel internacional y preocupó a todo el país. La inmensa mayoría de los españoles recuerda este triste suceso, ya es algo conocido, podrá ser visto en formato serie, pero ya ha sido relatado por infinidad de medios de comunicación.
Los hechos que se producen y mantienen en un hogar y no trascienden a la sociedad son privados y están protegidos pues forma parte de nuestra intimidad. Pero cuando se proyectan socialmente y tienen una difusión que despiertan un interés mediático, sencillamente es noticiable y puede ser objeto de derecho de producción y creación literaria. Es un contenido que el derecho de la información permite que sea divulgado. Precisamente, el periodismo de investigación se centra especialmente en este tipo de hechos. El recrearlos en una serie no deja de ser una evolución del formato tradicional.
En su día, las noticias se transmitían en programas de radio o se leían en periódicos o libros. Después, la información pasó a ser protagonista en la televisión e incluso el cine. Ahora con internet, las grandes plataformas son las encargadas de las series que la sociedad consume y demanda. Por ello, no deja de ser la evolución de un sector que cada vez se adentra más en los detalles de un hecho hasta el punto de recrear con todo lujo de detalles lo ocurrido.
La familia, según ha trascendido, ha recibido diversas propuestas para participar en todo tipo de proyectos audiovisuales, incluso ofreciendo grandes cantidades de dinero por ello, pero en todo momento la familia las ha rechazado. Hay que entender que los familiares de Gabriel no quieren especular ni que nadie especule ni se lucre con lo sucedido.
Lamentablemente para la familia, la serie acabará previsiblemente saliendo a la luz sin que ellos puedan participar en el contenido y sin que ellos se lleven el beneficio económico, pues incluso podrían haber optado por cobrarlo o destinarlo al fin que hubieran considerado oportuno. Hay que entender a la familia que ante un hecho tan doloroso no quiera reabrir lo ocurrido, pero realmente el resultado es que todo apunta a que saldrá en contra de su voluntad y sin que redunde en beneficio de la propia familia, sino en el de la propia industria audiovisual.
Qué ha pasado en otros casos
Han existido polémicas precedentes en diferentes series y documentales. Por ejemplo con el caso de la guardia urbana, Rosa Peral quiso tener participación en el rendimiento económico, consiguió detener el proyecto, pero sólo temporalmente.
Otra postura es la de Rodolfo Sancho, que ha cobrado el documental sobre lo ocurrido con su hijo Daniel Sancho y que posiblemente ese dinero le permita cubrir una gran parte de los gastos y responsabilidad a la que se pueda enfrentar su hijo.
Volviendo al caso del niño asesinado Gabriel Cruz, “El Pescaíto”, también podemos reflexionar sobre qué pasaría si Ana Julia Quezada fuera la que participara o cobrara por su participación en una serie o documental. Una sentencia la ha condenado a prisión permanente revisable como asesina del hijo del que en su momento era su pareja.
Al dolor de los más cercanos a Gabriel se le podrían sumar contenidos que aumentarían aún más si cabe el daño familiar. Reflexionando, ciertos contenidos o testimonios de Ana Julia Quezada serían de tal repercusión que por ellos podrían proponer grandes sumas de dinero. En este tipo de crímenes siempre existen grandes interrogantes y el límite ético o moral no es un freno si se efectúa dentro de la legalidad.
Las peticiones y posibles pretensiones de la familia de “El Pescaíto”
La familia de Gabriel Cruz ha hecho tres peticiones principales respecto a la serie. En primer lugar ha pedido la retirada de carteles promocionales. Retirar los carteles promocionales es francamente complicado. En todo caso esta medida sería accesoria a la paralización de comienzo de la emisión o directamente la no emisión. De no paralizarse o prohibirse la emisión, la retirada de carteles no sería en ningún caso procedente.
Por otra parte, la familia solicita la paralización de la emisión. Sería muy raro que un Juzgado paralizara la emisión, pues tendría que acreditarse indicios de que es injuriosa o que pudiera vulnerar el derecho al honor de la familia. Por ello, salvo que se hayan sobrepasado líneas rojas por parte de la producción, es complicadísimo que la familia pueda paralizar la emisión.
Finalmente, la familia de Gabriel Cruz también ha solicitado que la serie no llegue a ser emitida. Al ser hechos de dominio público no hace falta tener el consentimiento de la familia. De hecho, podría ser emitida incluso en contra de su voluntad. Se trata del derecho de producción y creación literaria.
Más noticias: