Intenta matar a sus hijos de 9 años: Indicios que anticiparon el caso
La mujer que presuntamente intentó matar a sus dos hijos mellizos de nueve años en Barakaldo ya ha ingresado en prisión.
La mujer detenida este lunes en Barakaldo después de un presunto intento de homicidio a sus dos hijos mellizos de nueve años ha ingresado este martes en prisión. Posteriormente, esta señora se hizo una serie de cortes en el cuello con intención de quitarse la vida y antes de perder el sentido, llamó al padre de los niños para informarle personalmente de lo que había hecho y trasladarle esa preocupación y dolor.
Los niños estaban intoxicados, primero por algún tipo de droga y después con una sustancia tóxica que no ha trascendido. Por tanto, según el relato de los hechos, supuestamente una madre habría drogado e intoxicado a sus niños con intención de quitarles la vida y antes de llevar a término su propio suicidio habría llegado hasta recrearse comunicándoselo al padre. Afortunadamente los niños están fuera de peligro y todo ha quedado en un gran susto, aunque siguen ingresados.
Estos hechos no son aislados, sino que se están repitiendo en España de manera muy alarmante:
· En una casa cuartel de Quintanar del Rey una madre Guardia Civil mató a tiros a sus dos hijas de 9 y 11 años el pasado 15 de diciembre y después se quitó la vida. Fuentes cercanas a la investigación del suceso apuntaron como posible móvil de la tragedia a una supuesta venganza de la mujer contra su marido por diversas discrepancias.
· En Gijón el pasado 31 de octubre de 2022 una niña de seis años falleció por ingesta de fármacos presuntamente suministrados por su madre. Según ha trascendido, al parecer la madre optó por matar a su propia hija antes de entregársela al padre en el contexto de un cambio de custodia.
Por tanto, en menos de tres meses en nuestro país hemos presenciado tres hechos diferentes en los que una madre habría intentado o conseguido quitar la vida a sus propios hijos.
En los tres casos ha trascendido un contexto de discordia en la separación entre progenitores que habría llevado a la desesperación de atentar contra la vida de los pequeños.
En el reciente caso de Barakaldo al parecer los Servicios Sociales estaban avisados de que la madre mostraba un comportamiento cuestionable o inadecuado respecto de los niños. No sabemos si realmente lo que quería era llamar la atención o si realmente lo que quería es arrebatar la vida de sus niños, pero tanto si pretendía lesionar como matar a los niños, la situación es absolutamente antinatural.
Conclusiones del análisis del caso
1. Ya se sabía que la madre no trataba bien a los niños por parte de los Servicios Sociales.
2. La madre ha preparado y suministrado drogas y tóxicos a sus hijos para quietarles la vida con cierta premeditación.
3. Una vez hecho esto, ha tenido la cobardía de tratar de quitarse su propia vida para no tener que asumir la responsabilidad de sus hechos ni tener que vivir con esa mala conciencia.
4. Antes de desfallecerse por los cortes que se había propinado en el cuello, tiene la frialdad de llamar al padre para provocarle un inmenso sufrimiento.
Debemos detectar y prevenir casos en los que se llega a situaciones límite utilizando a los niños para hacer daño al otro progenitor en el contexto de la batalla de la separación.
Las relaciones familiares disfuncionales y el ejercicio anómalo del rol paterno y materno pueden acabar en tragedia. Las malas rupturas con niños pueden deteriorarse hasta el punto de que los progenitores atenten contra sus propios niños en el contexto de la disputa de los menores. Se cosifica tanto a los niños sobrepasado cierto nivel de tensión que se puede llegar a tener la intención de matarlos.
No es algo de hombres ni de mujeres, pues da igual el sexo del autor de los hechos. En la mayoría de los casos pueden existir problemas de salud mental que debemos de visibilizar para que no se pueda normalizar un mal trato de progenitores a hijos ni se permita superar ciertos límites, pues puede ser la punta del iceberg que debe de alertarnos del riesgo de que estas desgracias ocurran.
Servicios Sociales, vecinos, familiares, amigos y conocidos, profesores, policías, abogados, Juzgados y en definitiva cualquier persona que sea conocedora de posibles situaciones anómalas por parte de progenitores deberían de colaborar para alertar sobre ello y esa alerta debería de traducirse en medidas concretas preventivas y contundentes.
Signos previos que indicaban que este suceso podía darse
Según han manifestado los vecinos del barrio en cuestión, las voces eran constantes y hasta se podían oír desde la calle. Ha trascendido incluso que la madre "les chillaba y les insultaba", "les gritaba por los deberes y a los niños se les veía atemorizados. Sobre todo, a la cría. Cuando me encontraba con ella o la veía mirando por la ventana, saludaba con la mano de forma muy sutil, como para que su madre no se diera cuenta". Los niños "estaban tristes. La chica era más retraída", "su madre les solía tener haciendo recados. Bajaban al bar a por tabaco, al supermercado...". "Incluso iban solos al colegio muchos días desde bastante pequeños".
Incluso ha trascendido por las naturales manifestaciones de vecinos que el día de los hechos "por la mañana apareció su expareja y tuvieron una fuerte discusión, me asomé a la ventana para ver qué pasaba. Vi que él estaba en la calle. Hablaban de los niños y de que se los iba a quitar".
En Bizkaia ya han existido situaciones similares en los últimos años. En abril de 2022, una madre protagonizó un presunto intento de homicidio a su niña de siete años. En Atxuri en 2019 una niña de nueve años falleció a causa de los somníferos suministrados por su madre.
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