Ghislaine Maxwell, la expareja de Jeffrey Epstein y pieza clave en su trama

En las últimas semanas, el escándalo de prostitución de menores de Jeffrey Epstein ha vuelto a llenar las portadas internacionales tras revelarse la lista de supuestos implicados o relacionados con los crímenes del fallecido magnate. Como ya informó este medio, algunos de los salpicados por el escándalo son importantes personalidades de los entornos políticos y culturales de todo el mundo, como el  príncipe Andrés o el expresidente estadounidense  Bill Clinton, entre otros.

Sin embargo, uno de los nombres que más suena en torno a la trama desarrollada por Epstein es el de Ghislaine Maxwell, su expareja y colaboradora. Considerada una pieza clave del esquema de tráfico de menores, Ghislaine es la hija menor del magnate de la prensa británica y editor Robert Maxwell y en estos momentos se encuentra cumpliendo una condena de 20 años en una prisión de Estados Unidos por colaboración en los abusos sexuales a menores de edad y tráfico sexual llevados a cabo por Epstein.

Después de la muerte de Epstein en 2019, Maxwell se convirtió en el foco de atención y sobre ella cayeron numerosas acusaciones, que se siguen amontonando con el paso del tiempo, aunque tal y como recogió este medio, Maxwell se muestra desafiante ante la Justicia. Por otra parte, los abogados de Ghislaine afirman que está siendo utilizada como chivo expiatorio de los crímenes del magnate, aunque las pruebas en su contra son contundentes.  Maxwell fue arrestada en julio de 2020 bajo sospecha de haber participado en la trama de abuso de menores de Epstein al reclutar y ‘preparar’ a víctimas menores de edad.

Al año siguiente, en diciembre de 2021, un jurado en la ciudad de Nueva York la declaró culpable de cinco de los seis cargos presentados, incluido el más grave que se le imputó, el de tráfico sexual de una menor. Como resultado, fue condenada a 20 años de prisión. Algunos de los cargos contra la expareja de Epstein se remontan a los años 1994-1997, periodo en el que se alega que Maxwell era una de las socias más cercanas del magnate y tenía una relación íntima con él.

El rol de Maxwell en el caso Epstein

Según los relatos de numerosas víctimas del escándalo de Epstein, recogidos por medios de comunicación y autoridades, Maxwell desempeñaba un papel fundamental en la operación de tráfico sexual y frecuentemente viajaba a la polémica isla del magnate para asegurarse de que las chicas estuvieran cumpliendo con las obligaciones que les habían impuesto.

Según los mismos relatos, ella conocía los ‘gustos’ y depravaciones de Jeffrey y desempeñó un papel intimidante para mantener los estándares establecidos por él. Maxwell se encargaba de amedrentar a las víctimas para que cumplieran con los gustos y fantasías de Epstein. La implicación de Maxwell en el caso salió a la luz hace ya más de una década, cuando se dieron a conocer por primera vez algunos documentos legales en 2009.

Paralelamente, en documentos judiciales antiguos empleados de la mansión de Epstein en Palm Beach —Florida— la describen como la administradora de la casa, supervisora del personal y encargada de las finanzas.

Por si fueran pocas las pruebas contra Maxwell, Virginia Giuffre, una de las supuestas víctima del millonario, que trabajaba como auxiliar de vestuario en el club Mar-a-Lago de Donald Trump en Florida, acusó a Maxwell de "reclutarla" cuando ella tenía 15 años como "masajista" para Epstein. Además, acusó al príncipe Andrés de violación cuando ella aún era menor de edad, haciéndose viral una fotografía en la que aparecen ambos —Andrés y Virginia— junto a Maxwell.

Los orígenes de Maxwell y su relación con Epstein

Maxwell nació el 25 de diciembre de 1961 en las afueras de París y pertenecía a una familia bien posicionada social y económicamente, especialmente por su padre, el empresario checo Robert Maxwell. Ghislaine estudió en la Universidad de Oxford en Inglaterra y habla varios idiomas. Posee ciudadanía británica, estadounidense y francesa, lo que influyó en su encarcelamiento durante la investigación del caso Epstein por su evidente riesgo de fuga.

Según medios estadounidenses, desde temprana edad Maxwell tenía contactos en la élite social y fue ella quien presentó a Epstein a muchos de sus amigos ricos y poderosos, incluyendo al expresidente Bill Clinton y al príncipe Andrés. Tal y como reveló el diario The Washington Post, amigos de la pareja afirman que la relación sentimental entre Maxwell y Epstein duró pocos años, pero ella continuó trabajando para él posteriormente.

Según las declaraciones recogidas por el citado medio británico, Maxwell era una persona de educación y gustos refinados, sabía cómo administrar una casa o un barco y cómo atender a los invitados. En una entrevista del medio Vanity Fair en 2003, Epstein comentó que no consideraba a Maxwell una empleada, sino su "mejor amiga".

Como ya se ha mencionado, Maxwell es la novena y última hija del magnate de los medios británicos Robert Maxwell, con quien tenía una relación muy cercana. De hecho, el magnate la puso a cargo de su club de fútbol, el Oxford United, y nombró a su yate en su honor: Lady Ghislaine.

Robert Maxwell había construido un imperio editorial global. Sin embargo, después de su muerte se descubrió que había utilizado fondos de pensiones de una de sus empresas para mantener a flote sus compañías. Poco después de la muerte de su padre, Ghislaine se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó en el sector inmobiliario. Fue en ese momento cuando conoció a Jeffrey Epstein y su relación evolucionó a lo largo de los años, se dice que pasó de ser su pareja sentimental a su asistente y confidente.

Según algunos medios, Epstein le compró una casa en Manhattan valorada en 5 millones de dólares y la acompañaba frecuentemente en su jet privado en viajes por todo el mundo. Después de que su exnovio enfrentara un proceso legal por prostitución de menores en 2008, comenzó a distanciarse de él.

Como parte de su plan para limpiar su imagen y alejarse de la sombra de Epstein, Maxwell fundó una ONG llamada ‘Proyecto TerraMar', dedicada a la preservación de los océanos, y fue invitada a dar charlas y a hablar en las Naciones Unidas sobre el tema. Sin embargo, en los años previos a su detención, se supo poco sobre ella. Se cree que dejó Estados Unidos y vendió su chalet de Manhattan en 2016, según reseñan algunos medios de comunicación internacionales. Después de su condena en junio de 2022, Maxwell declaró que su mayor arrepentimiento en la vida era haber conocido a Jeffrey Epstein.