Exmena muere tras denunciar abusos en la Fundación Respuesta Social.
El Cierre Digital revela testimonios sobre la muerte de un joven de 18 años bajo "extrañas circunstancias".
La voz de Barrag, se ha quebrado para siempre. Su cuerpo apareció sin vida, en ‘extrañas circunstancias’ -según relata su entorno cercano, consultado por Elcierredigital.com, en una playa de Las Palmas de Gran Canaria, durante la noche del 15 de noviembre de 2021. Era un menor no acompañado (mena), de origen marroquí, llegado en patera al Muelle de Arguineguín, al sur de Gran Canaria, que había cumplido recientemente la mayoría de edad. Por este motivo, "al dejar de ser menor ninguna ONG, se hacía cargo de su estancia en la isla y vivía sin recursos en la calle en un total abandono por parte de las instituciones", subrayan exeducadores del joven marroquí fallecido. Barrag (B.E), meses antes de su muerte en la calle, había manifestado en El Cierre Digital: "Sólo quiero que me ayuden a arreglar mis papeles porque estoy durmiendo en la calle y pido Justicia".
Barrag había logrado llegar a Gran Canaria sin tener que abonar una cantidad económica a las mafias que operan con tráfico de personas en las costas de Marruecos debido a su situación de pobreza. Sólo quería una oportunidad de una nueva vida en España, un trabajo para ayudar a sus familiares, mientras esperaba la resolución de una petición de asilo, según su propio relato.
Este fatal desenlace del joven Barrag ha derrumbado a otros exmenas marroquíes que se alojan en las calles de Las Palmas de Gran Canaria o en algunos centros de acogida de manera temporal, pues piensan que "su destino final es morir abandonados por el gobierno español, sin ayuda, sin hogar, sin trabajo ni estudios, como ha sucedido con Barrag", confirman a este medio exmonitores consultados de la Fundación Respuesta Social Siglo XXI.
El joven Barrag llegó al archipiélago canario en patera desde Marruecos durante la grave crisis migratoria de miles de migrantes y fue uno de los principales denunciantes públicos contra las irregularidades que había vivido en su propia piel en un centro de acogida de menas gestionado por la Fundación Respuesta Social Siglo XXI, en Puerto Bello, al sur de Gran Canaria.
Como denunciante de esta presunta corrupción en la ONG, además de la situación de abandono que sufría Barrag, algunos educadores sostienen que "podría tratarse de una muerte extraña que, al menos, debería aclararse por parte de las autoridades canarias".
Las denuncias del joven fallecido
ElCierreDigital.com, medio de referencia del periodismo de investigación sobre inmigración, accedió en exclusiva a las denuncias de Barrag, quien manifestó de manera pública en este periódico que "recibía maltrato físico en el Centro de Puerto Bello por parte de algunos responsables de la Fundación Respuesta Social Siglo XXI", entidad gestora de este recurso para menas.
"La culpa de lo que sucede en el centro de Puerto Bello la tiene el director, Fernando Pérez Romero, ni champú ni duchas, ni nada…Un cuidador que se llama Said vendía cocaína, chocolate y pastillas a todos los menores, lo traía (las drogas) a los menores al centro", dijo Barrag antes de su muerte.
El migrante Barrag, durante sus declaraciones a ElCierreDigital.com, se quitó la camiseta para acreditar el maltrato sufrido en la fundación mostrando "cicatrices en los brazos y torso debido a las palizas recibidas y a las autolesiones, en respuesta al daño recibido en el centro migratorio de Puerto Bello", explicó.
Este joven marroquí relató la grave situación que padecía de abandono en la calle durante el verano de 2021, tras el cierre del centro de Puerto Bello por las denuncias recibidas contra la Fundación Respuesta Social Siglo XXI por parte de algunos de sus educadores, que aseguraban abusos sexuales, prostitución, consumo de drogas y alcohol en el alojamientomigratorio. Estas denuncias dieron lugar a la apertura de una investigación por la Fiscalía de Menores y la Guardia Civil, según avanzó este medio.
Barrag realizó un llamamiento para ser asistido por las instituciones españolas mientras avanzaba en su relato: "Vine gratis en patera hasta Arguineguín, al no poder pagar el trayecto a las mafias, no tenía comida, no tenía nada… Pero (en Puerto Bello), cerraban los baños, nos pegaban con la porra, nos echaban agua fría, la comida mala, no nos daban la paga de la semana, ni ropa ni nada… De todo ello, la culpa la tiene Fernando Pérez Romero, el exdirector del centro de Puerto Bello. Los cuidadores nos pegaban, me enviaron a Tabares por la cara, sin pruebas ni nada…Sólo quiero que me ayuden a arreglar mis papeles, porque estoy durmiendo en la calle, pido Justicia", fueron las únicas y últimas declaraciones del joven antes de perder su vida.
"Muerte en extrañas circunstancias"
ElCierreDigital.com ha accedido en exclusiva a testimonios cercanos a las circunstancias del fallecido Barrag. Algunos exeducadores de este joven confirman que "lo habían visto con vida unos días antes, en el centro de Las Palmas de Gran Canaria, pues lo habitual es que pasara la noche en el Parque de Santa Catalina, San Telmo, o la Playa de Las Canteras, en Las Coloradas, lugar donde fue hallado su cadáver".
"Hemos llorado muchísimo por la muerte de Barrag. De hecho, había conversado con él, días antes de esta tragedia. Comprobé que tenía una brecha en la cabeza con grapas, al ser asistido sanitariamente, tras el ataque de unos colombianos de alguna mafia, según me contó él mismo, por lo que, no sería descabellado pensar que su fallecimiento pudiera deberse, presuntamente, a algún ajuste de cuentas", expresa un exmonitor de Barrag, quien también sostiene que "su muerte no encaja, a tan solo dos meses de denunciar su situación. En el entorno estamos consternados".
En otro sentido, otro exeducador alega que "al parecer, existe alguna imagen gráfica del fallecimiento del joven que ha circulado entre otros migrantes con la hipótesis de que su fallecimiento, presuntamente, podría haber sucedido por una sobredosis del fármaco Rivotril combinado con alguna bebida alcohólica. Pero realmente, aún nadie tiene constancia del resultado de una autopsia, ni la verificación de las causas de su muerte".
Consultadas por este medio fuentes policiales y judiciales no ha sido posible, por el momento, confirmar el resultado de la autopsia ni otro tipo de indicios en relación a la aparición del cadáver de Barrag.
Confirman el uso de Rivotril
Consultados exeducadores del clausurado centro de Puerto Bello, gestionado en su día por la Fundación Respuesta Social Siglo XXI, confirman a ElCierreDigital.com que "en este recurso alojativo para menas los menores tenían acceso al medicamento Rivotril que mezclaban con hachís, lo que en Marruecos se denomina ‘Karkubi’, que, además, consumían con alcohol", y añaden que "tenían que tener una vigilancia extrema con los menores que estaban bajo tratamiento con antidepresivos para que no consumiesen estas drogas", aclaran.
Respecto a otras irregularidades, un exmonitor de esta fundación declara que "muchos de los menores no tenían ni la firma de la huella, ni papeles esenciales que tenía que haber gestionado esta ONG, pero tampoco fueron remitidos los exámenes de español realizados por 44 alumnos en el centro denominado Acorán en Tafira, para Radio Ecca, que tendrán que ser repetidos de nuevo, por lo que no se entiende que ante estos escándalos y denuncias no se cese al exdirector de Puerto Bello, Fernando Pérez Romero, sino que se le envíe con la misma responsabilidad a un recurso de esta fundación en Lanzarote".
"Los monitores denunciantes de esta grave situación, producida en algunos centros gestionados por la Fundación Respuesta Social Siglo XXI, advertimos de los peligros para los menas sin recursos, arrojados a las calles al cumplir la mayoría de edad, con la honda preocupación de que alguno de ellos pudiera perder la vida al vivir tal situación de desamparo como, lamentablemente ha sucedido con Barrag, un chico que quería una oportunidad para vivir en Canarias, un trabajo estable para ayudar a su familia con problemas económicos en Marruecos. Las autoridades canarias, el presidente del gobierno Ángel Víctor Torres y la consejera de Derechos Sociales Noemí Santana deben dar explicaciones ante la sociedad, y procurar que estas desgracias no se vuelvan a repetir", insisten exeducadores.
Fiscalía, Defensor del Pueblo y Guardia Civil
Ante la situación de desesperanza y desamparo social tras los maltratos sufridos por algunos menas en el Centro de Puerto Bello -información confirmada por sus monitores-, varios jóvenes marroquíes, quienes relataron esta historia en El Cierre Digital, "solicitaron comparecer con denuncias contra la Fundación Respuesta Social Siglo XXI ante la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas de Gran Canaria". Sin embargo, estos mismos migrantes fueron testigos de cómo "esta entidad de la Benemérita a la que acudieron en el mes de agosto se negó a recoger la documentación" por lo que los jóvenes accedieron a que estas denuncias contra la ONG "fueran remitidas ante la Fiscalía". Tal como así sucedió.
Una de las denuncias, documento al que ha accedido este medio, presentada ante las autoridades, era la del joven fallecido Barrag que "deseaba aportar su testimonio ante la Guardia Civil y la Fiscalía", según explicó a este medio. Tres meses después de entregar esta documentación contra la fundación, Barrag perdió su vida en la calle.
La situación extrema de abandono social sufrida por los menas, exusuarios de la Fundación Respuesta Social Siglo XXI, se puso en conocimiento del Diputado del Común, Rafael Yanes, quien ha conocido estos hechos a través de ElCierreDigital.com y se encuentra a la espera, tal como marca la Ley, de los resultados de las diligencias judiciales, como especificó en su momento.
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