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Un grupo de personas participa en una batalla de comida, arrojándose harina y otros ingredientes mientras se divierten.
SUCESOS

Escándalo en universidades: novatadas con huevos, pintura e insultos

Últimos incidentes de novatadas en la UCM de Santander y en colegios mayores de Valencia y Madrid.

Con la llegada del curso académico, las universidades se llenan de alumnos que se desplazan desde toda España a sus nuevos lugares de residencia. Se inicia así un periodo en el que forjar nuevas amistades y descubrir un lugar desconocido. Sin embargo, desde los primeros días  imperan en muchas universidades populares ritos de iniciación, conocidos como novatadas, que funcionan como billete de entrada a los círculos sociales.

Este curso es el segundo año en el que los estudiantes tienen prohibidas las novatadas. Las normativas y disposiciones legales que condenan estos actos tienen cada vez más peso en colegios mayores y universidades de toda España, que implementan ya protocolos para combatir este tipo de conductas.

A pesar de la prohibición, siguen conociéndose casos de novatadas que saltan al debate público debido a actividades que llegan a considerarse denigrantes por muchos alumnos. Las dinámicas que se proponen en estas novatadas se respaldan en la intención de socializar y entablar vínculos con nuevas personas. Juegos en equipo, pequeñas competiciones, disfraces y cánticos que comparte una comunidad.

De Santander a Valencia

Sin embargo, en muchas ocasiones las novatadas trascienden el mero divertimento y se convierten en vejaciones que los propios colegios mayores y universidades denuncian. Recientemente, se han hecho públicas unas imágenes de los estudiantes nuevos de un Colegio Mayor de Santander, el Leonardo Torres Quevedo. Los jóvenes desfilaban en ropa interior en una fila mientras eran embadurnados con una sustancia pringosa elaborada a base de huevo, aceite y pintura.

Esta "actividad" fue parte de las novatadas de los alumnos veteranos del colegio mayor, que imponían las normas en los aparentes juegos que debían cumplir los demás compañeros. En consecuencia, el vicerrector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo declaró, en unas declaraciones para la SER, que condenaba la actuación y explicó que las novatadas están prohibidas por "la ley y por las normas del centro". 

La provincia de Valencia también ha sido foco para el escándalo de las novatadas universitarias. Un grupo de estudiantes, cargado de huevos, basuras y vallas metálicas, atacó a la residencia Damià Bonet con la que mantienen una rivalidad. Desde la propia residencia han asegurado que este hecho es "un acto vandálico contra nuestras instalaciones y nuestros residentes". Entre las novatadas más típicas entre los estudiantes valencianos figura la venta de paquetes de pañuelos a desconocidos por la calle o que los nuevos estudiantes hagan de camareros para los alumnos veteranos en los comedores.

Actitudes machistas en varias novatadas

Uno de los casos que más polémica ha generado en los últimos años fue el cántico de los alumnos  del Colegio Mayor masculino Elías Ahúja, de Madrid. Tal fue el revuelo, que incluso se pidió la intervención del Ministerio de Igualdad para tratar el asunto. El polémico vídeo comenzaba cuando uno de los estudiantes salía por la ventana de su habitación gritando: “¡putas, salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea! ¡Vamos, Ahúja!”.

Al segundo, se comienzan a levantar las persianas del resto de las habitaciones del edificio, donde aparecen más estudiantes que comienzan a gritar y a hacer ruido sin parar. Según han declarado otros alumnos del centro, el insulto y la provocación a las alumnas del colegio de Santa Mónica[solo de chicas y situado enfrente]se produce todos los años, por lo que ellos lo consideran una “tradición”  que forma parte de las novatadas del comienzo de curso.

Entrada del Colegio Mayor Elías Ahuja con un portón gris y vegetación alrededor.
Colegio Mayor Elías Ahuja en Madrid | El Cierre Digital

El psicólogo y exdefensor del menor, Javier Urra, explicó para elcierredigital.com que este  comportamiento es completamente machista: “Hay que tener cuidado con llamar a esto broma porque no lo es. Alguna chica se puede sentir dolida o mal por estos comentarios. Es importante destacar que no son niños, son estudiantes que luego pueden ser médicos, periodistas, abogados… saben lo que hacen. Hay conductas que hay que perseguir porque están tipificadas en el Código Penal”.

Urra afirmó que el hecho de publicar el vídeo en las redes confirma que “estaba todo orquestado con anterioridad y que el verdadero problema está en que los jóvenes pueden estar diciendo lo que piensan". El psicólogo subraya que es importante ser fiel a los principios individuales y no dejarse llevar por lo que hace el grupo: "Esta conducta en la residencia parece que queda justificada porque la hacen entre todos pero aunque vivimos en sociedad, la responsabilidad es individual. Tienen que saber decir no”. 

Tras los continuos comentarios en redes por el vídeo, el centro tuvo que dar explicaciones y a través de su cuenta de Instagram lanzó un comunicado donde reconocía que la situación fue “inaceptable”, condenando “rotundamente las manifestaciones vertidas por algunos colegiales, considerándolas incomprensibles e inadmisibles en la sociedad, tanto en la forma como en el fondo. Además de ser totalmente contrarias al ideario y valores del centro”.

Otro caso similar se ha dado a conocer en las últimas semanas. Han salido a la luz unas conversaciones de un grupo de Whatsapp de alumnos de Magisterio de primaria de la Universidad de La Rioja que estaban repletas de comentarios machistas y homófobos. En el chat grupal había 200 personas y había sido creado con el propósito de organizar las novatadas.

Pantalla de un teléfono inteligente con varias aplicaciones, destacando el ícono de WhatsApp.
El grupo estaba compuesto por 200 alumnos del Grado | El Cierre Digital

Los mensajes, repulsivos y primitivos, están dedicados a las mujeres y tienen que ver con lo sexual, como viene siendo habitual: “últimamente son muy putas todas” o “hay que partirles las bragas”. Esta vergonzosa realidad la destapó la Cadena Ser de La Rioja, que también dio a conocer que se compartieron imágenes de alumnas de nuevo ingreso en la Universidad con el único objetivo de valorar su físico, añadiendo mensajes como “¿pero qué nenas están entrando?” o “es un puto quesito de cabra del copón”.

Estos comentarios, que dibujan un ínfimo nivel en estos futuros profesionales, se unían a otros de carácter homófobo, otro habitual en estos grupos. Mensajes como “dile que no aceptan mariquitas en magisterio” o “este tío promete” acompañaban a conversaciones en las que se criticaba frívolamente a los nuevos alumnos.

Consecuencias legales de las novatadas

En 2021, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria, propuesta del Ministerio de Universidades, que califica como falta muy grave las novatadas, el plagio en los trabajos y el acoso o acoso sexual. Tras su aprobación definitiva, en febrero de 2022, las novatadas quedaron prohibidas en todo el país, estableciéndose una pena de expulsión de la universidad de entre 2 meses a 3 años.

Dentro de los delitos que comúnmente se producen durante las novatadas destacan  las amenazas, la coacción, la vulneración de la intimidad y contra la integridad moral y la libertad sexual. Como explica Legálitas en su sitio web, las amenazas se producen cuando “se ejerce presión sobre la víctima, amenazándole con causar algún tipo de mal”.

Para que este tipo de amenazas sea relevante a efectos penales se requiere que, “de forma real, la víctima se llegue a creer la misma. En estos supuestos, el artículo 169 y siguientes del Código Penal castiga con pena de prisión o multa a la persona que comenta este tipo de hechos”.

Una persona con las manos cubriéndose el rostro rodeada de seis manos que la señalan con el dedo índice sobre un fondo negro.
Algunos alumnos participan en este tipo de novatadas por miedo a desentonar en el grupo | El Cierre Digital

Además de amenazas, es muy frecuente que se ejerzan coacciones sobre la víctima que son “sancionadas con pena de prisión de 6 meses a tres años o multa de 12 a 24 meses como determina el artículo 172 y siguientes del Código Penal según la coacción ejercida o el medio empleado”, como explica.

En suma, si la escena se sube plataformas y redes sociales como YouTube, “sus autores incurren en un delito contra la intimidad, comprendido en el artículo 197 del Código Penal”. Según explica Legálitas, este puede ser castigado con “pena de prisión de dos a cinco años y multa”.

A pesar de su continua desaprobación por los organismos oficiales del mundo educativo, las novatadas siguen siendo una base muy fuerte de la cultura popular universitaria. Muchos las defienden por ser una forma de socializar, sin embargo, llevadas al extremo constituyen conductas que pueden afectar psicológicamente al alumno, generando temor y daños en su autoestima.

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