El oscuro historial de violencia política en EE.UU tras los disparos a Donald Trump

En un giro dramático y alarmante de los acontecimientos, el expresidente y candidato a la presidencia de los Estados Unidos por el partido republicano, Donald Trump, fue objetivo de un intento de asesinato en la madrugada de este domingo (hora española). El incidente ha sacudido a la nación, desatando una ola de reacciones desde el ámbito político hasta el ciudadano común. 

El intento de asesinato tuvo lugar durante un mitin  en Butler, Pensilvania, donde Trump se encontraba en plena campaña para las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. En el momento del ataque, estaba dirigiéndose a una multitud de miles de seguidores. Según los informes,  un hombre armado logró acceder con un arma al evento y disparó varias veces antes de ser neutralizado por el Servicio Secreto.

Trump, que llevaba puesto un chaleco antibalas, no resultó herido físicamente, excepto por una herida leve en la parte superior de su oreja derecha, pero el incidente ha dejado una marca indeleble en el clima político del país. Además, otro de los asistentes falleció cuando los agentes neutralizaban al agresor y varios asistentes al mitin resultaron heridos en el caos que siguió al tiroteo.

El atacante, identificado como Thomas Matthew Crooks, de apenas  20 años  y registrado como votante republicano, fue abatido inmediatamente por las fuerzas de seguridad. Según fuentes cercanas a la investigación, Crooks tenía un historial de problemas mentales aunque no tenía antecedentes penales de relevancia. Sin embargo, su motivación exacta sigue siendo un misterio.

Se ha informado que el agresor había expresado en redes sociales su descontento con la política de Trump, aunque no se le conocían afiliaciones a grupos extremistas. El FBI y otras agencias federales están investigando sus conexiones y cualquier posible apoyo que pudiera haber recibido.

Las reacciones políticas y consecuencias en la campaña

Las reacciones políticas tras el intento de asesinato de Donald Trump no se han hecho esperar. El presidente actual, Joe Biden, condenó el intento de asesinato, calificándolo como un "ataque contra la democracia y la estabilidad de nuestro país". Biden ofreció su solidaridad a Trump y su familia, subrayando la importancia de la unidad en momentos de crisis.

Líderes de ambos partidos, tanto republicanos como demócratas, han expresado su consternación y apoyo a Trump. Mitch McConnell, líder de la minoría del Senado, declaró que "este ataque es un recordatorio de los peligros que enfrentamos al ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión y de reunión".  Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes, también condenó el ataque, pidiendo una mayor protección para los líderes políticos.

El intento de asesinato también puede tener un impacto significativo en la campaña electoral. Por su parte, Trump, conocido por su retórica combativa y sus enérgicos discursos, ha adoptado un tono más reflexivo y moderado en sus apariciones posteriores.

"Este incidente no nos detendrá. Continuaremos nuestra lucha por un Estados Unidos más fuerte y seguro", dijo Trump en un comunicado en el que expresó que se encuentra preparado para dar más mítines los próximos días. Su campaña ha intensificado las medidas de seguridad en todos los eventos futuros, y se ha informado que algunos mítines podrían realizarse de manera virtual.

El intento de asesinato también ha resonado a nivel internacional. Líderes mundiales han expresado su condena y solidaridad con Trump. El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, declaró: "La violencia política no tiene cabida en nuestras sociedades. Nuestros pensamientos están con Donald Trump y el pueblo estadounidense". El presidente de Rusia, Vladimir Putin, también condenó el ataque, señalando que "los actos de terrorismo contra líderes políticos son inaceptables bajo cualquier circunstancia".

El oscuro historial de ataques contra políticos en Estados Unidos

A lo largo de la historia de Estados Unidos, varios presidentes han sido objeto de intentos de asesinato, algunos de los cuales fueron fatales.

El primer presidente asesinado fue Abraham Lincoln, que recibió un disparo en la cabeza en el Teatro Ford el 14 de abril de 1865. Lincoln murió al día siguiente​.  Su verdugo fue John Wilkes Booth .

Por otra parte, el presidente James A. Garfield fue disparado el 2 de julio de 1881 por Charles J. Guiteau en una estación de tren en Washington, D.C. Garfield murió el 19 de septiembre de 1881 debido a infecciones causadas por la falta de higiene en el tratamiento de sus heridas.

En 1901 fue asesinado William McKinley, que fue atacado por Leon Czolgosz, un anarquista, el 6 de septiembre de ese mismo año, durante la Exposición Panamericana en Buffalo, Nueva York​.

El más famoso de los presidentes asesinados en Estados Unidos es  John F. Kennedy, que fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas, mientras estaba en un desfile en coche. El presunto asesino, Lee Harvey Oswald, fue arrestado, pero fue asesinado dos días después por Jack Ruby.

De igual manera, a lo largo de la historia presidencial de Estados Unidos ha habido diversos intentos fallidos. Por ejemplo,  Andrew Jackson estuvo cerca de la muerte en 1835, Richard Lawrence intentó disparar a Jackson, pero ambas pistolas fallaron. 

De igual manera, el presidente Theodore Roosevelt fue disparado por John Schrank durante una campaña en 1912, poco después de dejar la presidencia. La bala fue frenada por un estuche de gafas y un discurso que llevaba en el bolsillo.

Otro de los Roosevelt, en concreto Franklin, también sufrió un intento de asesinato en 1933, cuando Giuseppe Zangara disparó contra Roosevelt en Miami, hiriendo a varias personas, incluido el alcalde de Chicago, Anton Cermak, quien murió posteriormente.

El último de los presidentes o candidatos que sufrieron un intento de asesinato, antes del incidente de ayer con Donald Trump, fue  Ronald Reagan. El 30 de marzo de 1981, John Hinckley Jr. disparó a Reagan en el pecho fuera del Washington Hilton Hotel. Reagan sobrevivió y se recuperó completamente.

La violencia política y el papel de las redes sociales

El intento de asesinato de Trump, que ha dado la vuelta al mundo,  ha reavivado el debate sobre la violencia política en Estados Unidos. Analistas políticos han señalado que la polarización extrema y la retórica incendiaria en ambos lados del espectro político contribuyen a un clima de hostilidad y violencia. Se ha hecho un llamado a los líderes políticos para que moderen su lenguaje y fomenten un diálogo más constructivo.

Las redes sociales han jugado un papel crucial en este incidente. La rápida difusión de la noticia y las reacciones en tiempo real han subrayado el poder y la influencia de estas plataformas. Sin embargo, también han surgido preocupaciones sobre cómo las redes sociales pueden ser utilizadas para incitar a la violencia y difundir odio.

Redes como X (antes Twitter), Facebook y otras plataformas han intensificado sus esfuerzos para monitorear y eliminar contenido que incite a la violencia. No obstante, el desafío de equilibrar la libertad de expresión con la seguridad pública sigue siendo un tema de debate.

El fallido intento de asesinato de Donald Trump ha sido un recordatorio inquietante de los peligros que enfrentan los líderes políticos en la actualidad.