Diez años del caso Marta del Castillo: un implicado sigue preso, cuerpo no hallado.
Antonio del Castillo, padre de la joven, exige un nuevo juicio para aclarar las dudas que planean sobre el caso
El 24 de enero de 2009 el crimen de Marta del Castillo en Sevilla se convirtió en uno de esos sucesos que la sociedad española guarda en su memoria colectiva. Todo el país asistió al descubrimiento del asesinato de una chica de 16 años a manos de otro joven, Miguel Carcaño, con el que había tenido una relación sentimental. Como si de repente toda la sociedad se quitase una venda, descubrió que la adolescencia también tiene un reverso tenebroso.
Cruces de versiones y un ir y venir de acusador marcaron una historia marcada por la no aparición del cuerpo sin vida de la joven. Una década después lo que la justicia ha conseguido probar es que la noche del 24 de enero de 2009, Marta salió de su casa familiar para visitar un piso en la calle León XIII. El piso es el lugar de reunión de los amigos de la joven entre los que se encontraban Miguel Carcaño, su asesino confeso. A lo largo de la noche pasaron por la casa en un momento u otro Samuel Benítez, Javier García Marín “El Cuco”, el único menor de edad en el momento del crimen, y Mar García Medaro, novia de Francisco Javier Delgado, hermanastro de Carcaño.
Miguel Carcaño mató a Marta de un golpe seco con un cenicero. Según su primera declaración, él y “El Cuco” intentaron abusar sexualmente de la joven. A partir, de este momento las versiones se modifican. En un principio se creyó que Carcaño y Benítez se hicieron cargo de hacer desaparecer el cuerpo arrojándolo al Guadalquivir. Durante días se buscó el cuerpo de Marta en el río de ciudad hispalense sin resultados. Sería la primera versión de las cuatro distintas que los implicados llegarían a relatar. Todas ellas falsas.
A día de hoy, solo Carcaño sigue entre rejas. Fue condenado en enero de 2011 a 21 años y tres meses de prisión que en estos momentos cumple en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real). También fue condenado “El Cuco” por encubrimiento, pero al tener 15 años en el momento de cometer el delito cumplió solo tres años de internamiento en un centro de menores. Francisco Javier Delgado, su novia María y Samuel serían absueltos por falta de pruebas.
Las sombras del caso
Entre las dudas que siguen planeando sobre el caso, al margen de saber dónde está el cuerpo de la víctima, la más importante es la identidad de la tercera persona que, según la sentencia, ayudó a Carcaño y a “El Cuco” a deshacerse del cadáver. Por otro lado, para difícil creer la versión oficial que afirma que María, la novia de Francisco Javier Delgado, no se enterase de nada estando en el piso de León XIII. Respecto a la participación o no del hermanastro de Carcaño, la justicia no tuvo en cuenta el testimonio de un taxista que tardó tres años en declarar que llevó en la noche del 24 a Javier Delgado desde el bar que regentaba hasta el piso de León XIII donde sucedieron los luctuosos acontecimientos.
Más de una década después, Antonio y Eva, los padres de Marta piden un nuevo juicio para esclarecer las dudas sobre lo ocurrido hacer ahora una década y, sobre todo, para saber dónde está el cuerpo de su hija asesinada. Mientras la familia de Marta sigue con su lucha callada, Samuel Benítez, “El Cuco”, Javier Delgado y María García han recuperado, o al menos lo han intentado, sus vidas. Incluso Benítez ha sido padre y ha protagonizado hace unos meses un encontronazo en redes sociales con Antonio del Castillo.
Benítez y “El Cuco” intentaron hacer una vida lejos del ruido mediático en Rognac, una pequeña localidad en la Provenza francesa. Mientras Benítez ha sido padre y tiene una vida sentimental estable, “El Cuco” ha viajado de Sevilla a Francia, pasando distintas etapas en cada país. El menor de edad, que según la sentencia sabe dónde está el cuerpo de Marta, no ha conseguido abandonar el entorno socialmente desestructurado donde vivía. Él podría ser la clave para encontrar el cuerpo de la joven a la que Carcaño asesinó hace una década y poner fin a la lucho de unos padres que no se rinden en la búsqueda del cuerpo de una hija cuya vida fue segada en plena adolescencia hace diez años.
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