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Una sala de tribunal con varias personas sentadas en una mesa larga, algunas de ellas con togas, y un hombre de pie frente a ellos.
SUCESOS

Caso Pioz: Declaran varios testigos que explican que la relación de Nogueira y su tío

Un compañero de trabajo del asesinado aseguró que éste tenía celos de su sobrino

La segunda sesión del  juicio del Caso Pioz, estuvo cargada de emotividad y tensión. Nogueira, el supuesto autor del cuádruple asesinato, se mantuvo en silencio y solo a la entrada de su tío pudieron los asistentes y la prensa captar un leve gesto entre la resignación y el hastío. Durante toda la sesión solo habló con su abogada,  Bárbara Arroyo, y se dedicó a tomar notas en una libreta.

Antes de iniciar su declaración, Walfram, que también era hermano de Marcos Campos, se dirigió a Patrick en portugués: "¿Por qué lo has hecho con Marcos? ¡hazlo conmigo, hazlo conmigo!". Tras la llamada de atención de la magistrada que preside el Tribunal, Campos empezó su declaración.

La emoción, las lágrimas y su mal dominio del español, hicieron que su relato fuese difícil de seguir. Walfram fue quien pidió a su hermano y la mujer de éste que alojaran en su casa en España a su sobrino. Había tenido una infancia y adolescencia complicada en Brasil y parte de su familia pensaba que en nuestro país podría tener una oportunidad de reconducir su vida.

"Los primeros días siempre lo defendí, yo no creí que iba a hacer esto, lo tenía como sobrino maravilloso, excepcional...  Llevo dos años sufriendo como un loco, porque lo tenía a él como mi hijo, como mi hermano menor... Llevo sufriendo dos años como un loco, porque yo creía en su inocencia, yo lo defendí... Preferiría estar en el sitio de Marcos", ha declarado ante el tribunal.

En su declaración, Campos aseguró que tras la aparición de los cuerpos de la familia en el chalet de Pioz, Patrick en ningún momento le confesó la terrible verdad:  “Patrick, ¿Quién ha hecho eso con Marcos? Dame una pista, una solución. Tío, yo creo que es porque mi tío Marcos sale de trabajar por las noches y no llega a casa hasta las dos de la mañana…También sale de casa  y tarda en venir dos días, tres días... ¿No hay nada más? No, no hay nada más”.

El casero describe la escena del crimen

También fue impactante el testimonio de Pedro.L., dueño del chalet del pueblo de Guadalajara en el que vivían de alquiler las víctimas donde sucedieron los hechos. Aunque la muerte de Marcos Campos y su familia se produjo el 17 de agosto de 2016, Pedro L., recibió un whatsapp desde el teléfono móvil de Marcos el 30 de agosto, 13 días después de las muertes, donde se excusa por poder realizar el pago de la mensualidad (650 euros): "Pedro, perdóname, porque no te he podido pagar porque estoy entrando con un prestamista, no te preocupes que te pagaré".

Un hombre con gafas y suéter gris escribe con un bolígrafo azul en un papel.
Patrick Nogueria, tomando nota durante la segunda sesión del juicio. | Archivo

Los investigadores creen que este mensaje fue enviado por el propio Patrick desde el móvil de su tío para evitar que el casero acudiera al chalet al no recibir el pago del alquiler. Con posteridad, aseguró, acabó sospechando de la autoría del mensaje: “Si Marcos me ponía 'Hola, Pedro, ¿cómo estás?' era un whatsapp por cada palabra. Escribía 'hola', un whatsapp; 'cómo estás', otro whatsapp... Y el mensaje que yo recibí era todo seguido. Yo no caí entonces"

Durante los siguientes días, P.L., siguió escribiendo mensajes debido al retraso en el alquiler y a que los vecinos le alertaron del mal olor que procedía del chalet: "A ver, no hay manera de localizarte y allí huele fatal la casa", le escribió el dueño de la vivienda a Marcos. "Me llamaron los vecinos, 'de tu casa sale un olor tremendo', 'yo estoy en Porriño (localidad gallega en la que reside el arrendatario) qué puedo hacer'. Y me volvían a llamar: 'Oye, que los vecinos te quieren denunciar', ¿y yo que hago? Digo, estos se han ido de vacaciones, le han comprado un perrillo al niño y se ha muerto y es lo que huele".

Cuando finalmente entró en la vivienda, un mes después del crimen, junto a unos amigos y el vigilante de seguridad de la urbanización La Arboleda, se encontró con una dantesca escena: “"Yo iba acompañado por mis amigos y estaba en tal estado de nervios, de tensión y de ansiedad depresiva, que yo no veía, no sabía lo que hacía... Mis amigos no me dejaron entrar en mi casa. 'Pedro, es mejor que no entres, porque esto está hecho una... está horrible'. Había que desinfectar, había 700.000 millones de moscas, había mucha sangre... tuve que tirar todo lo que había en la casa, lo tuve que tirar todo al contenedor". También confesó estar en tratamiento psicológico desde entonces.

“Selfie” y celos

Entre el resto de los 31 testigos que prestaron ayer declaración en la Audiencia Provincial de Guadalajara, dos son reseñables: un amigo de Patrick y un compañero de trabajo del difunto Marcos.

Victor L., amigo de Patrick y de Marvin, el chico con el que se mensajeo por whatsapp en tiempo real durante el crimen, confirmó que accidentalmente visionó fotografías de los cadáveres descuartizados, una de ellas en la que se podía ver al acusado en modo 'selfie'. Todo sucedió cuando pidió a Marvin su móvil al tener el suyo estropeado. Víctor pudo ver las imágenes a pesar de estar borradas del teléfono porque se mantenían en la papelera. Sin embargo, no acudió a la policía porque no quiso darle importancia a lo que había visto. "Yo creía que eran imágenes de Internet y no quise saber más", aseguró.

Una puerta de garaje gris con una cinta de precaución verde y blanca alrededor, junto a una pared de piedra con una estatua de un ave en la parte superior.
Chalet de Pioz (Guadalajara) donde se cometió el cuádruple crimen . | Archivo

Cuando de nuevo tuvo la aplicación de mensajería instantánea instalada en su teléfono se descargó todos los mensajes y fotos de Marvin. Cuando llegaron desde España las noticias del crimen, ató cabos.

“Vi una foto en la que se veía la parte inferior de un cuerpo separada de la parte superior, con la cara cubierta.  Y Patrick haciendo la foto como si fuera un ‘selfie’”, ha dicho el testigo, quien ha detallado que, tras saber que las imágenes estaban vinculadas al crimen cometido en España, se asustó y sólo se lo contó a una amiga, que fue quien acudió a la policía.

Tras ver las fotos, según su testimonio, Víctor llegó a tener un encuentro con Patrick, a quien no le reveló que era conocedor de estas imágenes por miedo. El propio Nogueira, a tenor de las informaciones que llegaban desde España cuando aparecieron los cadáveres, le llegó a preguntar si creía que él era el autor de los asesinatos.

Por su parte, un compañero de trabajo de Marcos ha apuntado que la víctima llegó a sentir celos del autor confeso de los crímenes, ya que a su mujer le parecía atractivo. Según el testigo, el tío de Patrick había encontrado un mensaje de texto de su mujer, Janaina, enviado a una amiga, a quien le decía que Nogueira "tenía un cuerpo bastante agradable". Desde entonces, quiso "quitarse de en medio" y mudarse lejos del joven, con quien en ese momento convivía en Torrejón de Ardoz. Este motivo pudo desencadenar la mudanza a Pioz. "Él desconfiaba de Patrick", puntualizó.

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