Agresión sexual en la cárcel de Sevilla II a una funcionaria: No se hace caso

El sindicato de prisiones ACAIP ha reportado una nueva agresión a una funcionaria. Este ataque, que ha sucedido tres meses después del asesinato de la cocinera del centro penitenciario de Mas d'Enric, en Tarragona, se produjo en la mañana de este martes, 25 de junio, en la cárcel de Sevilla II, en Morón de la Frontera —una de las que más presos peligrosos alberga de nuestro país—. 

Según denuncia ACAIP en un comunicado, los hechos se produjeron durante la bajada de celdas, cuando un interno que se negaba a incorporarse a las actividades rutinarias del día se ha abalanzado sobre una trabajadora agarrándola fuertemente de sus pechos. A pesar de la sorpresa, la trabajadora ha logrado zafarse, sin embargo, el interno no ha depuesto su actitud y ha seguido intentando agredirla mientras profería insultos de carácter sexual tales como “Puta, que eres muy puta, te voy a follar”.

Finalmente, con la ayuda de otros trabajadores la situación ha quedado controlada y el interno ha sido trasladado a aislamiento a la espera de la decisión que desde la dirección del centro sevillano se tome. El sindicato apunta que este interno ya había mostrado indicios de tener cierta fijación con las trabajadoras del centro. Y asegura que "hay informes que alertaban sobre el comportamiento del mismo sin que, hasta la fecha, se hubieran tomado medidas".

Aumentan las agresiones a trabajadores de prisiones

Las agresiones a los trabajadores penitenciarios han aumentado sustancialmente en los últimos años alcanzando la cifra de 508 en el año 2023, más del triple que en 2021 y un 12 por ciento más que en 2022. Especialmente se ha producido un alarmante aumento de las agresiones de carácter sexual a las trabajadoras penitenciarias por parte de los internos.

Después de esta nueva agresión a una funcionaria en Sevilla, el sindicato ACAIP denuncia que "no se está atendiendo a las señales de alarma que se dan desde los módulos y se suele actuar una vez se ha producido el hecho. Además, en este centro concreto de Sevilla II, nos hemos encontrado con actitudes muy retrógradas por parte de la dirección del centro, que ha menospreciado a las funcionarias que han denunciado hechos muy graves, ante los que ha costado que se tomaran medidas de seguridad preventivas".

ACAIP-UGT también señala que "ni la dirección del centro, ni la secretaria general de Instituciones Penitenciarias están valorando debidamente el riesgo que existe dentro de las prisiones, minusvalorando las alertas que llevamos tiempo lanzando, provocando una doble inseguridad en los centros, ya que no solo hay un aumento de la conflictividad hacia los empleados públicos penitenciaros, sino también entre los propios internos".

Ya en noviembre de 2023 el sindicato reportaba el incidente con un interno ocurrido en esta prisión de Morón. El preso atacó con un pincho carcelario de metal, de unos 12 cm de largo, a dos trabajadores del centro sevillano hiriendo a uno de ellos en la mano y a otro en el hombro. Solo la rápida intervención de los compañeros de servicio impidió consecuencias más graves. Por las características de las heridas, ambos funcionarios fueron derivados a un centro hospitalario para valoración y control.

ACAIP se queja de que, "por desgracia, no se trata de hechos aislados sino de una constante que se viene apreciando en las prisiones dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. El nivel de agresividad de determinados internos va en aumento y no hay consecuencias para los agresores".

Desde el sindicato aseguran que "los trabajadores penitenciarios siguen sin tener la consideración de autoridad, modificación legislativa que quedó aparcada por la disolución de las Cortes Generales el pasado mes de junio y que para ACAIP-UGT debe ser una prioridad. Es inasumible que el agresor no tenga apenas consecuencias mientras que el agredido tiene que asumir las secuelas sin apoyo institucional, incluso sin percibir la indemnización que le correspondería cuando el reo es declarado insolvente".

Desde ACAIP-UGT insisten en la "necesidad de un nuevo protocolo frente a las agresiones que sufren los trabajadores penitenciarios, que además recoja la asistencia jurídica y psicológica del agredido".