29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Se le asignó un preso de confianza para ayudarle a adaptarse a la prisión y lo machacó a golpes al discutir por quién ocuparía la cama de arriba

"El nene", de campeón de muay thai a matar a su compañero de celda en la cárcel de Soto del Real

Jesús María Romero Hernández, 'El nene', mató a golpes a su compañero de celda en Soto del Real
Jesús María Romero Hernández, 'El nene', mató a golpes a su compañero de celda en Soto del Real
Jesús María Romero Hernández, más conocido en los círculos deportivos como “el Nene”, de 28 años de edad, mató a golpes a su compañero de celda el mismo día que ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real. No tenía antecedentes previos ni historial en la cárcel, donde nadie sabía que era campeón del llamado boxeo tailandés.

Jesús María Romero Hernández, más conocido como ‘el Nene’, mató el miércoles a su compañero de celda a golpes en la cárcel de Soto del Real. Llevaba interno solo un día, el tiempo suficiente para discutir con el preso común que se le asignó por elegir quién dormiría en la cama de arriba de la litera y acabar con su vida asestándole una brutal paliza.

‘El Nene’ había ingresado en prisión por un delito de intento de homicidio a un guardia de seguridad en la estación de Plaza Elíptica del Metro de Madrid. Le detuvieron la noche anterior a su ingreso en la cárcel tras intentar perpetrar un robo con navaja, hiriendo a la víctima para robarle el teléfono. Durante estos hechos, ‘el Nene’ se enzarzó con dos vigilantes de seguridad, de los cuales uno resultó gravemente herido.

Aparentemente, Romero Hernández, de 28 años y 67 kilos de peso, no suponía un peligro para la seguridad del centro penitenciario madrileño, pues no constan en su expediente antecedentes delictivos anteriores al que le llevó a la cárcel. Con lo que no contaban ni los funcionarios, ni su compañero ya fallecido, es que estaban ante un campeón de muay thai, una de las artes marciales más conocidas y practicadas.

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Desde los 15 años 'el Nene’ ya practicaba este deporte tailandés y poco a poco fue labrándose un nombre dentro del mundillo. Romero contaba en una entrevista para una web digital especializada que poco después de comenzar su andadura en esta disciplina, realizó un viaje a Tailandia y fue allí donde cogió el gusto a este arte marcial. “Cuando volví de este viaje mi vida cambió, me enganchó el Muay Thai por completo. Hice cuatro combates y mi sexta fue ya en profesional” aseguraba en la entrevista.

Romero había conseguido ganar muchos campeonatos en los circuitos profesionales, tanto a nivel regional como a nivel nacional. De este modo, su currículum deportivo cuenta con dos títulos de campeón de Madrid en categoría amateur, uno de campeón de España amateur, otro de campeón de España profesional K1 WKA, y uno de campeón del torneo Enfusion Madrid a 8 luchadores internacionales.

Sin duda se trata de una persona muy competitiva y con grandes aspiraciones en el mundo de las artes marciales. “Con tan solo 20 peleas profesionales me he pegado con muchos top entre 63,5 y 72 kg”, presumía.

Diferente es el caso de la víctima, quien a sus 55 años no cumplía condena por ningún delito con violencia, sino que estaba interno por tráfico de drogas. Desde la dirección del penal suelen asignar a este tipo de presos de confianza a los reclusos primerizos como Romero, para facilitar su adaptación dentro del centro penitenciario y para que vaya familiarizándose con la vida dentro de prisión.

Combate de 'El Nene'

 La agresión sorprendió a todos los presentes por la brutalidad con la que se cometió. Tras discutir en los pasillos del módulo 1 de Soto del Real y llegar la hora de irse a dormir, ambos se dirigieron a su celda, donde continuaron la discusión. Fue entonces cuando a Romero le invadió la ira y la emprendió a golpes con su compañero. Haciendo uso de las técnicas de lucha que sabía, impactó con sus puños, codos y rodillas repetidamente en la cara y la cabeza del otro preso, golpes habituales dentro del muay thai, considerado como “el arte de las ocho extremidades”.

Los funcionarios encontraron a la víctima tendida en el suelo con la cara llena de sangre y destrozada. Fuentes penitenciarias aseguran que la escena fue “dantesca” y que “había sangre por todos lados”.

También muchos problemas en la prisión de Huelva

Los funcionarios de prisiones no cesan en sus denuncias ante la falta de personal y la falta de medidas de prevención ante las numerosas agresiones que se dan en los centros penitenciarios y que ellos mismos sufren a diario.

El pasado viernes un trabajador del penal de Huelva sufrió una nueva agresión por parte de un interno de origen senegalés con antecedentes por delitos contra la libertad sexual. El recluso, S.M., “propinó un puñetazo en la cara, sin mediar palabra, a un funcionario de la prisión”, según denunció ACAIP. La agresión le provocó lesiones físicas y psicológicas que hace que se encuentre en situación de incapacidad laboral.

Esta situación ha indignado al colectivo sindical, que denuncia que después de una semana de esta agresión, “este interno no haya sido trasladado a otro centro penitenciario, dado los graves incidentes que dicho interno fue protagonista”.

Una de las reivindicaciones principales de los funcionarios es que se les considere como autoridad, por la “poca o nula transcendencia jurídica que supone este tipo de incidentes” a los trabajadores que no tienen esta condición.

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