25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El jurado se ha pronunciado en contra de que se le suspenda la pena o de que en un futuro se le conceda el indulto

'El Rey del Cachopo' escucha entre lágrimas como el jurado popular le declara por unanimidad culpable de homicidio y profanación de cadáver

César Román durante el juicio.
César Román durante el juicio.
A continuación en elcierredigital.com todos los argumentos con los que los nueve miembros del tribunal popular han condenado a “el Rey del Cachopo”. Este es el relato de hechos probados del asesinato de Heidi a manos de su expareja César Román y las pruebas que según el tribunal popular sustentan su decisión.

Ha sido un veredicto implacable. Hace unos minutos tan sólo que el jurado popular ha declarado culpable por unanimidad a 'el Rey del Cachopo'. Tras decidir por completo acuerdo en 9 de las 13 cuestiones que se planteaban que César Román mató a Heidi porque le iba a abandonar, al jurado popular sólo le ha temblado el pulso a la hora de decidir si César la mató para plasmar una situación de dominación sobre Heidi. Ahí han votado 7 a favor y 2 en contra. Igualmente, por mayoría de 8 a 1, el jurado se ha pronunciado en contra de que se le suspenda la pena o de que en un futuro se le conceda el indulto. César Román ha sido declarado culpable de homicidio, con el agravante de género, además de culpable de profanación de cadáver.

El jurado da por probado, obviamente, el hallazgo de la maleta con el torso de Heidi el día, tal y como demuestran las diligencias de levantamiento del cadáver, además de los testimonios y actas de los bomberos y de los policías municipales que intervinieron. “El fuego era una hoguera provocada con intencionalidad”, la hoguera en la que el presunto homicida intentó quemar los implantes de silicona de la víctima para destruir los números de serie que podrían llevar a la identificación del cadáver.

El jurado no tiene la mínima duda de que se trataba del cadáver de Heidi Paz. Lo rubrica por unanimidad apoyándose en las pruebas del ADN que así lo demuestran. Igualmente, los jurados se apoyan en las declaraciones de los policías nacionales especialistas de la policía científica y de los informes de los forenses imparciales del Instituto de Toxicología de Madrid.

César Román y Heidi Paz. 

Igualmente, respondiendo a las preguntas que se le plantearon, el jurado popular da por demostrado que la nave donde encontraron el torso de Heidi estaba alquilada por su expareja César Román. Así lo demuestran tanto el contrato de alquiler firmado por 'el Rey del Cachopo', como los arrendadores que se lo alquilaron en persona. César contrató, ha explicado el jurado, a Heidi para trabajar en su restaurante como prueban las declaraciones de al menos tres testigos. Comenzando ambos de inmediato una relación de pareja y conviviendo en el domicilio de César Román en la calle madrileña López Grass. Queda claro, para el tribunal, que Heidi y César eran pareja. Lo dice la madre de la víctima, la hermana de Heidi, las conversaciones de WhatsApp entre ambos y varios testigos más que conocían a la pareja. El jurado ha recordado el testimonio del propio César Román en sus declaraciones tras su detención en las que confirmó que vivieron juntos, y a las conversaciones de WhatsApp entre ambos.

Queda claro para el jurado que Heidi quedó embarazada de 'el Rey del Cachopo' y sufrió un aborto, tal y como lo relataba la carta de Heidi que la policía halló en la casa de la pareja. En esa carta Heidi le decía a César Román que se iba unos días a pensar en su relación. Todo esto prueba, para el tribunal, que la pareja convivía en los momentos previos a la desaparición de Heidi en contra de lo que ha venido manteniendo 'el Rey del Cachopo' sobre que no eran pareja. Además, el jurado popular deja claro que los testigos han probado que Heidi iba a abandonar a César Román “por que es un celoso, el hijo de su madre” llegó a escribir Heidi a sus amigos antes de desaparecer. “Yo no sé si volveré con César, estamos hablando, pero la verdad no me apetece” le escribió en esa época Heidi a su hermana. Según los investigadores y ahora también el tribunal del jurado, ese es el móvil del homicidio. Creen y dan por probado que César Román mató a Heidi porque no quería retomar la relación sentimental.

¿Y cuando murió Heidi a manos de 'el Rey del Cachopo'? Queda demostrado según el tribunal que fue la madrugada del 5 de agosto, en la que desapareció mientras iba al domicilio. El jurado cree que Heidi llegó a la casa de César, y allí “el Rey del Cachopo” la mató porque no quería reanudar su relación. “No fue una muerte accidental” matiza el jurado porque mutiló el cuerpo separando la cabeza del mismo e intentó quemarlo después en la nave, refiriéndose obviamente a que hizo desaparecer esa parte del cuerpo de Heidi para ocultar la forma en que la asesinó.

César Román. 

Que César Román descuartizó el cuerpo de Heidi y posteriormente lo llevó a su nave metido en una maleta, es un hecho claro para el jurado por unanimidad igual que todos los pasos anteriores del veredicto de culpabilidad. Así lo demuestran, según el veredicto, las declaraciones del taxista que lo llevó con la maleta hasta la nave y lo reconoció sin duda, los testigos que reconocieron la maleta donde se halló el torso de Heidi en la nave como propiedad de “el Rey del Cachopo” pero además es que el ADN de Heidi estaba mezclado con el de César Román en las asas de la maleta y en las cremalleras. Todo esto hace inviable la versión de César Román insistiendo en que la maleta no era suya, que no la había visto en su vida, y que quien mató a Heidi y la metió en la maleta fue una mafia de traficantes de droga. Además, el cuerpo de Heidi presentaba cortes precisos de cuchillo, y los testigos así declararon que Román tenía habilidad con ellos. “César amputó la cabeza y las extremidades…para eliminar las partes que podrían favorecer la identificación del cadáver y la causa de la muerte” ha sentenciado el tribunal popular mientras Román negaba con su cabeza el relato que le va a suponer una pena considerable.

César Román volvió el día 13 de agosto a la nave para quemar los restos de Heidi, mantiene el jurado popular, “César Román, según sus exsocios y los testigos, tenía las llaves de la nave, y el portero del edificio frente a la nave lo reconoció”, matiza el jurado a pesar de que éste último testigo mostró dudas de que fuera Román la persona que vio. “César Román roció el cuerpo de Heidi con sosa para dificultar aún más la identificación del torso de Heidi”, el jurado popular sostiene por unanimidad que fue Román quien lo hizo y lo ejecutó expresamente para borrar pruebas desdeñando cualquier respeto hacia el cuerpo de Heidi. La huella de Román estaba en uno de los dos botes de sosa caustica, la misma que tenía el tronco de Heidi, que la policía halló en un cubo de basura de la nave. La anilla del otro bote, un dato relevante, estaba dentro de la maleta. Esto ultimo tira por tierra las afirmaciones de Román, el acusado dijo primero que la policía o alguien habría puesto su huella en el bote de sosa, y posteriormente que habría usado la sosa para limpiar la nave en alguna ocasión. Esto último es algo imposible ya que una de las anillas de los botes se encontró dentro de la maleta del cuerpo de Heidi señalando directamente al acusado.

Para terminar, el jurado da por demostrado que César Román huyó a Zaragoza cuando se enteró del hallazgo del cadáver de Heidi. Allí intentó ocultarse con una identidad falsa y su aspecto físico muy cambiado. Se fugó para que la policía no le atrapara, no como dice “el Rey del Cachopo” para escapar de una mafia de traficantes de droga que había matado a Heidi, mantiene el tribunal popular frente a las excusas de Román. Y citan a los testigos que cuentan lo que dijo César Román a los policías que fueron a detenerle “Llevaba varios días esperando que vinierais a por mí” les dijo. No esperaba a unos mafiosos que iban a matarle, parece ser.

César Román ha escuchado con gesto serio y tenso los argumentos del portavoz del jurado popular, a veces se frotaba los ojos incrédulo, otras negaba con la cabeza, pero ya lejos de la vehemencia que le ha caracterizado durante el juicio hasta que ha roto a llorar. Ahora el juez tras la publicación del veredicto hará públicas la sentencia con sus penas en un corto periodo de tiempo. Todo indica, salvo sobresaltos, que a César Román le esperan unos lustros de encierro que aprovechará para escribir un libro con su propia historia, si hacemos caso a los informes psicológicos de su propia defensa que le definen como narcisista y megalómano. Su defensa, la abogada Ana Isabel Peña, anuncia a este periódico su decisión de recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

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