25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El joven fue encontrado esta semana muy deteriorado mientras sus padres continúan exigiendo a la Fiscalía una orden de internamiento para él

Eyob, el niño de 15 años que huye de su casa, se recupera en el centro Recurra tras semanas malviviendo en la calle

El joven Eyob está ahora recuperándose en el centro Recurra.
El joven Eyob está ahora recuperándose en el centro Recurra.
Eyob, el menor de 15 años que vivía en la calle por voluntad propia y alejado de sus padres, está ya en el centro Recurra donde ingresó hace años para seguir un tratamiento. El joven fue localizado y conducido en ambulancia a dicha organización y sin oponer resistencia para entrar en el cuarto asignado. Lleva varios días recibiendo terapia y sus padres respiran más tranquilos.

Hace una semana la madre de Eyob, Suni, nos contaba angustiada cómo su hijo desaparecía periódicamente de manera voluntaria. Desapariciones que se alargaban días y semanas durante las cuales la familia no sabía dónde se encontraba el chico de 15 años.  La última vez llevaba casi 36 días fuera de su hogar. No estaba desaparecido, se iba  por voluntad propia y sus padres no pueden impedirlo. Nunca han podido. Al parecer, tampoco las autoridades.

Por ello, su familia reclama que la Fiscalía dictamine que el menor debe estar ingresado en el centro de recuperación  en el que ahora permanece y al que asistía desde hace años a una terapia. Por ahora, no lo han logrado pero siguen insistiendo . Suni vuelve a comentar a elcierredigital.com que “Servicios Sociales de la Fiscalía de Menores tiene los docuementos de Eyob que presentaron para justificar que debe tener orden judicial de internamiento con el fin de evitar que se quede en la calle contra nuestra voluntad”.   

El centro Recurra dirigido por Javier Urra mantiene en tratamiento a Eyob. 

Es el único camino que pueden seguir los padres de Eyob, quienes conviven con la impotencia diaria que sienten al comprobar que no tienen respaldo legal para ayudar a su hijo. Y es que Suni, la madre del pequeño Eyob, aseguraba  que ya no saben cómo actuar. Todo empezó hace dos años su hijo de 15 años empezó a salir. Pero no volvía a la hora que se le indicaba. Empezaron con una denuncia por desaparición, y  luego otra y otra. Pero la Policía no podía hacer nada, así se lo confirmaban, porque  Eyob volvía a casa, pero cuando quería.

Cada vez que les llaman de la comisaría para ir a buscarlo, vuelve a escaparse apenas sale del cuartel, ante la mirada impotente  de los padres y la incapacidad policial para detenerle. “No podemos hacer nada”, se les dice a los padres repetidamente por parte de la Policía. El chico dejó el colegio y empezó a convivir con amistades. Hasta que ingresó en el centro de recuperación al cual ahora  ha vuelto. Allí permanece atendido en el centro de recuperación Recurra. Todavía no han podido visitarle, lo harán en breve pero el menor está siguiendo el tratamiento que abandonó. Según su madre, el joven llegó muy deteriorado...

El vacío legal y la impotencia de los padres

Suni considera que el problema de Eyob, quien también sufre otros como TDH y comportamiento disrruptivo en el pasado, “va más allá de la rebeldía de un adolescente, no acepta ni quiere límites”. “El querría entrar, ducharse y salir para volver cuando le apetezca, sin obligaciones...” , indica.  “Un problema común entre los menores de hoy es la baja tolerancia a la frustración, que conduce a conductas agresivas cuando no obtienen lo que quieren”, alerta Suni, quien insiste en que su hijo, Eyob, al que adoptaron cuando tenía tres años en Etiopía, necesita ayuda para reencontrar el camino.

Servicios Sociales de la Fiscalía de Madrid estudia todavía su expediente.

Suni no se explica cómo un niño que ha recibido tanto amor, tanto cariño en un hogar tranquilo y acogedor puede terminar así. “¿Qué les sucede a esos menores para degenerar en estas situaciones?”, se pregunta la paciente madre. En el fondo del problema está el sistema y el vacío legal que hay en torno a estas cuestiones. “No se contemplan”, denuncia Suni, mientras lamenta cuánto le echan de menos en casa ella, su marido, César y su otra hija, a la que Eyob también adora.  Suni afirma que “quiero sacarlo de la calle, quiero que los jueces tomen partido porque ni la Policía puede detenerle, ni hacerse cargo de él, ni siquiera aunque la ley obliga a la escolarización para los menores de 16 años...”

Por ahora, lo único que han podido hacer Suni y su padre, César, es una declaración de no poder atender a Eyob, necesaria para poder llevarlo a un centro recuperación... aunque terminó en el de Hortaleza, nada adecuado para él. Sin embargo, la renuncia a la custodia, que era otra opción para que la Comunidad de Madrid se hiciera cargo del adolescente, no quieren firmarla. Significaría dejarle en situación de abandono para que el gobierno madrileño asumiera su custodia. Por ahora, parece que no tendrán que planteárselo. Eyob se ha dado otra oportunidad.

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