Tres reclusos de la cárcel de Melilla se fugan a Marruecos en motos de agua cuando disfrutaban de un permiso

El pasado 10 de septiembre, tres internos de nacionalidad marroquí que cumplían condena en el Centro Penitenciario de Melilla aprovecharon un permiso de salida para huir al país vecino en motos de agua, tal y como ha informado el sindicato ACAIP-UGT en un comunicado. 

"Hay que señalar que el quebrantamiento de condena es algo excepcional en el ámbito penitenciario, por ello, que se produzcan tres casos a la vez, marca un triste récord que pone en duda la política de concesión de beneficios penitenciarios por parte de la Dirección del Centro Penitenciario de Melilla" advierten los funcionarios de prisiones, que prosiguen: "Es difícil de entender que se concedan permisos a presos que cumplen condena a las que le viene aparejada una orden de expulsión, más aún cuando no tienen arraigo ni familiar ni laboral en Melilla, lo que ya es indicativo de riesgo de quebrantamiento".

"Resulta además llamativo que la huida en moto de agua que puede estar valorada en torno a 1000 euros, haya sido sufragada con el dinero ganado en prisión, ya que se trata de internos que realizaban trabajos en el penal melillense. Los tres presos retiraron todo el dinero que tenían acumulado en su peculio, obtenido por estos trabajos realizados para la administración penitenciaria, el día que salieron de permiso. Dato que también duce a pensar en la planificación previa de su huida y que no se trata de in plan sobrevenido".

Estos hechos han llevado a la dirección del centro suspender la mayoría de los permisos penitenciarios, "haciendo responsable de una mala gestión de permisos a otros internos que nada tienen que ver con los hechos, limitando así el derecho de unos para encubrir lo que pueda ser una negligencia de otros

Por todo ello, ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en el sector de prisiones, solicita a la Secretaria General el cese fulminante del director del Centro Don Francisco Rebollo, así como la apertura de una investigación y, en su caso, del expediente disciplinario que fuera pertinente al responsable del centro por los hechos ocurridos y no haber valorado debidamente el riesgo que comportaba el permiso otorgado a los tres internos fugados, y la gestión posterior limitando permisos sin atender a una valoración individual.

Igualmente, insta a la Delegación del Gobierno a que se interese en el asunto y frene el daño que se está haciendo a la institución.