25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El acusado, de nacionalidad griega, intentó asesinar en 2017 a la pequeña de dos años mientras hablaba por teléfono con la madre

Stylianos Messinezis se enfrenta a 30 años de prisión por apuñalar a la hija en común con la etarra Sara Majarenas

Stylianos Messinezis
Stylianos Messinezis
El presunto autor del intento de asesinato de su hija en común con la que fuera miembro de ETA, Sara Majarenas, se enfrenta a una pena de 30 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y lesiones psíquicas en el juicio que tiene lugar esta semana en la Audiencia Provincial de Valencia. Intentó acabar con la vida de su hija Izar mientras discutía por teléfono con la madre. Posteriormente se entregó a la Policía Local de Benifaió y manifestó que había matado a su hija.

Stylianos Messinezis, de 52 años y nacionalidad griega, apuñaló en dos ocasiones a la niña, de dos años y diez meses, mientras hablaba por teléfono con Sara Majarenas “con ánimo de menoscabar gravemente la integridad psicológica de su pareja”, según el escrito de la Fiscalía. Luego se entregó a la Policía, no sin antes llamar al abuelo materno de la pequeña para decirle “está muerta, es vuestro regalo de cumpleaños”.

Los hechos ocurrieron el 15 de enero de 2017 en la localidad valenciana de Benifaió, cercana al municipio de Picassent, donde Majarenas cumplía condena por pertenencia a la banda terrorista ETA. Allí convivía con su hija Izar en el módulo de madres de lunes a viernes, mientras que Stylianos se hacía cargo de la niña los fines de semana.

La finalidad del ataque era, siempre según la Fiscalía, causarle “mayor dolor y desasosiego” a su expareja, con quien continuó hablando por teléfono después de acuchillar a la niña para decirle que la pequeña Izar se estaba muriendo. Tanto es así, que cuando posteriormente se entregó a la Policía Local de Benifaió, Stylianos dijo que había matado a su hija.

majarenas

Sara Majarenas en el juicio de la Audiencia Nacional en 2007

Izar recibió dos puñaladas con un cuchillo de cocina, una en la espalda y otra en el costado izquierdo. Fue trasladada al Hospital La Fe, donde pasó 37 días en estado grave y finalmente sobrevivió, aunque tuvo que someterse a intervenciones quirúrgicas delicadas. Sus lesiones tardaron en curarse 90 días, pero le han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, por las que ha tenido que recibir tratamiento, al igual que su madre.

La pequeña volvió con su madre, pero al cumplir tres años en marzo de 2017 no podía seguir viviendo en prisión con su progenitora debido al reglamento penitenciario. Por ello, debido a la excepcionalidad de la situación y al escrito presentado por Majarenas mostrando arrepentimiento y reconociendo el daño causado por su actividad en ETA, autorizaron su paso al segundo grado.

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional fue quien acordó esta medida y, así, pudo ser trasladada al madrileño centro de la fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, dependiente del centro penitenciario de Aranjuez, para que pudiera convivir allí con su hija. Sara Majarenas salió en libertad el 10 de abril de 2018 tras cumplir su condena.

Ahora, la Fiscalía solicita una pena de 30 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa en concurso medial con otro de lesiones psíquicas a la madre de la pequeña. También pide una orden de alejamiento de 2.000 metros de la madre y de la hija durante siete años posteriores al cumplimiento de la pena, incluyendo la prohibición de entrada en el País Vasco, donde reside actualmente Majarenas con su hija Izar.

Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita en concepto de responsabilidad civil una indemnización de 56.750 euros para la pequeña por las lesiones, los daños morales y las secuelas, y de 30.000 euros para la madre.

Stylianos, en libertad vigilada

Sara Majarenas fue condenada a 13 años de prisión por su pertenencia al comando Levante de ETA. Fue detenida en Valencia en febrero de 2005, cuando se encontraba en una pensión junto con el que era entonces su compañero Mikel Orbegozo, también condenado. Posteriormente entró en el centro penitenciario de Picassent.

Fue allí donde conoció y comenzó una relación con Stylianos, que cumplía condena por tráfico de drogas y salió en libertad antes que su pareja. Se encontraban en trámites de separación en el momento del intento de asesinato de la niña y discutían por quién debía tener la custodia.

Por su parte, Stylianos actualmente se encuentra en libertad vigilada y con medidas cautelares desde el 15 febrero por decisión del Juzgado de Instrucción 2 de Picassent, tras haber cumplido dos años de prisión provisional. La Sección Primera de la Audiencia de Valencia ratificó esta decisión pese a que la Fiscalía y la acusación particular pedían el reingreso en prisión del acusado hasta que tuviera lugar la vista oral.

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