Rodrigo Lanza se enfrenta a 25 años de cárcel por asesinato con alevosía y ensañamiento del hombre que llevaba tirantes con la bandera de España

Rodrigo Lanza, el hombre acusado de matar en diciembre del pasado año a Víctor Láinez en Zaragoza por llevar unos tirantes con los colores de la bandera de España, será juzgado por delito de asesinato de odio con alevosia y ensañamiento. La jueza Mercedes Terrer, titular del juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, adoptó esta decisión tras tener en consideración los recursos de la Fiscalía y de la acusación particular, que pide 25 años de prisión.

El auto de la jueza, emitido ayer, da por iniciado al procedimiento para el juicio por un tribunal popular por un delito de asesinato en el que concurren las circunstancias de alevosía, ensañamiento y actuación por motivos ideológicos. Según ha indicado a la agencia EFE el abogado que representa a la familia de la víctima, Juan Carlos Macarrón, "los familiares están satisfechos con el resultado de la instrucción porque desde un principio habían entendido que los hechos respondían a una cuestión de odio debido a la ideología del fallecido".

Víctor Láinez, la víctima.

Víctor Laínez falleció el 12 de diciembre de 2017 en el hospital, cuatro días después de que Rodrigo Lanza le agrediera en un bar del centro histórico de Zaragoza tras haber mantenido, supuestamente, una discusión por los tirantes con la bandera de España que llevaba la víctima. Según el relato de los hechos, Laínez estaba a las 3 de la madrugada del 8 de diciembre en el bar "Tocadiscos" y llevaba puestos unos tirantes con la bandera de España, cuando Lanza entró en el local y empezó a hablar con la víctima.

Según el mismo relato, Lanza llamó "facha y fascista" a Laínez y éste se defendió llamándole "sudaca". Pasada media hora Láinez entró de nuevo en el bar y entonces Lanza lo siguió "para atacar por detrás" y le propinó un primer golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo, donde Lanza le habría seguido dando "puñetazos en la cabeza y una patada muy fuerte en la cara".

Asimismo, el auto concluye que no consta que la víctima portara una navaja como argumentó la defensa de Rodrigo Lanza, ni actitud agresiva o violenta por parte del fallecido. Láinez murió cuatro días después en el hospital Clínico por un severo traumatismo craneoencefálico con parada cardiorrespiratoria.