Trinitarios contra DDP: Daños colaterales por la guerra de bandas latinas en Alcalá de Henares

El pasado 27 de agosto finalizaban las fiestas de la localidad de Alcalá de Henares. A pesar de que no se esperaba ningún incidente reseñable, al final de la noche una salvaje pelea entre dos bandas latinas puso el broche final a unas fiestas muy esperadas tras la llegada del COVID-19. 

El origen de esta trifulca fue generado por los Trinitarios, banda muy presente en el corredor de Henares. La pelea comenzó sobre las 3:30 horas, cuando varios jóvenes intentaron un robo en el exterior de una de las casetas, y posteriormente tuvo lugar el robo de un teléfono móvil, que provocó las primeras carreras y alarmas de la noche. Poco después se produjo la pelea de la noche que desató el pánico entre los asistentes. 

Cerca de 20 miembros de los Trinitarios golpearon a dos jóvenes de la banda rival de los DDP mientras hacían el saludo de los ‘Trinis’. Tal fue la peligrosidad de los altercados que las autoridades allí presentes obligaron a los asistentes a desalojar el recinto ferial por las salidas habilitadas. El operativo finalizó a las ocho de la mañana del pasado domingo 28 de agosto y se saldó con cuatro policías heridos, un detenido, daños por vandalismo y disturbios en la ciudad.

Cuando la policía trataba de disolver las concentraciones, se produjeron los primeros lanzamientos de objetos contra los agentes. Como respuesta, la policía cargó en varias ocasiones y empleó material antidisturbios. Los jóvenes arrancaron adoquines de las aceras, quemaron contenedores, rompieron bancos y construyeron barricadas.

La Policía Nacional ha procedido a analizar las imágenes de las once cámaras de seguridad para identificar a los responsables de desencadenar la contienda. "Los compañeros están recopilando todo tipo de información, ya sean imágenes o vídeos para aportar nuevos testimonios y poder identificar a más gente implicada", confirma a elcierredigital.com Alfredo Perdiguero, portavoz de Alternativa Sindical de Policía (ASP CNP).

Se sospecha que los Trinitarios que causaron los incidentes pertenecen a los coros de Cuatro Caminos, Torrejón y Guadalajara. De hecho, el único detenido por los incidentes, un joven de origen sudamericano de 19 años acusado de desobediencia a la autoridad, forma parte de los Trinitarios, según ha explicado hoy la Delegada del Gobierno de Madrid, Mercedes González.

En la mañana del lunes 29 de agosto, el juzgado de instrucción número dos de Alcalá, ha decretado la puesta en libertad del único detenido en la noche de los disturbios. Ha quedado en libertad con la medida cautelar de presentarse al juzgado los días 15 de cada mes mientras es investigado por los delitos de resistencia y/o desobediencia a la autoridad.

 El peligro de la violencia en las fiestas locales

La violencia entre grupos o bandas juveniles de carácter radical es un hecho habitual en fiestas o verbenas de pueblo. "Lo anormal es que este tipo de bandas aprovechen unas fiestas locales para agredir a personas de otra ideología", sentencia Alfredo Perdiguero.

Además de las bandas, los policías fueron las otras víctimas. Se comenzaron a lanzar botellas de cristal y piedras, por lo que las autoridades pidieron a los asistentes que desalojaran el recinto. "La policía dispersó a la gente hacia un medio de transporte para que se marchara. Se evita la agresión, pero hay más policías heridos que gente herida. Descentralizamos la violencia hacia nosotros", afirma Alfredo Perdiguero a elcierredigital.com.

La música dejó de sonar y por las redes sociales comenzaron a circular vídeos de gente escapando de los agentes de la policía tanto local como nacional. La pelea sembró el caos entre los allí presentes, que pronto huyeron del recinto. "No se entiende la violencia. En España hay un derecho de libre circulación, seas español o extranjero", sentencia el portavoz de Alternativa Sindical Policial.

La necesidad de controlar a los asistentes a este tipo de eventos se ha vuelto imprescindible tras los acontecimientos sucedidos en diversas fiestas locales. Los registros de objetos como bolsas o mochilas sería una buena opción para evitar este tipo de sucesos. "No es normal que la gente que vaya a divertirse y a pasar un rato de ocio a las fiestas presencien ese tipo de agresiones. No hay ninguna causa. Es penoso", comenta Perdiguero a elcierredigital.com.

A pesar de que la presencia de agentes de seguridad era mayor, a petición del ayuntamiento de la ciudad, no pudieron evitar las barricadas que se formaron con la quema de contenedores. Los agentes heridos fueron atendidos por los servicios de urgencias allí presentes y han confirmado que no hay ningún herido de gravedad.

Las bandas latinas

La capital es uno de los principales focos de actuación de este tipo de bandas juveniles. Los Dominicans Don´t Play, una de las más numerosas, actúan principalmente por los barrios de Tetuán y Carabanchel, aunque también se encuentran por algunas zonas de Villaverde. "El problema de las bandas latinas es que quieren sus territorios, por lo que si se acerca otra banda, no se lo van a consentir", confirma Alfredo Perdiguero, portavoz de Alternativa Sindical Policial.

La organización nació en Nueva York a mediados de los ochenta y en España no arraigó hasta el año 2004. Son conocidos por usar principalmente machetes y cuchillos como armas en sus enfrentamientos con bandas rivales. Es uno de los grupos más violentos y peligrosos, junto con los Trinitarios, los Latin King y los Ñetas. Su vestimenta suele llevar los colores azul y rojo de la bandera dominicana.

Miembro de una banda siendo detenido

Por su parte, los Trinitarios se concentran en Usera y Villaverde y están presentes en España desde que en 2001 la organización emergiera en la prisión de Alcalá-Meco. Sus miembros son de diversas nacionalidades. 

Los Latin Kings componen la banda con más presencia en España. Su estructura es jerárquica, las cúpulas y líderes ostentan el poder y coordinan las actividades delictivas de los grupos. Los colores que les representan son el amarillo y el negro. Se rigen por normas muy estrictas que no suelen saltarse por las penalizaciones que los líderes imponen, que pueden significar palizas de sus propios compañeros o incluso la muerte. Estas reglas están recogidas en un manifiesto denominado "La Literatura".