20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La madre consumía drogas de manera habitual y ejercía la prostitución para sufragar su adicción

Condenada a cinco años y nueve meses de cárcel por prostituir a su hija desde los ocho a los trece años

La Audiencia Provincial de Cádiz.
La Audiencia Provincial de Cádiz.
Ha sido condenada a un año y nueve meses de prisión por un delito de maltrato familiar, dos años por prostitución de menores y otros dos años por un delito de abuso sexual. Además, tiene prohibido acercase a menos de 200 metros a su hija, que ha renunciado a una posible indemnización.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a una mujer, prostituta y drogadicta, a cinco años y nueve meses de prisión por prostituir a su hija desde que ésta tenía ocho años hasta los trece. Por su parte, los clientes, que también lo eran de la madre, no han podido ser identificados.

Según la sentencia, la madre ha sido condenada a un año y nueve meses de prisión por un delito de maltrato familiar, dos años por prostitución de menores y otros dos años por un delito de abuso sexual. Además, tiene prohibido acercase a menos de 200 metros a su hija, que ha renunciado a una posible indemnización.

Tanto la madre como la hija, tal y como ha adelantado Diario de Cádiz, convivían en el mismo domicilio, donde la madre, consumidora de drogas, ejercía la prostitución para sufragar su adicción. Cuando la niña contaba con ocho años de edad, en fecha que no ha podido ser determinada, según recoge la sentencia, la madre desvistió a su hija para que un hombre mayor de edad, que no ha sido identificado, abusara sexualmente de ella.

La Audiencia Provincial de Cádiz, donde se ha celebrado la vista.

Tras ser detectada su situación por los Servicios Sociales en el año 2007, la menor fue enviada a una residencia, donde permanecía de lunes a viernes, pasando los fines de semana en casa de su abuela. No obstante, según recoge la sentencia, en la residencia escolar la menor presentó conductas sexualizadas precoces para su edad, llegando a comentar incluso a sus compañeros "que era puta desde los ocho años de edad".

Posteriormente, en abril de 2011, la menor abandonó la residencia y volvió a vivir con su madre y ese mismo mes, cuando contaba con trece años, durmió con clientes de su madre a cambio de dinero.

Finalmente, en mayo de 2011, ante la situación que estaba viviendo, acudió a los Servicios Sociales acompañada de la madre de un amigo y por resolución de 9 de septiembre de 2011 fue declarada en desamparo, asumiendo su tutela la Entidad Pública de Protección de Menores.

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