Atropello mortal de Torre Pacheco: Se investiga como terrorismo si el kamikaze marroquí tenía problemas o era un 'lobo solitario'

El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha abierto diligencias para investigar como terrorismo el atropello que protagonizó un conductor en la terraza de un bar de Roldán, en Torre Pacheco, Murcia, el pasado viernes, en el que una persona perdió la vida arrollada por el vehículo.

El kamikaze, un joven marroquí de 30 años que murió  tras impactar el coche contra un edificio, dejó una carta de despedida en el interior del vehículo. Según la investigación, en el escrito el presunto autor del ataque aseguraba que su acción era un atentado terrorista y apuntaba fórmulas utilizadas por los radicales en sus textos. En concreto, la misiva contiene alusiones inconexas a Alá y referencias ilógicas a la violencia. 

Además, un testigo del suceso afirma que el hombre hizo el gesto de la unicidad antes de arrollar a los ocupantes de la terraza, y según los investigadores, parece claro que fue él mismo quien se autolesionó con un cuchillo clavándoselo en el abdomen momentos antes de embestir con su vehículo la terraza del restaurante. Por lo tanto, las heridas no habrían sido producto de la pelea que instantes antes había tenido lugar localidad de Lo Ferro, tal y como se indicó en un primer momento. 

Imágenes del atropello. 

No obstante, aún no queda clara si la intención del conductor era la de perpetrar un atentado yihadista o si tenía perturbadas sus facultades mentales, por lo que los investigadores trabajan con dos hipótesis respecto a la motivación del atropello mortal. La primera, que el joven hubiera sufrido un proceso de radicalización en los últimos tiempos y actuara como un 'lobo solitario' bajo inspiración del Daesh. La segunda, que se trate de una persona con algún tipo de desorden mental.

En este sentido, los agentes encargados de las pesquisas han registrado su vivienda sin encontrar nada destacable y tampoco han hallado, por el momento, antecedentes ni datos objetivos que apuntaran a su radicalización.

Fuentes del entorno del joven aseguran que tenía problemas con el consumo de sustancias estupefacientes y que estaba irritado por su situación económica. 

Máxima alerta antiterrorista 

Las Fuerzas de seguridad del Estado están en máxima alerta. De hecho, en España se mantiene el nivel 4, casi el más elevado, desde que en junio de 2015 el Gobierno decidiera implantarlo tras la oleada de ataques que asolaron Europa. En enero de ese mismo año, el islamismo radical acabó con la vida de once periodistas y un guarda de seguridad en la redacción de la revista Charlie Hebdo y, en su huida por París, otras cinco personas fueron asesinadas. En marzo, en el Museo del Bardo, en Túnez, perdieron la vida 21 turistas, dos de ellos españoles, y un policía. 

Ahora, después de la operación de evacuación de la misión internacional en Afganistán, con el triunfo de los talibanes, los analistas advierten que podría darse un aumento de ataques por parte de 'lobos solitarios' autoradicalizados.