18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Ni los 14.000 estafados fueron identificados, ni todos los señalados por la Policía denunciaron a este valenciano que utilizó el 'Síndrome de Cowden'

La historia de cómo Paco Sanz, 'el estafador de los 2.000 tumores', se ha librado de la cárcel

Paco Sanz.
Paco Sanz.
Ni entrará en la cárcel, ni devolverá todo lo que estafó. La sentencia del caso de Paco Sanz acusado de estafar a más de 14.000 personas fingiendo que su enfermedad era mortal para conseguir más de 264.000 euros en donativos ha levantado una oleada de indignación al ser sentenciado a devolver tan sólo 36.978 euros. Y no ha sido un golpe de suerte para el estafador, para llegar a este “escandaloso” desenlace se ha tenido que recorrer un largo camino que desentrañamos en 'Elcierredigital.com'.

El asunto arrancó en 2010 cuando Francisco José Sanz González de Martos decidió vivir la vida exagerando la enfermedad que padecía de “Síndrome de Cowden” con la ayuda de su círculo más cercano. Así, según la investigación policial y judicial, creó una página web, una asociación, un servicio de SMS para recoger donaciones y se dedicó a solicitar dinero en las redes sociales para tratarse en Estados Unidos de una enfermedad mortal que supuestamente acabaría con su vida en cuestión de meses.

Paco Sanz sufría esa enfermedad pero ni era mortal ni necesitaba dinero para tratarse en Estados Unidos porque allí le daban gratuitamente un tratamiento experimental. Hasta 11 veces viajó a Estados Unidos y sólo en una ocasión, según la policía, fue a tratarse. El dinero se fue en turismo, hoteles, ropa de marca, teléfonos de última generación y hasta un crucero por el Caribe.

Su detención, denunciado por su entorno más cercano, en marzo de 2017, sacó a la luz que las donaciones recibidas entre los años 2010 y 2017 fueron a parar directamente a cuatro cuentas que compartía con sus padres y últimamente con su pareja Lucía.

Lucía, novia de Paco Sanz.

Estupefacto, el público vio cómo en las tomas descartadas de los vídeos que grababa para pedir dinero se reía de los donantes y manifestaba su deseo de quedarse con el dinero de estos con una burda farsa. El último informe de la policía de la comisaría madrileña de Vallecas cifró en 14.000 el número de donantes estafados y en 264.000 euros la cantidad estafada en una trama en la que implicó a youtubers, presentadores de televisión, cómicos y escritores que apoyaron su farsa sin saberlo.

El preludio del desastre

El excelente trabajo policial y la buena investigación llegó al fondo de todo el asunto y recabó pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de Paco Sanz y los demás. Sin embargo, se enfrentó a una serie de “imponderabes”. El principal era la imposibilidad de identificar a los 14.000 donantes que durante siete años donaron su dinero a los estafadores.

Ni todos los estafados fueron identificados, ni todos los identificados quisieron denunciar. Además, muchos de los identificados renunciaron a cualquier indemnización, probablemente por lo escaso de su donación particular sin ver que junto a otras miles de aportaciones habían llenado hasta reventar las arcas de los estafadores.

Meses después, cuando se aproximaba el juicio y todos se deslumbraban por los grandes titulares de la investigación que hablaban de cifras de millares en beneficios y víctimas, Paco Sanz se preparaba para desarrollar su estrategia en el banquillo e ingresaba silenciosamente 40.000 euros en las cuentas del juzgado para garantizar las indemnizaciones a las víctimas, un gesto que sin lugar a dudas le traería beneficios cuando llegara el momento del juicio.

 Desenlace de la tragicomedia

Fue precisamente el 8 de febrero cuando el juicio al clan de estafadores levantaba el telón, el momento en que se escenificó el último tramo del caso, el desenlace de esta tragicomedia. Justo al arrancar la vista oral del mediático caso, la defensa de Paco Sanz propuso un pacto global con las acusaciones y la acusación pública, representada por el fiscal, dio el primer paso modificando sus conclusiones provisionales.

Pedro García Aguado.

El Fiscal calificó los hechos de una estafa continuada pero con el atenuante de la reparación del daño (los 40.000 euros que “sabiamente” antes del juicio Paco Sanz había entregado a la Justicia para hacer frente a las indemnizaciones de los estafados). El fiscal pasaba de pedir 6 años de cárcel a sólo 2 años para Paco Sanz, y de 3 años de cárcel para su ex pareja a tan sólo un año y nueve meses. También solicitaba una rebaja de la pena hasta dejarla en un año y 9 meses para la madre de Paco Sanz como participante en la estafa a título lucrativo.

Finalmente, y con la intención de asegurar que devolvieran lo estafado, el fiscal solicitaba el embargo de las cuatro cuentas bancarias que compartían los tres acusados, el coche de Paco Sanz, y móviles y material informático de última generación requisados por la policía durante los registros de las viviendas de los estafadores.

Extrañamente, el resto de acusaciones no se opuso en principio. Encerrados en la sala, algunos pidieron tiempo para salir y hablar con las víctimas que representaban antes de tomar una decisión. El letrado que acusaba en nombre de José Mota se adhirió a la petición del Fiscal en los mismos términos. La abogada de la otra acusación que representaba al presentador de televisión Pedro Aguado (Hermano Mayor), al cómico Santi Rodríguez y a otras 12 víctimas más, además de un par de asociaciones de víctimas denunciantes, también estuvo de acuerdo con la rebaja de la pena que proponía el fiscal y además retiró las acusaciones de blanqueo y grupo organizado contra los estafadores. Llegado el turno del abogado que acusaba en nombre de la Asociación de afectados por Internet, su decisión fue la misma que la del fiscal. Los abogados de los acusados, por supuesto que estuvieron de acuerdo en esa rebaja de petición de penas, ni un sólo problema para firmar.

Resultado: Paco Sanz y las otras dos acusadas se libraban de entrar en la cárcel antes incluso de que se jugara el partido. Continuando con el símil futbolístico: el estafador había marcado un gol por toda la escuadra a la Justicia. Sin embargo, el partido se iba a jugar. El juicio arrancó por la falta de acuerdo en las indemnizaciones. Paco Sanz había entregado 40.000 mil euros antes de empezar el juicio y estaba dispuesto a llegar a devolver 75.000. No había acuerdo. Las acusaciones pedían al menos 144.000 mil, y arrancó el juicio en empate: Paco Sanz, tras asumir que había estafado miles de euros, sólo era condenado a dos años de cárcel y multa de 2.000 euros y no entraría en prisión, aunque al menos le juzgarían para que devolviera lo estafado.

Acto final: el escándalo 

Tras el pacto contra el que se manifestaron públicamente algunas de las víctimas de mayor renombre, el juicio fue mucho más rápido ya que las acusaciones renunciaron a practicar muchas de las pruebas. Pedro García Aguado recordaba ante el tribunal que “desde que descubrí que estas personas nos habían engañado, no he vuelto a donar a ninguna causa más”.

José Mota.

Fue de los pocos que declaró. Las acusaciones renunciaron a que prestaran su testimonio muchos de los acusados, impidiendo de esta forma que pudieran contar si además del dinero perdido como donación habían sido víctimas de daños morales o perjuicios en su imagen. Un detalle relevante que más adelante reflejaría la sentencia.

Relevante, también, que la Fiscalía pidiera una cantidad claramente inferior a Paco Sanz, frente a una de las acusaciones, la que defendía a los famosos, que solicitaba una indemnización que superaba los 200.000 euros.

Finalmente, la editorial del libro Paco Sanz, una vida de sueños, una vida de lucha renunció a cualquier indemnización, incluso a los más de 8.000 euros que había pagado a algunos de los colaboradores en el libro. La defensa de Paco Sanz veía desaparecer los últimos obstáculos en el camino.

Ahora, una semana después, llega el acto final del caso Paco Sanz. La sentencia le obliga a devolver de forma solidaria con su madre sólo 36.978 de los 264.000 mil que supuestamente defraudó. Su ex pareja, Lucía, es condenada a devolver 900 euros de los 25.500 que se ingresaron en la cuenta que compartía con Paco Sanz.

¿Un escándalo? El Juez toma su decisión atendiendo a varios factores de consideración, para empezar los 36.978 euros a pagar por el estafador son las únicas cantidades que se han podido demostrar que ingresaron los demandantes en las cuentas del grupo de estafadores. El resto de demandantes está sin identificar, no denunciaron o renunciaron a toda indemnización durante el juicio.

En el caso del humorista Santi Rodríguez, que organizó de corazón una gala en un hotel para ayudar a Paco Sanz con su enfermedad, corriendo con todos los gastos, el Juez considera que no ha probado esos gastos de comida, viajes, etc... y por tanto no hay indemnización que reclamar.

Santi Rodríguez. 

Respecto al lucro cesante, o los miles de euros que el presentador Pedro Aguado reclamaba por perderlos por el impacto de la estafa en su imagen y futuros trabajos, el juez le contesta que no puede medir la indemnización por trabajos que no se han materializado. Tampoco corresponde indemnizar al fotógrafo de la Universidad Politécnica de Valencia por intermediar con la institución ya que no cobró por ello y la universidad cedió sus instalaciones de forma gratuita.

El último escollo era el daño moral, o indemnización por el sufrimiento al humorista José Mota y el resto de las víctimas porque no lo pidieron o no se preguntó por ello durante los interrogatorios y por tanto no se puede conocer. Por el mismo motivo, tampoco puede indemnizarse por ello a las víctimas cuyo testimonio en el juicio fue descartado por sus abogados en el pacto con las defensas de los estafados.

Una sentencia argumentada pero sin lugar a dudas un escándalo para la opinión pública que ve como un estafador confeso que recibió donativos en sus cuentas, según la sentencia, de 264.000 euros, no pisará la prisión y sólo devolverá 37.000 euros.

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