19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Durante años se han barajado las más peregrinas teorías que vinculaban al asesino con un miembro de la Familia Real o con el escritor Lewis Carroll

Jack el Destripador: ¿Quién se ocultaba tras el primer y más famoso asesino en serie de la Historia?

Grabado de Jack el Destripador.
Grabado de Jack el Destripador.
De todos los casos que protagonizan la crónica negra, sin duda, los más inquietantes son aquellos que nunca se resuelven o solo lo hacen parcialmente. Todos nuestros misterios forman parte del imaginario colectivo. Cada uno de nosotros ha elaborado una teoría para resolverlos y esas. Los crímenes de Jack el destripador, aterrorizaron la ciudad de Londres de finales del siglo XIX. Más de 100 años después la fascinación por el considerado primer asesino en serie moderno sigue en un punto álgido.

Los sucesos tuvieron lugar en 1888, en plena era victoriana. Los crímenes atribuidos a Jack el Destripador, vinieron a poner de manifiesto toda una realidad soterrada que coexistía con la rígida moral victoriana. La prostitución, la insalubridad y el hacinamiento, así como el gusto de parte de la clase alta por el ocultismo eran temas que hasta entonces nunca aparecieron en los medios de comunicación. Los sucesos de Whitechapel rompieron ese tabú. Durante tres meses un asesino sembró el pánico en este distrito de la zona este de Londres. Cinco mujeres que ejercían la prostitución murieron a manos del que es considerado el primer serial killer de la Historia. El primer psicópata moderno.

El primer asesinato se cometió el 31 de agosto (Mary Ann Nichels) y marcaría la pauta de lo que serían los siguientes. Mató a la víctima de un corte en el cuello que prácticamente cercenó la cabeza para luego centrarse en la parte “carnicera”: se llevaba los órganos internos, útero incluido. Los siguientes crímenes se perpetraron en el mismo distrito de Whitechapel los días 8 y 30 de septiembre, y finalmente 8 de noviembre. Whitechapel era un barrio depauperado donde los índices de sífilis y enfermedades relacionadas con la falta de salubridad eran muy elevados. Así mismo, las tabernas, los locales para fumar opio y el ejercicio de la prostitución eran el modus vivendi de gran parte de las gentes de lugar.

La prensa se encargó de convertir el primer crimen en toda una alarma nacional. Los detalles de los cinco crímenes fueron descritos con todo lujo de detalles en los periódicos que aumentaron la tirada a raíz del caso. Coincidió todo con la aparición de una nueva técnica de imprenta que permitía incluir grabados entre los textos sin recurrir a los típicos dibujos que hasta entonces eran habituales. Las imágenes de las víctimas descuartizadas causaron sensación en el país. Para muchos historiadores una de las principales consecuencias de los crímenes de Jack fue la aparición de la prensa amarilla que se instalaría desde entonces como una tradición británica más. Los periodistas vieron el cielo abierto para poder hablar de temas que hasta entonces tenían vetados, pero también traspasaron límites como llegar inventarse cartas del supuesto criminal y datos sobre los asesinatos.

Las teorías más extendidas

Nunca se ha llegado a saber la identidad del criminal y eso ha sido uno de los motivos que ha agrandado su leyenda. También en su momento, y después, se crearon varias teorías de la conspiración en torno a los sucesos. En esto fue de nuevo algo original. Una de las más extendidas dice que tras los crímenes se encontraba la Familia Real. El origen de la leyenda está en que un nieto de la Reina Victoria, el príncipe Alberto Víctor era uno de los muchos aristócratas que descendían a los barrios pobres para tener contacto con prostitutas y fumar opio. Según esta teoría el príncipe habría tenido un hijo con una meretriz y la Reina había ordenado matarla, así como a otras prostitutas que sabían el secreto. Otra leyenda vincula la identidad del asesino con el escritor Lewis Carroll.

Algunas teorías vinculan la figura de Jack el Destripador con famosos personajes. 

Más allá de leyendas, dos nombres se han barajado como posibles asesinos. Uno de ellos es el de Francis Tumblety. Era un estadounidense de origen irlandés que se había hecho popular en el nuevo continente por ser un naturista y supuesto médico. En realidad, era un timador que vendía elixires con propiedades milagrosas. Cuando se descubría su engaño se movía a otra zona. Así recorrió Estados Unidos y Canadá.

En junio de 1888 se trasladó a Londres y se instaló en una pensión de la calle Batty Street muy cerca de donde se cometieron los crímenes número 3 y 4 en la misma noche, 30 de septiembre. Se ha calculado que el asesino pudo hacer el recorrido entre los dos puntos del crimen y volver a la pensión en menos de una hora. (De 1 a 2 de la madrugada). Curiosamente Tumblety se fue de la pensión al día siguiente. La prensa hablaba del inquilino de Batty Street (epítome que se hizo popular antes del de Jack). En un principio no se vinculó a Francis con este asunto.

Otro punto que lo une con el crimen es que él tenía conocimientos de medicina lo que explicaría porqué las amputaciones en las víctimas eran muy precisas y que coleccionaba úteros. Además, odiaba a las mujeres que se prostituían. Con todo, la policía no lo relacionó hasta mucho después. De hecho, fue detenido un americano de la calle Batty pero estando él en prisión se cometió el último crimen.

En enero de 1889 concedió una entrevista ante la prensa y se volvió a Estados Unidos. Allí se cambió el nombre por el de Frank Townsed. Un periódico recogió su muerte en 1.903. Diez años después Scotland Yard sacó a la luz una carta de Tumblety y la única foto que se conserva de él, curiosamente vestido de militar.

La teoría femenina

Mary Percy es el otro nombre barajado. Algunos hablan de Jill the Ripper, ya que el hecho de descartar que podría ser una mujer no se basa en nada en concreto. Mary Percy fue condenada a muerte y ejecutada en 1890 por un crimen brutal. Asesinó a la esposa de su amante y su hijo de pocos meses. A ella de un corte en el cuello y al bebé por asfixia.

Francis Tumblety, es el personaje que más posiblidades tiene haber sido Jack el Destripador.

Tras esto los descuartizó y los metió en el cochecito del niño para lanzarlos a la vía de un tren. Aunque la forma de matar presentaba similitudes con los asesinatos de Jack el destripador no presenta el ensañamiento con los órganos reproductores. En 2006 una de las supuestas cartas de Jack se analizó y llegaron a la conclusión de que fue lacrada con saliva perteneciente a una mujer.

Las cartas de Jack

Son muchas las cartas que se atribuyen a Jack el destripador. Algunas fueron escritas por periodistas para aumentar la tirada de sus diarios y otras por locos que afirmaban ser el asesino. La que todo el mundo considera real fue remitida el 15 de octubre al jefe de la patrulla urbana que había reforzado la vigilancia en el distrito de Whitechapel. Es popularmente conocida como From Hell (Desde el infierno) por su encabezado. La carta iba acompañada de un trozo de riñón humano que a la víctima número 4 le habían arrancado.

Carta 'From hell' adjudicada al verdadero Jack el Destripador. 

En la carta Jack se reafirmaba en sus crímenes y aseguraba que el otro trozo del pulmón lo había cocinado y después comido (“estaba realmente delicioso”). La carta estaba firmada con un “cójame cuando pueda”. La misiva es asumida como auténtica por todo el mundo y además tiene una característica que reforzaría la tesis de que el asesino era Tumblety: las contracciones propias del inglés escrito y hablado en Irlanda. Esta carta desapareció de los archivos de Scotland Yard en 1950. Nadie ha sabido de su paradero.

 

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